BELIEVE IN ME

El Día D. Hoy, gran final de Eurovisión 2013. El final y el principio del calendario para todos los que como yo somos unos apasiados del festival de la canción. 26 países compiten por una victoria que parece adjudicada de antemano pero con muchos candidatos a protagonizar la sorpresa. Hoy, además, disfrutaremos por primera vez […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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El Día D. Hoy, gran final de Eurovisión 2013. El final y el principio del calendario para todos los que como yo somos unos apasiados del festival de la canción. 26 países compiten por una victoria que parece adjudicada de antemano pero con muchos candidatos a protagonizar la sorpresa. Hoy, además, disfrutaremos por primera vez de las actuaciones del Big 5, España, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, y la organizadora, Suecia.

Las previsiones no son buenas para España. Las inversiones en las casas de apuestas y las votaciones en el centro de prensa así como los corrillos y mentidores pronostican un inmerecido y rotundo fracaso para nuestro país. Mis impresiones no son positivas pero tampoco negativas, no espero un puesto entre los diez primeros pero mucho menos entre los diez últimos. Ni el grupo, ni el tema, ni la actuación, ni toda la ilusión y el trabajo alrededor de nuestra candidatura se merecerían un resultado tan pobre. España realiza una buena, calida y sencilla actuación. Sus puntos fuertes son el inicio con la apoteósica aparición del gaiteiro y la solista y el puente antes del último estribillo con uno de los golpes de efecto más bonitos y mejor realizados de la noche. El vestido de Raquel del Rosario, por su parte, es uno de los diseños más bonitos de la historia de nuestro país en el certamen, amarillo y descalza a la vista para luchar contra las supersticiones, un vestuario con el que consigue realzar su indiscutible belleza y figura. El punto débil es, sin ninguna duda, el puesto de actuación, perdido en el listado de tal forma que se crea a nuestro alrededor un aura de intrascendencia que no nos beneficia en absoluto. Independientemente del resultado, el buen hacer y trabajo de Raquel, David y Juan está fuera de toda duda, nadie les va a quitar esta experiencia por la que serán recordados siempre, además de que tanto lo bueno como lo malo siempre se puede enfocar con inteligencia para lograr un fin positivo para sus vidas y sus carreras.

Reino Unido y Alemania presentan dos artistas de diferentes edades, estilos y épocas pero con un punto en común, su carrera y su fama incuestionable. Bonnie Tyler y Believe in me es mi absoluta favorita de Eurovisión 2013. Su voz, su interpretación, sus gestos, su sola presencia en el escenario me hechizan desde el primer acorde de una canción que para mi se ha convertido en un himno. Probablemente no gane las votaciones del jurado ni del televoto pero sí conseguirá los puntos suficientes para obtener un buen y merecido puesto en la gran final. Cascada y Glorious es mi medalla de plata por ser la alegría, el color y la purpurina de esta gran final. Natalie tiene un directo imperfecto pero la suficiente garra como para levantar al estadio entero con el que será uno de los grandes éxitos de esta edición del festival independientemente del resultado final. Muchos la descartan como candidata a la victoria pero es la única representación en su género de la noche lo cual puede ser muy beneficioso para ella si no la perjudican los profesionales.

Francia, Italia y Suecia apuestan por tres jóvenes talentos salidos de tres concursos de televisión, la francesa Amandine Bourgeois de Operación Triunfo, Marco Mengoni de Factor X y Robin Stjernberg de Idols, todos ellos ya con uno o varios éxitos en sus respectivos países. La desapercibida Francia parecía fuera de todas las quinielas hasta el comienzo de los ensayos individuales y, especialmente, generales. El tema es de una indudable calidad pero se engrandece en la actuación en directo con una artista con un directo brillante, una imagen de arrolladora decadencia y un vestuario adecuado y llamativo. Italia genera una curiosa división de opiniones. El asegurado voto del jurado se enfrentará a la opinión de un televoto nada favorable al país. Durante las pruebas ha sorprendido la frialdad con la que se han recibido las actuaciones de una de las a priori favoritas a la victoria. El buen puesto de salida puede ayudar a aupar a la que solo es un correcto solista y un correcto tema demasiado sobrevalorado por el público patrio. Suecia ha cambiado su actuación respecto a la final nacional. El cambio se ha recibido mayoritariamente con recelo ya que la escenografía ha perdido cierto dinamismo y sorpresa. El nuevo vestuario y, especialmente, el maquillaje, si han mejorado con respecto al anterior montaje. Lo que no ha variado es el carisma y la telegenia del solista ni su peculiar voz y buen directo.

Dinamarca, la gran favorita a la victoria, no tendrá fácil su comentido, una decena de países le pueden pisar los talones si el jurado y el televoto se vuelcan con ellos. Alemania, Azerbaiyán, Finlandia, Grecia, Italia, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Ucrania podrían dar la sorpresa y emoción a las votaciones. Mi recuerdo a las candidaturas de Chipre e Israel, tan injustamente eliminadas en semifinales, merecedoras de estar presentes en esta mágica noche de sábado.

Hoy, conoceremos el ganador de Eurovisión 2013, las doce campanadas que marcan el fin y el comienzo de este nuevo año en el que todos tenemos un sueño.

Mis diez candidaturas favoritas son: Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Noruega, Dinamarca, Azerbaiyán, Ucrania, Finlandia, Francia y Suecia.

Y tan ricamente.

Malmö, a 18 de Mayo del 2013.

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