Festival sólo para mayores de edad (29-8-05)

Sí, hablaremos de sexo, pero sin ser soeces, que para eso mis padres pagaron los mejores colegios y universidades, para hablar de estos temas eurovisivos con elegancia y glamur. El objetivo de esta columna es dejar de ser pánfilos (Knock, knock, Who is there?) y dedicarnos a los temas universales dentro de Eurovisión. La muerte, […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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Festival sólo para mayores de edad (29-8-05)

Sí, hablaremos de sexo, pero sin ser soeces, que para eso mis padres pagaron los mejores colegios y universidades, para hablar de estos temas eurovisivos con elegancia y glamur. El objetivo de esta columna es dejar de ser pánfilos (Knock, knock, Who is there?) y dedicarnos a los temas universales dentro de Eurovisión. La muerte, el paso del tiempo, y cómo no, el sexo. Eso sí, si crees que este texto puede ser ofensivo para tu sensibilidad, no sigas leyendo.

Todos sabemos que la primera canción en mencionar la principal tentación con la que Satán seduce a los hijos de Eva fue Hombres, precisamente de Eva Santamaría. Aunque, todo hay que decirlo, de una forma muy descafeinada (“y al sexo llaman amor”), pero menos da una piedra en un festival siempre tan políticamente correcto como es Eurovisión. Después, España ha enviado otras referencias sexuales, algo más veladas (“me quema en el pecho cuando sola en mi lecho siento que no estás”, 1995). Pero como las letras de las canciones españolas han sido el tema de la pasada Euroceguera, no seguiremos por estos caminos.

Antes de que esa terrible palabra sonara en el 93, un imperdonable error de cámara permitió, nada más y nada menos que en el 57, que los espectadores europeos vieran (yo soy muy joven para haberlo visto en directo) aquel beso entre los representantes daneses, Birthe y Gustav (dato obtenido gracias al Eurotest de Arcadio). Aquel festival debería haber ido acompañado de los dos rombos…

Pero el sexo festivalero no es sólo para los concursantes de Eurovisión. También para los fans, que pueden tener encuentros con los propios eurovisivos. Me explico con una pregunta. ¿por qué muchos de vosotros escucháis las eurorradios, que vienen listadas en la sección del mismo nombre en esta web, si vuestras colecciones de emepetreses contienen gran cantidad de (si no todas) las canciones participantes?

Pues muy simple. Porque hay cosas que es mejor hacerlas en compañía que solo. Obviamente, esto es verdad tanto en el sexo como a la hora de escuchar canciones del festival. Ponerse un cedé con las canciones favoritas es algo que puede resultar placentero, como el onanismo (según dicen, yo de eso no practico), pero siempre es mejor cohabitar con otra persona, para compartir los sentimientos y, por supuesto, las canciones.

Consecuentemente, escuchar en solitario los festivales equivale a la masturbación eurovisiva, puede llegar a ser divertido, pero no es lo mismo que compartir esos sentimientos en torno a una radio, donde todos los oyentes están unidos en torno al sentimiento eurofan, como en una verdadera orgía, teniendo un orgasmo simultáneo cuando las divas dan sus agudos. Resumiendo… seguid escuchando las eurorradios… degenerados.

¿Y tú, con quién tienes sexo eurovisivo?
El 12 de septiembre, más Euroceguera

Roberto Oviedo

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