EUROVISION DANCE CONTEST: ÉRAMOS POCOS Y PARIÓ LA ABUELA

Un nuevo programa de la UER bajo la marca de Eurovision vio ayer la luz en su primera edición. Hubo un tiempo en el que el pueblo llano pensaba que Eurovisión era solamente el nombre de un festival de canciones (gran error por otra parte, puesto que Eurovisión es el nombre de una red internacional […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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EUROVISION DANCE CONTEST: ÉRAMOS POCOS Y PARIÓ LA ABUELA

Un nuevo programa de la UER bajo la marca de Eurovision vio ayer la luz en su primera edición.

Hubo un tiempo en el que el pueblo llano pensaba que Eurovisión era solamente el nombre de un festival de canciones (gran error por otra parte, puesto que Eurovisión es el nombre de una red internacional de enlaces de televisión que sirve para mil cosas más).

Al menos, ese error servía para identificar fuertemente la palabra Eurovisión con algo importante y anual dentro del mundo de la canción.

Ahora ya, mucha gente empieza a dudar si Eurovisión es un Festival de la Canción, un Concurso de Baile, una Pasarela de la Moda o un Concurso de Castillos de Arena en la playa. Mejor no dar más ideas porque son capaces de sorprendernos próximamente con cualquier cosa.

The Eurovision Castles on the Beach Contest. ¿Se dignaría TVE a querer organizar la primera edición o alegaría en un comunicado al diario El País que España no tiene playas?

Coñas aparte, parece que la UER se ha empeñado en explotar su faceta de productora televisiva, sacándose de la manga los máximos concursos posibles todos bajos el epígrafe Eurovisión, con eso de que la palabra ya tiene renombre.

El problema es que tanto chupar de la palabra, van a acabar desmoronando al único de todos los Festivales de Eurovisión que realmente ha funcionado más de medio siglo y que vivieron ya hasta nuestros abuelos.

Todavía la versión Junior del Festival de la Canción, tenía "su cosa". Sobretodo desde que hace 17 años se impusiera una edad mínima para participar en el Senior. Aunque reconozco que tal y cómo ha derivado el JESC, soy de los que comparte las razones dadas por TVE para darle la espalda al concurso infantil. Más vale tarde que nunca.

Y era evidente que aparte de una fábrica de niñas repipis, el JESC era (y es, que aún existe) una tomadura de pelo para la inteligencia humana:

¿Alguien se ha creído alguna vez que las canciones las componían realmente los niños? Sea como fuere, el concurso funcionaba relativamente bien.

Pero el Eurovision Dance Contest (este es el de baile, no se pierdan) parece que responde más a una moda pasajera presente en varias televisiones europeas que en un espectáculo atractivo y con gancho permanente en la población. No hay una industria por detrás empujando, contribuyendo y chupando del tema del baile, como industria discográfica en los festivales de la canción.

En cuanto a la primera edición de ayer, organizada por la archiprestigiosa y poderosa BBC, me pareció demasiado descafeinada como producción televisiva:

El contenido no tuvo ni glamour, ni chispa, ni gancho, ni nada de nada. El decorado, correctito estéticamente y muy poco llamativo, de tal forma que alguien haciendo “zapping” podía haber pensado que aquello era el Pasapalabra, El Semáforo, o VIP Noche con Emilio Aragón.

Claro que en un estudio de televisión de la BBC tampoco se puede mucho más. Pero con un poco de ganas, aquello se podía haber montado en un mini estadio, rodeado de público, y con la plataforma de baile en el centro rodeada de focos.

Me temo que tanta escasez de pompa fue como cuando los británicos organizaron el Festival de Eurovisión de 1998: Todo con un toque de coña y sin demasiada espectacularidad …“no vayan a pensar en Europa que en la BBC nos tomamos en serio todo esto de Eurovisión”.

Para contribuir a ello, la BBC nos puso a dos insustanciales como presentadores que sobretodo en las votaciones hacían de “somos maleducados porque pasamos de todo esto, pandilla de frikis europeos. Dame los puntos ya y déjate de saludos.”

Con todo este panorama, pongo la mano en el fuego a que el EDC tiene los años contados antes de arrancar.

Y qué decir del debate post festival en TVE. ¿Por qué en España no se sabe perder?

Cuando perdemos, nunca es porque los demás lo hayan hecho mejor, sino por cosas como “Eurovisión es así”, “el vecinismo”, “no nos comprenden”…

Propongo que tras el próximo Festival de Eurovisión, TVE directamente nos ahorre el orgullo patrio español más rancio y cegato en la voz de los contertulios de turno y directamente cuelgue durante un minuto en pantalla el siguiente letrero:

“Españoles, hemos quedado mal en este festival porque nos tienen manía y mucha envidia, pero que conste que éramos los mejores por la gracia de Dios. Vivapaña.”

Así ahorramos tiempo de televisión (que está muy caro) y nos da para meter una corridita de toros, donde ahí si que no nos gana nadie.

Si comparamos el ESC con el EDC, vemos que son radicalmente opuestos hasta en las cosas más curiosas e insignificantes:

La primera edición del EDC la ha ganado Finlandia, dejando a Suiza con 0 puntos. En el ESC fue Suiza el primer ganador, y Finlandia el país al que más años le ha costado ganar.

Por otra parte, Suiza acabó última habiendo salido a bailar en primer lugar. En el ESC sin embargo, nunca el país que abre el concurso ha quedado en último lugar.

A pesar de que las líneas para votar permanecieron abiertas desde la primera canción, el ganador fue el último país en actuar, mientras que el que antes salió a escena se quedó con 0 puntos. Esto supone el mayor aval al sistema de televoto que abre las líneas durante todo el programa.

Pues nada, que espero que el coñazo de ayer no se repita más.

Para Beatriz Pecker: Me alegra que hayas estado de nuevo en la cabina como comentarista, tras las noticias de este año. Aún así, vete preparándote la sombrilla y las chancletas porque el año que viene te envían a una playa báltica a retransmitir el Eurovision Castles on the Beach Contest, ensayos incluídos. Tiempo al tiempo.

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