Con la llegada de nuestro ya tradicional sondeo en la búsqueda del artista idóneo nos damos cuenta de que estamos llegando al fin de esta época estival, algo triste, pero comienza la carrera eurovisiva hacia Dinamarca 2014. ¿Quién es el artista idóneo para representarnos?

Bueno, yo me plantearía otra pregunta: ¿Quién está dispuesto a representarnos? En los últimos años, hemos visto como TVE tergiversa la realidad afirmándo que nos representan artistas de primera línea, cuando la realidad es bien distinta. Pastora Soler y El Sueño de Morfeo nos han representado porque sus carreras músicales estaban en un punto bajo, de capa caída, y el representar a España en el festival podría significar un relanzamiento de las mismas. Me muestro bastante reticente a creer que artistas que están en un punto álgido de su carrera, como Pablo Alborán o Dani Martín, estuvieran dispuestos a representarnos en nuestro festival preferido. La pregunta es por qué.

Nosotros, los eurofans, tan sabios, y que somos los que más sabemos y queremos el festival, nos empeñamos en justificar que artistas consagrados quieran ir a Eurovisión por miedo al resultado que obtengan o por lo mal que gestiona TVE la candidatura. Aún recuerdo lo manipulables e hipócritas que fuimos al afirmar que Soraya quedó en la posición 23 porque TVE no había emitido la semifinal, y que nos había reducido un montón de puntos la UER, o que ya directamente por ese hecho la gente no nos votó, pero que hubieramos ganado si no hubiera sucedido eso. No, señores, Soraya no consiguió más puntos porque no gustó. TVE puede hacer mejor o peor su trabajo, pero el resultado depende de la canción.

Ahora bien, no me quiero ir por los cerros de Úbeda. Nos empecinamos en echar las culpas a otros y no nos damos cuenta de que un factor muy importante de ese miedo a acudir al festival lo tenemos nosotros. Sí, nosotros, los eurofans, esos que somos tan buenos y que tanto queremos al festival, somos capaces de lapidar a cada artista se presente o no.

En primer lugar, insultamos a cantantes que afirman que no quieren representar a España en Eurovisión. Les llamamos cobardes, que les da miedo el resultado, etc. ¿Y qué? ¿Alguien merece que le insultemos, que digamos que ya no vamos a escuchar sus canciones porque no le da la gana acudir a Eurovisión? No señores, el festival no es el ombligo del mundo y es muy respetable que la gente no quiera acudir, porque no le guste o por lo que sea.

En segundo lugar, si un artista sí nos representa en el festival le lapidamos hasta la muerte. Esto suele suceder, salvo con Pastora Soler, que como buena diva la adoramos pese a llevar una canción bastante normalucha. Lo sucedido con ESDM este año ha sido alucinante. En cada noticia se ven insultos, críticas, faltas de respeto. Raquel cantó fatal, el resultado fue paupérrimo y no pasa nada. Ellos seguirán con su vida, con su carrera, y ya está.

Creo que es el momento de que cambiemos el chip. Debemos agradecer a quien nos represente, desde Las Ketchup hasta Pastora Soler. Debemos plantearnos que podemos opinar pero no faltar el respeto. Podríamos llegar a animar a que los artistas más consagrados acudieran al festival dándoles muestras de apoyo, y sí, con críticas constructivas pero sin masacrarlos. Un ejemplo muy parejo al nuestro es el que sucedió este año en Reino Unido. Bonnie Tyler cantó fatal, el resultado fue malísimo, y el público le agradeció y estuvo con ella.

Para ir acabando, creo que no tenemos una mentalidad de disfrutar del festival. Nunca llegamos a disfrutar de nuestras candidaturas. Yo este año era consciente de que íbamos a quedar fatal, y aún así disfruté como el que más porque ESDM es uno de mis grupos preferidos.

Sé que me lloverán muchas críticas, pero espero que este post os sirva para reflexionar un poco, y que cambiemos nuestra forma de opinar en cuanto al festival y nuestros artistas. Muchas gracias por vuestra atención y que disfrutad de la temporada 2014, que ya empieza.