FRANCIA, UK Y ALEMANIA 2007 o ¿será éste el último año de los Big Four?

Queridísimas amigas: ¿Cómo llevan la cuenta atrás? Pues yo tan ricamente. Y no es que me esté haciendo la chula, sino que todavía no me he puesto atacada ni nada por el estilo, como ya están algunas. A mí cuando realmente me entra un come-come es cuando veo las primeras fotos de los ensayos y […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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FRANCIA, UK Y ALEMANIA 2007 o ¿será éste el último año de los Big Four?

Queridísimas amigas:

¿Cómo llevan la cuenta atrás? Pues yo tan ricamente. Y no es que me esté haciendo la chula, sino que todavía no me he puesto atacada ni nada por el estilo, como ya están algunas. A mí cuando realmente me entra un come-come es cuando veo las primeras fotos de los ensayos y cuando comienza el goteo de los videos y comentarios de los eurofans.

Sin embargo, quién ya se encuentra fatal de los nervios, como no podía ser menos, es mi amiga Maite Ripoll. La he visto tan mal, chicas, que me la he traído a casa para que pase este trance. En realidad, ella nunca ha llevado bien lo de la cuenta atrás hasta el día del Festival. Por eso, este año la he invitado a que se quede hasta el domingo 13 de mayo. La tengo instalada conmigo con dos maletas-baúles que pesan como quintales. Y es que la Maite es todo, menos una mujer práctica para la vida moderna

En estos momentos, mientras aporreo el teclado del PC está tumbada en la terraza, tomando el sol con un bikini monísimo que se compró conmigo en Woman's Secret el otro día y escucha en su ipod la preselección lusa. Vaya unas ganas. Le he subido un copazo con una multi-infusión hecha a base de tila, valeriana, hierbabuena y un poco de frutas rojas para quitarle el sabor horroroso. Como decoración le he puesto a la taza una rodajita de limón y una de esas banderitas de Suecia que te ponen en IKEA cuando pides las albóndigas suecas de menú. Cuando abra los ojos y vea la bandera de Sverige me dará un grito, porque este año odia la canción sueca, con lo divertida que es…

De todas formas, Maite ya está mucho mejor de los nervios, porque cuando llegó el domingo pasado estaba que se subía por las paredes. Aunque, cuando se vaya, después del ESC, a la que van a tener que encerrar en un manicomio va a ser a mí, porque me tiene loquita perdida. Porque, amigas, aguantar a una eurovisiva en mayo, en plena cuenta atrás y con esa crisis de ansiedad prefestivalera, tiene tela. Pero, tela marinera. Ella se levanta por las mañanas (como las locas), se mete en la ducha y enciende el reproductor de CD de las canciones del Festival de este año a todo meter. Y encima el dichoso CD siempre empieza con la canción ucraniana, con el coraje que le tengo yo a la Verka Serduchka esa. Las vecinas ya me han llamado la atención en dos ocasiones cuando me ven en la calle, porque Maite no es de las que pone la música bajita. No, ella la pone como si estuviera sorda. Prueben a despertarse a las 7 de la mañana con la música de "Dancing lasha tumbai" a todo meter y acaban como las locas.

Lo que peor lleva con ella son sus terapias alternativas anti-estrés. Ahora le ha dado como estrategia anti-relajante meterse en la cocina para hacer recetas de una monja que sale en el Canal Cocina de Digital Plus. Uy, tendrían que vernos a las dos, como bobas, haciendo tartas de queso suizas, profiteroles con chantilly y no sé cuántas recetas más… Con la de calorías que esos postres tienen. Encima, para acompañar nos servimos unos chupitos de Anís del Mono y acabamos siempre medio-borrachas y muertas de risa. Y yo le digo: "Maite, esto no puede ser bueno. Además de gordas, vamos a acabar alcohólicas por culpa del Festival. A mí no me gusta beber. Y, para colmo, no nos conviene comer tanto porque las gasas que nos compramos para la primera comunión del niño de Juana Interprovincial no nos van a entrar. Y nada hay más espantoso que un traje de gasa te quede apretado… ¡Qué horror!". Pero ella, ni caso.

Y aquí me tienen, amigas, haciendo de enfermera terapeuta en mi propio domicilio para atender una crisis de nervios preeurovisivos de una amiga que cada vez está más arrebatada. Y total, para que luego gane la canción que menos nos gusta. Qué vida esta la de una eurovisiva de pro como nosotras. Esto no es pago con nada…, como dice mi madre.

Bueno, hoy me toca analizar, de golpe y porrazo, el bloque de las delegaciones que forman el famoso BIG FOUR. Pero, ¡ojo!, en este comentario no he incluido a España, porque ya he analizado la preselección española en un comentario anterior sobre "Misión Eurovisión". Sin embargo, no descarto hacer otro sobre algunas cosillas de los chicos de d'NASH un poco más adelante.

Bueno, espero que éste les guste. Advierto que este comentario es largo. Avisadas quedan todas. Luego que no venga nadie a quejarse de lo pesada que soy y cosas por el estilo. Ahí va.


Los locos chicos de Les Fatals Picards

País: FRANCIA

Intérprete: LES FATALS PICARDS

Canción: L'AMOUR À LA FRANÇOISE

Después de muchos años, en el 2007, posiblemente Francia haya celebrado la que podríamos denominar como una de las mejores preselecciones de su historia. La cosa se llamaba "Eurovisión 2007 et si on gagnàit?. Por descontado, he de afirmar que ha sido una de las mejores selecciones de canciones que delegación alguna haya realizado para esta edición del Eurovisión Song Contest. Aunque, luego, los telespectadores europeos no apoyen la canción elegida por los franceses. Pero con esa cruz ya cuentan los Big Four, quedando tan bajo como están quedando, lleven lo que lleven al ESC. Pero eso, amigas, es harina de otro costal. Vamos a lo nuestro ahora.

Empezaremos la ronda por Jennifer Chevallier con su "Mon étoile", una maravillosa balada montada sobre la base de un medio-tiempo de agradables cadencias y que nos evoca a las mejores canciones de las divas galas de esta década. Lo que no termina de convencerme es su puesta en escena con esos dos bailarines vestidos con los corsés y las faldas. No sé, pero lo veo como una cosa forzada. Impresionante, sin embargo, es el acompañamiento coral que sobresale en la última parte de la canción, a cargo de un castrato o travesti extraño (no sabría decir lo que es) y que con su peculiar voz aporta al tema un elemento diferente y único. Precioso.

Por otra parte, aparece Valérie Louri para regalarnos un "Besoin d'ailleurs", una de mis canciones favoritas desde el principio, por sus sugerencias melódicas, por su percusión, por sus sonidos exóticos, por la voz de ella, así como por la sencilla, elegante y bella puesta en escena. Me enganchó este tema desde el principio, repito. No sé por qué, pero esta canción me evoca a aquellos momentos magníficos de Francia en el ESC, de la mano de Joël Ursull (1990), Amina (1991) o Marie Line (1998), salvando las distancias (claro está). Dentro de otra línea, hay que decir que Charlote Becquin y su "Je veux tout" seguro que habrán hecho las delicias a todas las eurovisivas que se dejan engatusar por los aires de las eternas canciones francesas de toda la vida. A mí, particularmente, no me gusta este tipo de temas, porque llega un momento en que se enreda, se pone patético y se me hace muy cuesta arriba. Lo siento.

Medhi-T puso en escena un rap racial, rítmico, actual y fresco titulado "On and on". Es como una bocanada intercultural del "savoir-faire" musical francés, del que deberíamos aprender mucho. Su elección le hubiese dado un aire más dinámico al ESC, para despojarlo un poco de tanta estética dark como abunda este año. En la misma línea, los MAP presentaron su "Grain d'sel", otra estupenda canción para Eurovisión que es toda una lección de cómo es posible hacer música actual (dentro de los estilos rap y pop) introduciendo sonidos tradicionales del Mediterráneo, pero sin caer en la tentación de las melodías tristes y somnolientas de las repúblicas balcánicas que, de tan oídas que las tenemos, ya cansan y abruman. Para acabar este bloque oriental, tenemos a BZR feat. Chef Hamid, los cuales interpretaron un tema llamado "Galbi" que podría ser, perfectamente, el Nº 1 de los 40 Principales del canal Aljazeera. Es algo así como el estilo más verbenero del pop-fusión-magrebí, con sus toques o guiños a la música actual, para hacerse los modernos. Es, para servidora, el peor tema de la preselección gala.

Luego, amigas, viene una selección de música (entre alternativa y popera) con la que me siento mucho más identificada y que, a juicio personal, convierte a esta preselección en una auténtica gozada. Comenzamos con la canción "Faut voter pous nous" de Les Wampas. Es el típico tema que vuelve loca a Maite Ripoll cuando se quiere hacer la interesante. No está mal. Es una canción moderna, con cierto halo de alternativo, pero con un punto festivalero que a ella le encanta. Lo mejor son sus guitarras y la voz medio desgastada del solista. Aunque, si lo que realmente buscábamos es una apuesta petarda, habrá que escuchar a las chicas de Les Vedettes con su "Vive Papa". Me encanta ver a estas bobas chiclosas y poperas haciendo tonterías. Uy, cómo echo yo de menos este tipo de canciones con esta estética rosa en el ESC, y no esa ridícula, desfasada y ordinaria cosa llamada Verka Serduchka, que ni gracia tiene. Creo que deberían haber ganado estas chicas para que Francia recordara a Europa que se puede ser petarda y payasa, pero con clase y estilo. Dicho queda.

Luego, viene ella. Se llama Estelle Lemeé y canta su memorable "Comme un rêve", una de esas canciones rosas, con un cierto regusto antiguo y juvenil que me vuelve loca. Vamos, algo así como el estilo de los mejores temas de Alizee o la primera Vanessa Paradis. Oigo esta canción de Estelle y me imagino que soy como Karina, en una de aquellas películas antológicas que hacía de preuniversitaria, subida en un coche descapotable recorriendo todo el Madrid turístico, cantando este tema o el de las flechas del amor. Definitivamente, es mi tema preferido de esta Preselección francesa.

Y, por ultimo, tenemos a los ganadores. Se llaman Les Fatals Picards y su canción es "L'amour à la françoise". Se trata de una muy buena elección. Lo mejor del tema es la peculiar voz y la forma de cantar del solista que, con ese rictus tristón y abatido, aporta a la canción ese aire desenfadado, improvisado y divertido que nos recuerda la atmósfera, por lo menos a mí, del film "Amelie". No sé cómo recibirán los europeos a esta canción en clave jovial y humorística que habla del amor y de los franceses, mientras te hace un tour por el París de las postales. Personalmente, es una de mis canciones favoritas, e independientemente de lo que ocurra la noche del 12 de mayo, la tengo como una de las mejores cosas que nos deparará esta edición del ESC. Rumores hay que dicen que ellos no son muy buenos en directo y que la canción pierde mucha de la magia que hemos visto en el video-clip. No sé, habrá que esperar para ver que hacen estos franchutes en Helsinki.

Scooch
Scooch preparados para realizar el check-in to Helsinki

País: UNITED KINGDOW

Intérprete: SCOOCH

Canción: FLYING THE FLAG

Cruzamos el Canal de la Macha y llegamos a United Kingdow.en un santiamén para ver el MYMU'2007 (Making your mind up). Un año más, la audiencia de la BBC ha elegido una canción popera, convencidos de que es la mejor baza para ganar el ESC. Veremos qué pasa el 12 de mayo. Servidora ha sido siempre, con algunas excepciones, una gran defensora de las canciones del Reino Unido. Siempre las he visto como apuestas interesantes, frescas y muy de nuestro tiempo, pese a que los europeos les hayan dado la espalda en las últimas ediciones. Hay quienes piensan que en esos escasos puntos que reciben (antológico fue el 0 points del ESC'2003) se esconden motivos extra-musicales, como la vinculación tan estrecha a la política de los EEUU; aunque, a mi me gustaría pensar que se trata de no haber llevado un tema que haya llamado la atención a los votantes del resto de Europa.

En el MYMU'07, nos hemos encontrado con Big Brovas y su "Brig bro thang". Aprovechando que Terry Wogan no lee esta columna, puedo decir de esta canción que me suena al típico tema que toda preselección inglesa que se precie debe tener anualmente y que siempre nos suena a una mezcla de canciones ya llevadas al ESC por Inglaterra, como Love city groove (ESC'1995), Javine (ESC'2005) y Daz Sampson (ESC'2006), entre otras. En esta ocasión, a la canción le han añadido guiños vinculados a la estética gótica-dark que tanto se lleva esta edición del 2007. Si el tema logra desempantanarse del hecho de no haber quedado bien en esta preselección, quizás el grupo logre incluirlo en cualquier lista de éxitos británica, porque madera comercial tiene.

También hemos podido ver a un tal Brian Harvey interpretando su "I can". Bueno, ya empezamos con las boberías de estas ñoñeces, en plan romanticón. Qué pesados son estos temas donde los solistas, además de poner caras de estreñidos cuando cantan, nos sueltan estas canciones requetemanidas y horteras donde le dicen a ellas que las quieren muchísimo y que estarían dispuestísimos a todo por ellas; aunque todas sabemos que luego en el pub de la esquina no dejen de tirarle los tejos a la primera rubia de bote que le cruce la mirada cuando va hacia el baño a cambiar el agua al pajarito. Uy, estoy peor que Eva Santamaría.

Liz McClarnon no quiso quedarse en su casa tan ricamente y aprovechó sus tres minutos de gloria que le dio la BBC para regalarnos su "Don't it make you happy", una estridente canción pop que, a todas luces, le queda un poco grande a esta ex-componente de las Atomic Kitten. Algo parecido ocurrió con Hawkins & Brown con su "They don't make‘er like they used to", una canción algo complicada, retro, embebida del espíritu de las míticas The Supremes, pero que no terminaba de despegar del todo.

Y, luego, tenemos a la finalista Cyndi y su "I'll leave my heart", un tema que invita a apagar las luces, encender velas (o mecheros) y a ponernos tristes para oír a esta pesadez de canción que parece sacada de cualquier CD de Celine Dion o sucedánea. Y, encima, casi nos da un pasmo, cuando la anunciaron como ganadora de la noche. Menudo mal trago. Aunque, pensándolo bien, a lo mejor este tema hubiese tenido sus votos entre los europeos. Pero, no sé yo, no sé yo…

Finalmente, están los ganadores. Se hacen llamar Scooch y su tema es "Flying the flag". Tenían tantas papeletas de antemano para ganar que, cuando Terry Wogan se equivocó y dio como vencedora a Cyndi, me quedé tiesa. Y no porque me gustara la canción en exceso, sino porque prefería a estos chicos de Scooch, antes que a la pava de Cyndi. "Flying the flag" es un tema pop muy británico, aunque tiene su base abbaesque, que nadie niega. Se les conoce ya como los nuevos "Bucks Fizz" de los 2000 y quieren conquistar a Europa con una apuesta divertida, juvenil y muy eurovisiva, a través de una imaginaria parodia de un vuelo que dura 3 minutos y donde viajarán por Amsterdam, Helsinki, Paris, Berlin y otras ciudades europeas. Para la ocasión se han vestido de azafatas y auxiliares de vuelo, sacan carritos y otros artilugios aeroportuarios que tienen un punto de humor muy festivalero. Pero, ¿Convencerán a Europa? Yo creo que no, pero son muchas las voces que dicen que UK quedará bien e, incluso, las más optimistas, la dan como ganadora. Mis reservas tengo. Algo parecido se decía de Sestre (aunque las eslovenas eran muy sosas, todo sea dicho) y quedaron fatal.

Roger Cicero bringt
Ay, Roger, no te quites la gorra
porque no eres el calvito noruego del coro.

País: ALEMANIA

Intérprete: ROGER CICERO

Canción: FRAUEN REGIER'N DIE WELT

De nuevo en la plataforma continental, nos dirigimos ahora a Alemania. Me encanta el formato germano para elegir su canción para el ESC. Tres temas buenos y tres intérpretes de calidad y famosos (en su país), en un programa elegantemente organizado y producido. Sencillo, correcto y sin que se tenga que tirar la casa por la ventana para organizarlo. Ya el año pasado lo alabé y este año, aunque no salió mi canción favorita, he de admitir que me volvió a convencer. Pero, vamos a dejarnos de prolegómenos y vayamos al lío.

Heinz Rudolf Kunze apareció en el escenario del Schauspielhaus de Hamburgo para interpretar su "Die welt ist pop". Y yo, realmente, no sé a quién se le ocurrió elegir esta canción tan americana para una preselección. No es que el tema sea malo, sino que no me pega ni con cola en Eurovisión. Pero, como en la variedad está el gusto, pues la aceptamos, como se acepta "pulpo", como animal de compañía, en el anuncio del Scatergories. A título personal diré que, como mérito, cuando miro el tema de lejos sin prestarle mucha atención, me recuerda a ciertas canciones de David Bowie, en algunos momentos. Pero cuando veo su actuación, ese espejismo desaparece, como es obvio.

Y luego están ellas, las chicas de Monrose con su "Even heaven cries". ¿Alguien me puede explicar por qué coño no ganaron? Qué coraje más grande. El tema era precioso y sus voces me encantaron. Las Sugababes ya pueden retirarse tranquilas sabiendo que quedan estas chicas. La puesta en escena me pareció genial. Ya sé que no soy yo muy partidaria de esos atrezzos y cursiladas de este tipo, con flores y con esa estética de cuento rosa de Disney, pero en esta ocasión me pareció una cosa acertada y muy bien lograda. Ellas estaban guapas, bien maquilladas, peinadísimas, perfectamente iluminadas e hicieron una interpretación muy digna de un tema que, sin que sea necesario hacerle ninguna puesta en escena, se ve que es bueno por los cuatro costados. Bien compuesto, bien escrito, bien producido, bien arreglado y bien interpretado. Un tema perfecto para el ESC o para cualquier emisora o canal de música pop europea que se precie. Sin embargo, no quedó ganador. Una lástima.

Por último, tenemos a Roger Cicero y su "Frauen regiern die welt". A mí este tema, qué quiere que les diga, me parece una bobería. Ojo, no quiero decir que sea malo, ni que no sea una canción de calidad. Todo lo contrario. La canción está maravillosamente construida, trabajada e interpretada por Roger. Es un tema correctísimo. Pero, reinas, tengo que admitir que a mí no me gusta. Bueno, sí me gusta, pero si lo tengo que oír en una velada en un club de lujo, donde servidora iría a cenar elegantemente vestida. Ya me estoy viendo con un traje negro divino que me compré el otro día en Eiffel, con un collar de perlas (falsas, por supuesto) de cuatro vueltas en el cuello, con moño alto y subida en unos taconazos que le pediría prestados a la Ripoll. Y, de fondo, Roger cantando esta melodía donde dice que las mujeres gobernamos el mundo (qué hipocresía). Y, en medio de la canción, el maromo de turno que tengo en frente de mí, extiende su mano y me coloca un pedrusco de impresión en el dedo, mientras me dice que no puede vivir sin mí, que acepta mis condiciones de hacerse un eurovisivo de pro como servidora y que se va a divorciar de su mujer; porque no está bien, amigas, lo de llevar esta vida amancebada con ese hombre (aunque sólo sea en sueños). También me gusta este tema si formara parte de la banda sonora de una hipotética segunda parte de la película "Dick Tracy", con una oxigenadísima y operadísima Madonna interpretando el peor papel de su vida.

De resto, confieso nuevamente que me hubiera gustado que las Monrose hubieran ido a Helsinki. Pero, no ha podido ser y tenemos, en su lugar, a Roger. Creo que Alemania no tiene mucho que hacer este año, salvo que a la audiencia europea le mole el rollito jazz y una canción que habla del poder de las mujeres. Aunque, ahora que recuerdo, algo parecido decíamos cuando nos reíamos de la canción de los Olsen Brothers, y van y ganan en Estocolmo en el ESC'2000. Eurovisión es así, queridas.

Y hasta aquí hemos llegado. Espero no haberlas cansado mucho. Ya se sabe que sarna con gusto no pica. Porque eurovisivas de pro, como ustedes, no deberían tener problemas de apnea a la hora de zambuliirse en estos comentarios tan largos que servidora hace.

Bueno, pues nada. Qué les digo. Pues que cada una sobrelleve como pueda esto de los nervios. Mucha tila y mucha valeriana, como está Maite. Ahora bien, si no tienen problema con la dieta, nada hay como meterse en la cocina y ponerse a hacer postres, mientras se oye el CD de Eurovisión 2007. Menuda terapeuta estoy hecha.

Besos desde Lanzarote para tod@s.

MASHIEL

PD: Este comentario quiero dedicárselo a Antonio (Cádiz), eurofan de pro donde los haya y compañero de batalla de los foros y chats de las primeras webs de eurovisión en España, allá por el año 1999. Casi me meo toda cuando me contaste que tú, al igual que la sufrida Maite Ripoll, grababan los ESC con radiocassettes pegados a los altavoces de la televisión, en aquellos años de los 80's en los que todavía no se habían popularizado los videos. Como testimonios insólitos y prehistóricos quedan hoy esas grabaciones con los Festivales en los cassetes, donde han quedado registradas también, como si fueran cacofonías domésticas de "Cuarto Milenio", llantos y conversaciones de sus familiares, ruidos del aparato y de puertas que se cerraban, así como innumerables recuerdos de Festivales que llevan tantísimo tiempo entre nosotras. Un beso grande, Antonio.

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