Ha terminado Eurovisión 2008, y con los pies ya en Madrid después de diez días intensos en la capital serbia, es hora de hacer balance. Pocas sorpresas nos ha deparado un festival que ha ganado el gran favorito de periodistas, medios acreditados y apuestas de pago desde hace semanas, el ruso Dima Bilan.

La delegación rusa llevaba apostando fuerte y tenía muchas ganas de ganar Eurovisión desde hace varios años. Ya en 2006 el propio Bilan fue segundo; en 2007 las Serebro alcanzaron el tercer puesto; y este año iban a por todas y se han llevado, como es lógico y por méritos propios, el gato al agua.

Igual es apostar por un cómico de tienda de chinos salido de un gag televisivo que por un cantante pop, ídolo de masas en los países del Este, que ha trabajado con Timbaland (productor de Madonna), ha hecho un dueto con Nelly Furtado, tiene en su haber varios premios MTV y su meteórica carrera mira ahora hacia Estados Unidos y España. Igual es apostar por un tupé de mentira, una guitarrita de plástico, y dos actrices-bailarinas que se tropiezan que por el violinista húngaro Edwin Marton y el campeón del mundo de patinaje artístico Evgeni Plushenko.

Ahora bien, todavía hay plumillas que aprovechando su espacio mediático recurren por la ignorancia que les invade a la hora de tratar el tema eurovisivo a los simplismos y tópicos anuales para desprestigiar un Eurofestival que poco o nada conocen. Paradigma de tanta ignorancia e ignominia es Nico Rey, que en su blog de elmundo.es dice lo siguiente:

“La broma del Chiki-chiki supone el primer paso para terminar con esa megacorruptela en directo en que se ha convertido el certamen cantarín europeo por antonomasia. ¡Qué Eurobasura! Se le vio el plumero al bloque del Este eurovisivo. Ese nuevo frente de una Guerra Fría que recalienta sus conciencias a base de eurovotos comprados. Olé por ese Caballo de Troya desbocado que les hemos metido dentro”.

El señor Rey debería documentarse antes de utilizar el lenguaje para vomitar sandeces eurovisivas. ¿O va a resultar ahora que Rusia tiene 36 vecinos o son 36 las antiguas repúblicas soviéticas? Porque, señor Rey, a Dima Bilan le han votado 36 países de un total de 43, entre ellos España.

Al señor Rey también habría que recordarle, o mejor que se lo recuerde el señor Javier Pons y su amigo Andreu Buenafuente, cómo y con qué fin llegó Chikilicuatre a Eurovisión.

Y hablando de fines más o menos lícitos, a la televisión pública del señor Pons la jugada eurovisiva le ha salido redonda. TVE ha logrado todos y cada uno de sus objetivos.

1. Pasar sin pena ni gloria por el mayor festival de música del mundo enmascarándolo paradójicamente en que se ha salvado Eurovisión, no sea que vayamos a destacar en algo y a los europeos se les ocurra votarnos, como ocurrió ya en 1995 con la gran voz de Anabel Conde (¿dónde está la promoción de la Conde, señores de TVE? Ah, perdón, que esta CANTANTE con letras mayúsculas no es la gallina chikilicuatrera de los huevos de oro).

A Chikilicuatre apenas se le ha visto por Belgrado, ni en el Euroclub, ni en la After Party después de la final, ni en el Press Centre, centros neurálgicos eurovisivos, relacionándose con los medios de comunicación europeos, como sí han hecho otros cantantes, entre ellos el ganador Dima Bilan. A TVE no le interesa Eurovisión, y mucho menos ganar, no sea que tengan que trabajar para al año siguiente organizar un festival.

2. Ganar millones y millones de euros sin gastar ni un duro. TVE ha ganado cantidades ingentes de euros explotando al máximo al cómico ideado por su cadena amiga, La Sexta, con politonos, juegos para móviles, royalties de la SGAE, pack Chiki Chiki, y un largo etcétera… Ahora bien, la promoción y el merchandising del artista en Belgrado brilló por su ausencia. Así como delegaciones pequeñas y debutantes como Azerbaiyán se volcaron en la promoción de sus artistas (incluso había vallas publicitarias de la canción azerbayana por Belgrado), la delegación española no fue muy generosa en merchandising, que brilló por su ausencia, más bien.

3. Cosechar audiencias millonarias, que reportan pingües beneficios a las arcas de la cadena. TVE ha logrado una audiencia de más de 9 millones de espectadores, convirtiéndose Eurovisión en lo más visto desde hace seis años. Menos mal que Eurovisión no interesa y es un festival caduco, minoritario, y en vías de extinción.

MORALEJA. Las cadenas de los países del Este se vuelcan y ansían ganar Eurovisión, y por eso mandan a las primeras figuras de la música nacional, con grandes canciones y grandes voces, y se vuelcan en una promoción europea como dios manda, véase Rusia o Ucrania este año, mientras que a las televisiones de los países occidentales lo único que les preocupa es el dinero y la audiencia, véase TVE y la BBC británica.

Ahora bien, que se aten los machos los países del Big Four, que la UER se va a replantear que sigan pasando directamente a la final y ya les ha advertido, a través del director del departamento de televisión, Bjorn Erichsen, que manden mejores canciones. ¿Posibles cambios? Lo veremos en Moscú 2009.

P.D. Ah, se me olvidaba, no dudéis de que en 2009 TVE volverá a apostar por la fórmula MySpace para elegir a su representante en el Eurofestival. Lo que no me queda del todo claro es quién y qué tipo de artistas querrán presentarse, teniendo como precedente todo lo ocurrido este año.