Debuts con estrella Segunda parte (15-02-06)

A los Eurociegos nos gusta La danza de los elfos que nos propone la televisión de Noruega. Hasta ahora, es la más grande de las canciones de la próxima edición, porque recoge la tradición de 50 años de grandes canciones. Con una voz similar a mi querida Eimear, la Guldbransen intentará conquistar al continente. ¿Lo […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
IMAGENES WEB-03

Debuts con estrella Segunda parte (15-02-06)

A los Eurociegos nos gusta La danza de los elfos que nos propone la televisión de Noruega. Hasta ahora, es la más grande de las canciones de la próxima edición, porque recoge la tradición de 50 años de grandes canciones. Con una voz similar a mi querida Eimear, la Guldbransen intentará conquistar al continente. ¿Lo logrará? Por lo pronto, Noruega vuelve a un estilo que le dio grandes éxitos anteriormente. Clica aquí para comprobarlo.

Seguimos pendientes de muchísimas preselecciones hasta el día 21 de marzo, cuando definitivamente sepamos el orden de actuación. Clica aquí para ver el calendario completo de Eurovisión 2006. Pero nosotros, como buenos eurociegos volveremos a aquel análisis de los debuts que habíamos dejado aparcado hace unas semanas.

Reanudaremos nuestro repaso a aquellos países que habían tenido éxito en su primera aparición en 1994. El año anterior habían debutado varios países del este con pésimos resultados, pero es el este nuevo año cuando tenemos alguna de las dianas más acertadas de un país debutante. Siete son las naciones que inician su andadura, dos magníficos Top5, un tímido noveno puesto y el resto de debutantes peleándose por ocupar las últimas plazas.

Rusia es quien ocupa ese noveno puesto entre 25 participantes, con 70 puntos. El espectacular saco rojo de Youddiph y Vyechniy stranik consiguieron el que, a día de hoy, aún es el tercer mejor resultado para el país más grande del mundo. Horriblemente vestida de verde participó Friderika, con una intimista nana (o soporífera canción, según otros) titulada Kinek mondjam el vétkeimet? . Consiguió 122 puntos y una cuarta posición.

Pero el mejor debut de aquel año está en manos de la perfección de Edyta. Completamente milimetrada, vocalmente maravillosa, elegantemente despectiva, así es la Gorniak; ese año Polonia intentó sembrar polémica por un deseo de su cantante de participar en inglés, pero finalmente se pudo escuchar la maravillosa letra polaca de To nie ja! en Dublín. Sus c166 puntos estuvieron muy lejos de los 226 de los ganadores irlandeses. Pero, ¿a quién le importa? Los polacos protagonizaron uno de los mejores debuts de la historia del festival.

Tras el gran número de países incorporados al festival paneuropeo, la UER Se planteó varios sistemas para controlar el exceso de participantes en la gala televisada. Por eso, ya en el 94 se decidió que los cinco últimos países clasificados en 1993 no participarían en la edición de este año. Posteriormente, en el 96 se celebraría una gala previa para seleccionar a los participantes, lo que dejó fuera, por única vez en su andadura festivalera, a Alemania. Esa gala secreta creó tal controversia que se introdujo un nuevo sistema: los países con la media más baja de puntos durante los cuatro años anteriores quedarían excluidos para el festival de este año. De este modo, el número de participantes activos quedaría reducido a sólo veinticinco y también se premiaría la trayectoria a lo largo de varios años.

Estos sistemas complicados se ensayaron en la segunda mitad de los años noventa, cuando casi no hubo nuevos debuts (y los que hubo cosecharon resultados mediocres, por lo que los trataremos más adelante). En 2002 se volvería al sistema simple, sin tener en cuenta la media de los últimos años, para decidir quién se mantenía en el encuentro musical.

En el intermedio nos hemos olvidado contar el debut del año 2000. Letonia estuvo muy, muy cerca. En su debut, los chicos de Brainstorm recogieron 134 puntos, que les auparon a la tercera posición. Personalmente no me gustan, ni ellos ni la canción, y Renārs Kaupers me parece muy sobre actuado, pero los gustos son libres. Si quedaron terceros a lo mejor el que se equivoca soy yo…

Con esto, llegamos a 2004, año en el que el festival estrena nuevo formato en dos galas. Pero ahora vamos a lo grande, no nos detendremos en los países que se quedaron a medio camino y sin debut (porque la semifinal no es el festival en sí, es una mera ronda previa). Dos participantes salidos de la semifinal consiguieron besar el santo en Estambul. En el séptimo puesto se quedó una de las voces más portentosas de esa edición. La albanesa Anjeza Shahini y sus elegantes coros (aunque estuvieron mejor en la semifinal) cosecharon 106 puntos provenientes de toda Europa. Una gran hazaña, aunque se queda algo pequeña si la ponemos al lado de Serbia y Montenegro.

Željko Joksimović consiguió repetir la hazaña que 10 años antes lograra Edyta. El serbio obtuvo más puntos en la semifinal que la ganadora de esa edición, pero finalmente se llevó la plata a Belgrado. Una balara folklórica, de perfecta factura, con una escenografía sencilla, muy evocadora, titulada Lane Moje nos robó el corazón a muchos. Fueron 263 puntos para una de las actuaciones más perfectas de los últimos años en el escenario.

Finalmente, terminamos este repaso histórico por los debuts con estrella con una de las últimas incorporaciones a la lista eurovisiva. Se trata de Moldavia, representados por Zdob şi Zdub y su canción Bunica bate toba, que a mí no me parece nada del otro mundo, es más, me da mucha sensación de ruido. Una sexta posición y 148 puntos para otro gran debut en cuanto a resultados.

Queridos Eurociegos, el lunes 27 haremos el repaso de los debuts estrellados de la segunda mitad de la historia del Festival. Que hay unos cuantos y hacer leña del árbol caído siempre es divertido. Disfrutad de las preselecciones y no tengáis mucho miedo de lo que TVE planee hacernos…

Conversación