EUROVISIÓN DE 1993, UNA NOCHE EN LA CAMPIÑA IRLANDESA.

Desde un pueblecito de 1.500 habitantes de la campiña irlandesa llamado Millstreet (condado de Cork), se retransmitió para 350 millones de telespectadores y 39 países miembros de la UER la XXXVIII Edición del Festival de Eurovisión el 15 de mayo, sábado.
La cita tuvo lugar en el Green Glens Arena. La presentadora fue Fionnulla Sweeney. José Luís Uribarri era el comentarista para España. TVE retorna el show a la primera cadena, después del destierro a la segunda que sufrió entre 1984 y 1992.
Por orden de aparición salieron: Italia, Turquía, Alemania, Suiza, Dinamarca, Grecia, Bélgica, Malta, Islandia, Austria, Portugal, Francia, Suecia, Irlanda, Luxemburgo, Eslovenia, Finlandia, Bosnia Herzegovina, Reino Unido, Holanda, Croacia, España, Chipre, Israel y Noruega.
Noel Kelehan dirigió la orquesta de 48 profesores, por 21 vez en Eurovisión.
La gala abre con las notas musicales de la gaita irlandesa de David Splan.
Compiten 25 países, récord de participación y límite máximo, hasta ese momento, ya sabemos hoy día por donde van los tiros. La afluencia de los estados del Este se inicia este año. Eslovenia, Bosnia-Herzegovina y Croacia serán los únicos que fueron convocados ya que otros como Rumania, Estonia, Hungría y Eslovaquia perdieron en la preselección Eurosong '93 Kvalifikacija za Millstreet que se celebró en Liubliana (Eslovenia) el 3 de abril.
El millonario Noel C. Duggan consiguió llevar el Festival a su pueblo, después de haberlo suplicado infinidad de veces a la RTE (Radio Televisión Irlandesa) desde el triunfo de Linda Martin en 1992. Entre las 25 delegaciones y los invitados sumaban más gente que los que habitan en Millstreet. Tuvieron que mejorarse las infraestructuras de la localidad ya que la no estaban acostumbrados a tal despliegue mediático. Sólo recibían gente en la temporada de las carreras de caballos, que era la fuente de vida principal de la pequeña ciudad. Por eso se escogió el club ecuestre Green Glens Arena, que tuvo que ampliar su aforo para meter la orquesta y los 3.500 invitados, así como habilitar salas especiales para los periodistas que iban a retransmitir el show. El señor Duggan pagó todos los gastos pertinentes sin rechistar. Y como poderoso caballero es don dinero, la RTE no objetó a ninguna de las excentricidades del millonario. Para contentarlo, ¿tendría que ganar Irlanda?, pues sí, ganó por segunda vez consecutiva y ya sumaba cinco victorias. Sólo Francia y Luxemburgo tenían cinco victorias, ahora también Irlanda.
Fionnulla dio entrada a la gala saliendo por una especie de túnel en penumbra para luego ser iluminada como una auténtica estrella. El público se rompía a aplaudir a su presentadora, experta periodista de la RTE. La señora escogió un traje largo, estilo rococó en color oscuro, muy favorecedor. Con el pelo recogido y unos pendientes enormes, estaban de moda, tenía el glamour necesario para presentar un evento como este.
Italia con Enrico Ruggieri, que era también compositor y autor de Sole d'Europa -Sol de Europa- abrió la magia de Eurovisión. Había ganado San Remo y era una figura destacada en su país. Nació en Milán. El tema tuvo que ser acortado por imperativos de la organización y se suprimió una parte coral en francés y alemán que duraba casi dos minutos más. No está permitido que un tema dure más de tres minutos y está canción pasaba de los cuatro, por eso se acortó y se vio perjudicada. El tema es impecable, pero no el indicado para Eurovisión, precisamente por eso, porque se tiene que arreglar demasiado y pierde fuerza. En 1984 Franco Battiato también tuvo que acortar I treni di Tozeur para el Festival, justo la parte coral, curiosamente, ya que se alargaba mucho. Ruggieri consiguió sólo 45 puntos y la duodécima plaza. Dirigió la orquesta Vittorio Cosma.
Los turcos fueron a Millstreet con algo muy machacón y poco imaginativo. Eran un conjunto encabezado por Burak Aydos, nacido en Ankara en 1962. La canción era de corte moderno, pero nada atractiva. Lo único bueno es el sólo de saxo en la mitad del tema. El título es Esmer Yarim -Mi morena, mi amor- según Uribarri, compuesta por el mismo intérprete. Turquía fue el único país este año que no llevó director de orquesta. Quedaron en la plaza vigesimoprimera con 10 puntos.
Otro conjunto musical muy descolorido y soso fue por Alemania con el tema Viel Zu Weit compuesto y escrito por Stefan Zauner. Se trata de una banda de cinco señores muy altos y algo maduritos, pero atractivos. Son Muncherner Freiheit, naturales de Munich. En su país habían conseguido éxitos notables como músicos de categoría, pero tras Eurovisión su carrera dio un bajón. La verdad es que quedaron en decimoctava plaza con 18 puntos. La orquesta estuvo a cargo del veterano Norbert Daum.
Una promesa de la canción suiza era la joven Annie Cotton que seguía el modelo de Céline Dion, tanto en estilo como en puesta en escena. El tema Moi, tout simplement de Jean-Jacques Egli y música de Christophe Duc con arreglos de Marc Sorrentino, tenía todas las cartas para alzarse con el primer premio, tanto por la voz de la cantante, como por la melodía. Lo malo fue el vestuario y peinados de Annie Cotton. Esta chica tenía 17 años cuando fue a Millstreet, pero la vistieron de negro, con el pelo a lo loco y unas medias negras de señora mayor con zapatito plano. Peor no se podía ir. No es superficial esta reflexión porque cuando se lleva una buena canción y la chica resulta agradable en escena, no se la pude disfrazar para hundirla. Aun así quedó tercera, ya digo que podía haber ganado, con 148 puntos. Tuvo tres 12, de Alemania, Francia y Luxemburgo. Ha sido puntuación más alta de Suiza en todas sus participaciones, incluso más alta que la de la gran Céline Dion.
Tommy Seebach acompañado de su Banda -mejor la Banda que el solista- hicieron una triste aparición en este Festival en representación de Dinamarca. Teníamos en el recuerdo la magnífica actuación de Seebach en Jerusalem '79 y tampoco estuvo mal del todo en Dublin '81, aquí, además de demacrado, no tenía voz. El tiempo juega una mala pasada a algunos artistas. Este señor no necesitaba la humillación que se llevó en Irlanda con la canción Under Stjernerne Pá Himlen -Bajo las estrellas-, quedando en la plaza vigesimosegunda con 9 puntos. Cantaron en círculo. Empató en la antepenúltima plaza con Eslovenia. Sólo le votó Luxemburgo 3, Bosnia-Hecegovina 5 y Suecia 1. Es raro, pero ni Finlandia, ni Islandia, ni Noruega le dieron un solo voto y eso que allí es muy conocido. El tema está escrito por Keld Heick y la música era del mismo Tommy Seebach. Dirigió la orquesta Dans Baumer. Hay que hacer una mención especial para este hombre que fallecería diez años después a la edad de 56 años de un cáncer. Fue una estrella nórdica que dejó huella gracias a sus tres participaciones, sin duda su mejor actuación, la primera de Jerusalén.
Grecia llegó con aire mediterráneo, casi nunca varían, con Katerina Garbi, una morena de ojos claros que sacó un traje muy provocativo en azul celeste que enseñaba su escultural figura a través de unas rajas que le recorrían el cuerpo desde el brazo al tobillo. Estaba escoltada por cuatro músicos y una chica de coro. El tema estaba inspirado en Grecia y su tierra de sol y clima cálido, Ellada, hora tou fotos -Grecia, tierra de luz-, compuesta por Dimosthenis con arreglos de Haris Andreadis. Levantó muchos aplausos del público irlandés y obtuvo una plaza justa, 64 votos en la novena posición. Tuvo el 12 de Chipre.
La pobre chica de Bélgica, Barbara, fue relegada al último puesto con sólo 3 puntos que le dieron sus vecinos, los alemanes. El tema Lemand Als Jij está compuesto por Marc Vliegen y letra de Tobana. Dirigió la orquesta Bert Candries. Era una balada soporífera que no gustó por su puesta en escena, unido a la mala suerte que les da cantar en flamenco. En la preselección belga estuvo Lisa del Bo, que no ganó con el tema Vlinder, aunque salió después, en el '96, con otro tema muy marchoso. Junto a la cantante de Portugal, Barbara era la más joven de este año y también de las peor vestidas de la historia del Festival.
Malta escogió a William Mangion que era la versión maltesa de Joe Cocker, con la voz rota y ese típico espasmo o tic gestual que hace al cantar. Cantando en inglés este país estaba teniendo mucha suerte desde 1991 que volvió a Eurovisión tras un montón de años sin salir. Del sexto lugar del '91 pasan al tercero del '92 y en Millstreet fueron octavos con 69 votos, que no está nada mal si tenemos en cuenta que este tema era poco original. Sonaba a otros muchos ya oídos por cantantes americanos o ingleses. This Time era su título, escrito y compuesto por el mismo intérprete y Jesmond Tedesco en la letra. Los arreglos fueron de Joseph Sammut. Hay que destacar que la presencia de Moira & Chris que eran novios todavía y luego volverán a Eurovisión como dúo en 1994, a punto de casarse.
Una modelo, porque cantante no era, representó a Islandia con Paveistu Svarid, escrita por Fridrik Sturluson, música de Jon Kjell Seljeseth, que también dirigió la orquesta. Inga interpretó con una sosería absoluta esta canción, y a parte de llamar la atención por su belleza nórdica no atrajo a los jurados ya que sólo fue decimotercera con 42 votos y aún le hicieron un regalo por el tema era una reiteración continua sin ninguna imaginación. Hija, tanto movimiento sosango de cadera no te sirvió para mucho, qué le vamos a hacer, si no se tiene voz no se tiene…
Lo que sí fue una injusticia es que la movida Maria Magdalena cantada por Tony Wegas, de 28 años, representando a Austria quedara peor que la islandesa. Fue decimocuarto con 32 votos y gracias a que Bosnia Herzegovina le dio un 12, sino aun hubiera quedado más abajo en la tabla. El tema esta compuesto por Christian Kolonovits & Johann Bertl. La letra es de Thomas Spitzer. Tony, de nombre real Anton Sarköki, gitano de origen húngaro, interpretó él solito las siete canciones para salir en Millstreet en la preselección austriaca. Acertaron con el tema escogido, pero no tuvo suerte en Irlanda. El coro de cinco chicos era muy bueno también. Tony Wegas quedó mejor en Malmö '92, fue séptimo.
Portugal escogió a una chica adolescente, como Bélgica, pero con una balada de corte clásico muy bueno que gustó mucho al público, pero le fallaron algunos jurados. Debía haber quedado entre las cinco primeras. Sólo fue décima con 60 puntos a pesar de haber recibido dos 12, uno de España y el otro de Holanda. Anabella era la chica de 16 años nacida en Lisboa que llevó un vestido inspirado en la moda de los años cincuenta, con falda can-can. Era una niña muy candorosa que conjuntó a la perfección con la orquesta y el piano en el tema A cidade até ser dia, escrita y compuesta por Pedro Abrantes, Marco Quelhas y Paulo Dacosta. Dirigió la orquesta Armindo Neves. Ese año podía haber vuelto por Portugal el indescriptible José Cid, que ya salió en el '80 en La Haya, y en el '81 en México y la OTI, pero los votos se decantaron por la joven lisboeta en la preselección que hizo la televisión portuguesa. Precisamente, Anabella también fue a la OTI '93 representando a su país, pero ganó España con Ana Reverte. Se celebró en Valencia y los presentadores eran Paloma San Basilio y Joaquín Prat.
Francia se inclinó por el folk con aroma corso y mediterráneo. El intérprete Patrick Fiori había nacido en Marsella y era de madre corsa y padre armenio. Con semejante fuerza racial llevó el tema Mama Corsica, dedicada a la tierra que vio su niñez, ya que se crió allí. El coro se unía a Patrick en un canto orgulloso por el nacionalismo corso, que no tuvo ninguna repercusión política porque no fueron más allá de la descripción de la bella isla mediterránea. El autor y compositor es el joven cantante francés François Valéry y los arreglos fueron de Christian Cravero. Fueron cuartos con 121 votos, y en todo momento podían haber ganado también, pero para que algo genuinamente mediterráneo gane tiene que derrumbarse la idiosincrasia propia de este Certamen, si no, es imposible. De todas formas este año, Dinamarca dio un 12 a un tema como de aire sureño, el otro 12 de Francia le llegó de Portugal, grandes aliados en Eurovisión.
Y tras la belleza francesa llegaron los guapísimos suecos llamados Arvingarna. Eran un cuarteto de rubios muy populares en Suecia, se hicieron hasta sellos con su imagen. Son hijos de músicos de bandas musicales suecas, por eso se llaman Los Herederos -Arvingarna- según la crónica de Uribarri. Con un tema de corte años sesenta, tupés a lo Elvis incluidos, llevaron la tierna Eloise, canto a una chica mona que les robó el corazón. La letra es de Gert Lengstrand y la música de Lasse Holm. Dirigió Curt-Eric Holmquivst. Ocuparon una meritoria séptima plaza con 89 votos, creemos que más por la imagen de los chicos que la canción en sí, bastante simple en su composición.
En medio del arsenal económico que puso el magnate irlandés Duggan qué mejor premio a su generosidad que darle un primer lugar a Irlanda de nuevo. Si no, no se entiende que una canción tan sosa y descolorida como In your Eyes -En tus ojos- pudiera ganar, y que me perdonen sus fans incondicionales, que me consta que los hay. La intérprete Niamh Kavannagh, una empleada de banco -trabajaba para el Allied Irish Banks- tenía 25 años y había nacido en Dublín. Es pelirroja teñida como Linda Martin, pero que al contrario de esta última, la Kavannagh no hacía más que dar berridos en un intento por darle énfasis a lo que no lo tiene. Reconozco que este año no había competencia, pero Francia, Portugal y por supuesto Holanda podían haber ganado por encima de la ñoñería irlandesa a la que deberíamos ir acostumbrándonos en los años consecutivos. Este año la letra y la música son de Jimmy Walsh, con arreglos del afortunado Noel Kelehan. Ganaron con 187 votos y la desproporcionada cifra de siete 12. Para que decir más, el público daba unos gritos impresionantes, asombrados por un lado, y contentos sobre todo por haber ganado a los ingleses, sus máximos rivales hasta la última votación, que muy misteriosamente fue la de Malta. El jurado maltés debía haber votado en el lugar que le tocaba por actuación que era la octava plaza, pero la comunicación se cortó y le dejaron para el final. Después, en pleno éxtasis de emoción en Millstreet, inhibidos, dieron cero puntos al Reino Unido y un 12 a los irlandeses, que claro ganaron por una diferencia modesta. Si el 12 se lo hubieran dado al Reino Unido estos hubieran quedado con 176 votos e Irlanda con 175, pero como fue al revés, los ingleses se aguantaron con su 164 final y los irlandeses fueron inmerecidamente premiados con 187 puntos. Y con ello se concedió el pequeño sueño de una banquera de provincias, según prensa de la época, por que de ella poco más se ha sabido.
Luxemburgo eligió a una pareja chirriante para esta edición de Millstreet. Se trata del dúo Modern Times (Simone Weiss y Jimmy Vartan) que entonaron sin fortuna el tema Donne moi une chance de Jimmy Martin y Patrick Hippert. La orquesta estuvo a cargo a Francis Goya. Fueron vigésimos con 11 puntos y gracias a que Malta le dio 10, el otro punto se lo regaló Eslovenia. Este año quedaron 10 países con menos de treinta votos, debido al desmadre que se ofreció a los dos primeros puestos. Como pareja no pegaban, pero es que los autores no se esmeraron este año tampoco en uno de los países que más veces había ganado Eurovisión. Perdieron el rumbo hacia 1989 y ya no lo han recuperado. De momento fueron eliminados para la cita de 1994.
Eslovenia que salía por primera vez en Eurovisión como país independiente llevó un grupo musical encabezado por un solista muy humorístico. Son 1 x Band. Se inspiraron en los años setenta en su vestuario, pero más bien parecían sacados de una película de Almodóvar, por el colorido, las plataformas, los recogidos y los pantalones de pata de elefante, que volvían a estar de moda. El tema se titula Tih Dezeven Dan -Un tranquilo día de lluvia-, escrito por Tomaz Kosec, con música de Cole Moretti. Dirigió Jozef Privsek. Era bastante simplón y aunque en la preselección yugoslava celebrada en Liubliana fueron primeros de los seis países del Este que se presentaron, en Irlanda quedaron en la vigesimosegunda plaza con 9 puntos, empatando con Dinamarca.
Una vieja gloria nórdica nacida en 1945 y cantante desde los sesenta, todavía en activo fue la propuesta de Finlandia, hay qué ver lo bien que se conserva artística y físicamente a día de hoy. Su nombre no es otro que Katri Helena, que representó a su país también en 1979, fantástica. En Irlanda quedó peor situada con 20 votos y la decimoséptima posición. Tule Luo -Ven a mí- era la canción finesa, compuesta por Matti Puurtinen y letra de Kukka Saarinen, los mismos de La dolce vita del '89, donde se cosechó un éxito mayor. Aunque fue emotiva su aparición no consiguió conmover a los jurados, con sus ojos azul claro, su faz madura pero interesante y vestido azul turquesa. La canción tenía un cierto toque folclórico tradicional muy pegadizo, con acordeones incluidos. Dirigió la orquesta Olli Ahvenlahti.
Fue también emotivo ver la representación de Bosnia Herzegovina en el Festival. Debutaron como país igual que los eslovenos y los croatas. De los tres era la canción más pasable, aunque el coro era algo parados, bailaban como a cámara lenta con una pasito simple a más no poder. Su título es Sva Bol Svieta -El dolor del mundo entero-, interpretada por el conjunto de seis componentes, Fazla. La letra es de Fahrudin Pecikoza y la música de Edin Dervishalidovic. Como no llevaron director de orquesta les hizo la vez Noel Kelehan. Fue una proeza que se presentara esta delegación ya que en su país estaban en plena guerra. El vídeo clip de promoción de la canción lo grabaron en medio de los disparos en Sarajevo. En Bosnia no se retransmitió la gala y la comunicación telefónica llegó con muchas dificultades a la sala. Sólo obtuvieron 27 votos, con un 12 dado por Turquía. Fueron decimosextos. Por lo menos se llevaron la unánime ovación de la sala, la más grande junto a la de Irlanda que para algo eran los anfitriones. Los beneficios de este tema fueron para los hijos de los soldados muertos en el conflicto balcánico.
Los británicos aguantaban con estoicismo y resignación ser los segundos en la clasificación general, como volvió a pasar en 1993, repitiendo la historia del '92 y la de otros muchos años antes, y los que vendrán. Consiguieron 164 votos con Sonia Connor, nacida en Liverpool, que salió acompañada de su hermana Carol en el coro. El tema Better The Devil You Know en forma rock, fue un éxito ese verano ya que la canción era pegadiza al cien por cien. Sonia se movía muy bien en el escenario resultaba simpática aunque tampoco es de lo mejor que este país ha llevado al Certamen a lo largo de su historia. El tema está escrito y compuesto por Dean Collison & Red. Dirigió la orquesta Nigel Wright. Junto al tema de Croacia eran las favoritas.
Holanda sin ser tan favorita resultó un shock por su innovadora puesta en escena, dejando atrás la ñoñería que predominaba este año. Ruth Jacott, la cantante nacida en la Guayana Holandesa, fue la más perfecta intérprete de la noche con el tema Vrede -Paz-, eurovisivo del todo, y con diferencia el mejor de Millstreet. Con el voto del espectador hubiera sido la ganadora, sin lugar a ninguna duda. El magnífico tema está compuesto por Jochem Fluitsma y Erik Van Tijn. La letra es de Henk Westbroek. Dirigió Harry Van Hoof. En el conjunto del coro estaba el novio de Ruth, Humphrey Campbell -antillano que representó a Holanda en el ‘92- Estupendos es la palabra que los describe y sólo fueron sextos, con 92 votos y un 12 que le dio Irlanda.
Siendo favoritos no obtuvieron lo esperado. Croacia llevaba todos los ingredientes para ganar, primero porque el título iba en inglés, Don't Ever Cry -No llores más-, segundo porque debutaban como país independiente cargado de expectación política. Después porque el grupo musical estaba formado por tres chicos y tres chicas guapísimos llamados Put, propios de cualquier pase de modelos de lo más cotizado y también porque la melodía tenía una composición en forma de himno emotivo muy fácil de recordar, con soneto parecido a un villancico navideño. La letra y la música son de Andrej Basa y Dorde Novkovic. Dirigió la orquesta A. Basa. Como es habitual en Eurovisión nunca se cumplen las expectativas y quedaron en decimoquinta posición con 31 votos. La verdad es que los críticos musicales se aventuraron demasiado en ponerla como favorita porque tampoco había para tanto.
Como en 1982 España quiso llevar la rumba española en voz de una andaluza con toque folklórico, pero moderna. Se trata de la gaditana Eva Santamaría, de 22 años, que recordaba mucho el estilo de Lucía. Precisamente causaron la misma impresión en los jurados. España fue undécima con 58 votos -Lucía fue décima con 52- y un tema polémico, por su un pretendido feminismo, que no tenía en realidad, pero la traducción al inglés lo interpretó mal. Llevaba un coro algo raro, un venezolano y una peruana que no tenían nada que ver con los bailarines que se desbordaban saltando en una especie de rap que no ligaba con lo que Eva estaba cantando. Entre ella con el traje de faralaes, sexy llegada del sur de España, el coro con las maracas y la sabrosura, propio de Cuba, y el bailecito tan horrendo que se pegaron los chicos que parecían recién llegados del mismo Miami. Se mostró al Mundo toda la paleta musical de Hispanoamérica en un mejunje intragable que se grabó para más inrri en Los Ángeles, por aquello de la inspiración, que no sé de donde sacó el periodista Carlos Toro. Él compuso el tema Hombres, bajo los arreglos desacompasados de Eduardo Leiva para que los españoles termináramos de abrirnos las venas, como en el '74 con Peret o en '83 con Remedios Amaya. Aun tuvimos demasiada suerte en el '93 y lo siento por Eva Santamaría que estuvo muy desaprovechada cuando es una cantante estupenda, exactamente igual que Peret o Remedios Amaya, pero una mala producción y ejecución de un tema pueden ser un desastre, más no podemos pedir, y menos quejarnos.
Eva Santamaría se había dado a conocer en el famoso programa de cazatalentos llamado Gente Joven, donde triunfó la Pantoja, Francisco y Mecano, por ejemplo, y de ahí grabó su primer disco de sevillanas en 1990 y luego se dedicó a las rumbas más populares de nuestro amplio cancionero de posguerra. Fue novia de uno de los componentes de Cruz y Raya -el rubio-
Chipre vuelve a ser castigada, esta vez sin razón, con el dúo masculino Chiriakos Zymboulakis & Dimos Van Becke y el tema Mi Stamatas. Es una balada excelente, muy bien interpretada por los dos chicos que sólo consiguió 17 puntos y la decimonovena plaza. Otra vez les tienen que dar las gracias a sus vecinos los griegos que le obsequiaron con un 10. Cinco votos se los dio el Reino Unido y 2 Dinamarca y con eso se acabó lo que se daba, una vergüenza de nuevo para este resignado país. Otros años, con temas peores han quedado mejor colocados. El tema del '93 está compuesto por Aristos Moschovakis letra de Rodoulla Papalambrianou. Los arreglos musicales eran de George Theofanus, que acudió a Millstreet en compañía de su esposa la cantante chipriota Evridiki, que salió en el '92 y en el '94 como intérprete.
Los israelitas no se preocuparon en las formas porque ya la tenía ensayada de años atrás. Se trata de un conjunto musical, con voz solista femenina al piano, que recordaba un poco por su aspecto la madrastra de la Cenicienta. Eran Lahokat Shiru que cantaron Shiru en un alarde de acorde vocal muy subido de ánimo. La canción es de Yoram Tharlev la letra y música de Shaike Paikov. La orquesta estuvo bajo la batuta de Amir Frolich. Por el estilo tan parecido a otros años se podría pensar que quedarían en buena plaza. No fue así, fueron derribados de la palestra al penúltimo puesto con 4 puntos que le dio Portugal 3 y Francia 1.
Y acabó para sopor de la sala, de propios y extraños, la niña repelente de Noruega, Silje Vige, de 16 años, con la muy intencionada Alle Mine Tanka -Todos mis pensamientos-, canción en forma de himno que atraía al público porque entre ellos había un grupito de afines que se ponían a dar palmas y alzar los brazos al son de la melodía, compuesta y escrita por Bjorn Erik Vige. Los arreglos eran de Rolf Løvland. Sé que con estas declaraciones me voy a enemistar con los eurofans noruegos, que han calificado esta canción como la mejor de todos los tiempos de su país en Eurovisión. Me da igual, porque yo la encuentro inaguantable. Prefiero las sonrientes melodías de Kristie Sparboe o la inevitable Anita Skørgan, puestos a elegir lo más raro. Quedó quinta con 120 votos, y al principio de las votaciones era la primera, gracias a tres 12 que recibió de Grecia, Finlandia y Croacia. Estuvo apoyada por dos músicos que tocaban la guitarra y el buzuki y una voz de coro.
Johnny Logan amenizó el intermedio con coro de niños del Conservatorio de Cork que llevaban las banderas de todos los países del mundo.
Este año Christian Klaus era el secretario de la UER encargado de controlar las votaciones ya que Frank Naef se retiró en el '92. Linda Martin entregó el premio a los flamantes ganadores del '93, Jimmy Walsh, compositor y Niamh Kavanagh.
Y por ahí fueron los tiros de la trigésimo octava edición de Eurovisión y citarnos de nuevo en Irlanda, Dublín, para 1994, y es que por entonces eran los años dorados de ellos, los irlandeses, que nos daban a las demás delegaciones, mucha, pero que mucha envidia, ¿no me diréis qué no? ¿Nos llegará a nosotros alguna vez una etapa tan dorada, a parte de la que tuvimos entre 1966 y 1973?
Reyes del Amor, 27/09/08
Conversación