ESC 2011: CAPERUCITA ROSA Y EL LOBO FEROZ

Saludos a tod@s l@s eurofans. Ya estamos en carnaval y nos viene como anillo al dedo para comentar el Eurofestival del 2011, que pasará a la historia de la España eurovisiva como «el año del Bailao». Asistimos a dos carnavales aquel año en TVE: el de febrero en Sitges y el de mayo en Düsseldorf. […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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ESC 2011: CAPERUCITA ROSA Y EL LOBO FEROZ

Saludos a tod@s l@s eurofans. Ya estamos en carnaval y nos viene como anillo al dedo para comentar el Eurofestival del 2011, que pasará a la historia de la España eurovisiva como «el año del Bailao». Asistimos a dos carnavales aquel año en TVE: el de febrero en Sitges y el de mayo en Düsseldorf. La semana del festival se ha convertido en un segundo carnaval de primavera en muchos países, como por ejemplo en los nórdicos, que se la toman más en serio que la de los Juegos Olímpicos de Invierno.

Previamente al carnaval de febrero, TVE nos montó su ya clásico sarao para elegir canción e intérprete de cara al carnaval de primavera. Allí acudió, entre otros, la gallega Lucía Pérez, cual inocente, frágil y delicada «Caperucita Roja». Pensó la confiada y muy ilusa Lucía que TVE iba a ser sincera y la mar de noble con ella, y que Eurovisión era algo parecido al festival de Viña del Mar, en el cual ya había participado. En Viña del Mar se clasificó ni más ni menos que en 2ª posición. ¡Que equivocada estaba Lucía!

En realidad, «Viña del Mar» no tiene formato televisivo y Eurovisión sí. Y ya sabemos lo que eso significa hoy día en España: ¡Todo por la audiencia!, aunque sea a costa de pitorreo y, como en este caso, de evitar además el triunfo aunque parezca raro. Hay que tener en cuenta también que el festival sudamericano tiene más prestigio a nivel internacional. Y esto no lo digo sólo yo, lo dicen los propios músicos, como por ejemplo el mismísimo J. Carlos Calderón cuando le entrevistaron en 2010 para que opinara sobre la canción de Daniel Diges; no me acuerdo ahora bien si fue en la web de A.E.V. o en TVE.  Esto no quiere decir que Eurovisión no sea importante, que conste.

Dio mucho que hablar el «Bailao». Si esta canción era la mejor de las tropecientas mil que se presentaron, ¿qué clase de bodrios serían las demás?  Aunque no trascendieron, si se hubiesen editado varios CDs con el resto, probablemente hubiera sido para cagarse. O bien morirse, una de dos.

Queda claro pues que, en España, la principal enemiga de Eurovisión es la propia TVE, y de eso, parece ser, que no estaba informada la dulce Caperucita, protagonista de nuestro especial y curioso «cuento» que les voy a narrar. No se podía imaginar ella las abyectas maquinaciones que se fraguaban entre bastidores.  

Así pues, el sábado 18 de febrero, toda decidida penetró nuestra particular Caperucita, a la que sólo le faltaba la capucha roja, en un frondoso y espeso bosque de lo más peligroso. Feliz iba ella, dando saltitos y cantando las canciones que le habían enseñado, incluído el «Bailao» a pesar de que no era muy de su agrado.

– «¡Ouó, uó, uooo!, ¡para churu, churu, churuuuu…» –  aullaba y parachuruchaba ella, sin imaginarse la que le esperaba.

El lobo feroz, que los secuaces de TVE habían dejado suelto, rondaba por allí cerca acechando a la que sería su futura víctima. Un lobo que hasta tenía nombre propio: Boris Izaguirre. Andaba por allá también desorientada y perdida una leñadora, la cual divisó de lejos a Caperucita y al astuto lobo que la vigilaba, habiendo adivinado las malas intenciones de éste. La leñadora se llamaba Reyes del Amor. El bosque se hacía cada vez más oscuro y neblinoso, por lo que la tal Reyes no pudo dar alcance al lobo y vio, desolada e impotente cómo, finalmente, iba a ser imposible salvar del peligro a la frágil y desamparada niña. En un recodo del camino  sorprendió el lobo a Caperucita. Estaba tan hambriento que se avalanzó sobre ella, abrió sus fauces y se la zampó en un periquete. Llegó la leñadora al lugar del horrendo crimen y quedó aterrorizada al ver la escabechina que Boris había cometido contra su inocente víctima. 

Tras este inesperado final y contra la que cabía esperar, el lobo feroz, con su participación estelar, acabó por convertirse en el protagonista principal del «cuento». Fue la verdadera estrella de aquella tarde-noche tan cruenta.

Llegados a este punto, debería decir aquello de «colorín colorado este cuento se ha acabado». Pero no fue así. Arrepentidos los malajes de TVE, sintiéndose responsables del terrible suceso, decidieron recomponer a Caperucita, a partir de los desechos que de ella había dejado el lobo, y resucitarla para darle una segunda oportunidad si se avenía a sus deseos.

Efectuado el milagro quisieron los muy malvados, antes que nada, dejarle las cosas bien claras a la indefensa niña, y le dijeron:

– «Mira Caperucita. Te lo vamos a explicar: Tú tienes que ir con el «Bailao». Es lo mejor. Haznos caso. No te importe hacer un poco el ridículo. Ten en cuenta que te verá mucha gente, alcanzarás la fama en Europa y nosotros te prometemos una gran recompensa. Además, gracias a tí, TVE obtendrá un gran pico de audiencia ,y lo que es mejor, se ahorrará el coste de organizar el evento el próximo año. Y manda a freír espárragos ya de una vez a ese amigo tuyo, José Mª Purón, que es un pesao con las baladitas esas. Sólo quiere engañarte y hundirte, va a ser tu perdición. No seas tonta. ¡Ah! y «de roja» nada de nada, tienes que ir «de rosa», que es el color oficial del carnaval. ¿Entendido?» –

Acojonada estaba la resucitada Caperucita mientras escuchaba atenta tal sermón. Pero no acabó aquí el broncón. Los malhechores continuaron con el rapapolvo de la siguiente manera:

– «Si no aceptas lo que te proponemos tendrás que pasar otra vez por ese tenebroso bosque y te volveremos a echar a la fiera que ya conoces. Y olvídate de esa leñadora de la que te han hablado, porque tampoco esta vez estará allí para ayudarte. Ya nos encargaremos nosotros de tenderle otra trampa y dejarla fuera de combate. Así que, tú misma, ¡decídete!» –

Ante semejantes amenazas, Caperucita, sumisamente, no tuvo más remedio que aceptar. Sumisa, inocente, ilusa, incauta, confiada, indefensa, desamparada… No tengo adjetivos suficientes para calificarla a la pobre.

Así pues, se fueron todos juntos a Sitges para celebrar el carnaval de febrero. Allí rodaron un vídeo de aficionados, de la manera más cochambrosa posible y de tal resultado que, para qué les voy a contar. Pretendían, los muy zorros, promocionar así el «Bailao», pero la verdad es que para lo único que sirvió fue para cachondearse todavía más de la desgraciada Caperucita, la cual empezó de esa forma a hacer el más espantoso de los ridículos.

Y llegó mayo, con la semana del carnaval de primavera europeo compuesta por sus dos grandes rúas del martes y el jueves, y la del apoteosis final del sábado. A esta última se subió la linda Caperucita engalanada con su vestidito rosa y su canesú, y acompañada de una coreografía que mejor ni les cuento. TVE tuvo su esperada gran audiencia, y no se comió un rosco en el reparto final de premios, con lo que se evitó sufragar los costes del carnaval del año siguiente.

Tras su actuación, regresó Caperucita Rosa a su pueblo, allá en la misteriosa Galicia profunda, y quedó en espera de la fama europea y de la recompensa prometida. Allí sigue sentada en el sofá del salón de su casa, todavía a día de hoy, llena de moho y telarañas de tanto esperar. Está ya florecida.

Imaginen  por un momento, que viajase yo ahora, por ejemplo, a una ciudad alemana; entrara en una tienda de discos, y preguntase a uno de los dependientes (que hubiera vivido en España) lo siguiente: – «¿Tiene lo último de Lucía Pérez?» -. Lo más probable es que me mirase de arriba a abajo, alucinado, y me contestara: – «¿Y esa quién es? ¿la que prepara cada día los huevos fritos con jamón del desayuno en casa de Núñez Féijoo, o en el Palacio de la Zarzuela tal vez?» -.

En cuanto a los ganadores del carnaval, prefiero no hacer comentarios al respecto. Vamos a ver, a mí no me gusta que RTVE tome el pelo a la gente, pero todavía me gusta menos la Mafia, o las mafias (así en plural), vengan de donde vengan. Además, hablar de ellas me pone de mal humor, y eso no va con esta columna. Creo que ya se ha hablado suficiente sobre ello.

Desde luego, hay que reconocer que Eurovisión tiene muchos misterios a lo largo de su historia. Mucha gente rara pasa por él. De hecho, el festival es un verdadero misterio en sí. Más que nada por los resultados finales a los que ya nos tiene acostumbrados. Como así sucedió también ese año. Estoy por montarme otra columna titulada «Eurovisión:  Misterios sin resolver». A ver si alguien se anima y la hace. Iker Jiménez (y Carmen Porter) podría dedicarle una sección especial en su famoso programa sobre alienígenas, abducidos, hombres-lobo, brujas,  muertos, resucitados, aparecidos y cosas raras de esas. Podrían llamarla  «IV MILENIO EUROVISIVO».

Para acabar, y ya que estamos a punto de entrar en plena temporada eurovisiva en este 2013, me gustaría hacer un pequeño comentario acerca de los tres osados representantes de este año que se han atrevido a aceptar la propuesta de RTVE. Esperemos que no les obliguen a atravesar ningún bosque, selva virgen o jungla, porque si es así, que no les pase ná. Hay más esperanzas este año de que eso no suceda, y salgan sanos y salvos de la experiencia, puesto que ellos mismos han compuesto las canciones. También les deseo que puedan elegir ellos los disfraces adecuados, y espero que la coreografía se la dejen en el patio trasero de su casa o, mejor aún, en el cuarto trastero.

El lobo feroz de RTVE devorando a otras dos de sus presas.  Tensión y suspense en el plató (o en el bosque tenebroso).

Como canciones más interesantes del 2011, he de decir que en esta ocasión ha sido bastante difícil la elección de las diez mejores a mi juicio, debido a que la calidad musical ha aumentado en los últimos años. Para que veáis que no soy tan mala como aparento. Aparte de las diez elegidas, también me gustaron otras, como por ejemplo la británica (I can de Blue) y la de los Jedward que, a pesar de que ellos dos son de lo más repelentes, reconozco que su canción no estaba nada mal aunque haya quedado fuera de este top 10.

Favorita:  

Love in rewind, Dino, BOSNIA-HERZEGOVINA


Follia d'amore (Madness of Love), ITALIA
Taken by a stranger
, Lena, ALEMANIA
Da da dam, Paradise Oskar, FINLANDIA
The secret is love, Nadine Beiler, AUSTRIA
S'an angelos s'agápisa, Chrystos Mylordos, CHIPRE
What about my dreams?, Katy Wolf, HUNGRÍA
In love for a while, Anna Rossinelli, SUIZA
Watch my dance, Loukas Giorkas & Stereo Mike, GRECIA
Sognu, Amaury Vassili, FRANCIA

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