A MÍ, ¡QUE ME QUITEN LO BAILAO!

Ya sé que a muchos de vosotros no os gusta pero qué os queréis que os diga, «Que me quiten lo bailao» dentro de lo que había, me parece una de las opciones más llamativas de cuantas se nos presentaron. Es verdad que esa canción debería estar defendida por una cantante con bastante más gracia […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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A MÍ, ¡QUE ME QUITEN LO BAILAO!

Ya sé que a muchos de vosotros no os gusta pero qué os queréis que os diga, «Que me quiten lo bailao» dentro de lo que había, me parece una de las opciones más llamativas de cuantas se nos presentaron. Es verdad que esa canción debería estar defendida por una cantante con bastante más gracia de la que tiene Lucía Pérez pero al menos transmite un buen rollo que ha sido la tónica general de otras que triunfaron en años anteriores.

Ya no sólo me voy a referir a «Fairytale» o «Satellite» que fueron ganadoras y que tenían como denominador común ese buen rollo. Nosotros creo que no podemos aspirar a tanto con esta canción pero quizás podríamos repetir una actuación como la de los portugueses Flor de Lis en 2009. De hecho, me recuerda mucho a esas «Todas as ruas..» y apostaría por unos arreglos musicales parecidos a ella.

De hecho, me cuentan que los primeros comentarios de los eurofans europeos son bastante positivos en otras webs aunque eso tampoco es garantía de nada. Lo veremos en mayo.

Es verdad que había otras opciones. De hecho, y a pesar de lo mucho que les he criticado, a mí me gustaba más «Volver» de Auryn. Reconozco que es una opción más estándar, más habitual en este tipo de festivales pero me parecía que los chicos de la boyband tenían más fuerza interpretándola que la joven gallega con «Abrázame» por ejemplo. De hecho, la canción de Gson/Olsson debería haber sido para Melissa cuya voz la hubiera realzado más.

Precisamente la gran decepción de la noche para mí fue «Eos», una canción de la que se había hablado mucho pero que al final me resultó completamente insulsa. Me parece que la joven alicantina no ha tenido demasiada suerte en el reparto de las canciones ya que en mi opinión, ninguna merecía la pena particularmente.

Lo primero que debo aclarar es que la victoria de Lucía ha despejado cualquier sombra de sospecha sobre el proceso que parecía destinado al triunfo de Auryn. Finalmente, el voto decidió y Galicia se volcó con su paisana para llevarla a Düsserdolf. Es además curioso que en cincuenta años de presencia española en Eurovisión, sea la primera cantante de esta comunidad quien nos represente.

Otro debate es el que planteó la propia Lucía Pérez cuando se produjo el empate entre dos canciones en la votación del jurado. La pregunta es ¿se puede llevar una canción a Eurovisión que no convence a su intérprete?. Tenemos además el ejemplo más claro en lo ocurrido con Beth y desde luego, no puedo ocultar mi temor a esa circunstancia.

Eso sí, se han cargado mucho las tintas sobre Boris Izaguirre, siempre tan polémico, he leído algunos comentarios vuestros sobre su falta de criterio musical. Sólo os recuerdo que Soledad Jiménez, una mujer de indudable gusto, también se decantó por «Que me quiten lo bailao».

Yo respeto la opinión de Lucía, como no puede ser de otro modo, pero no estoy de acuerdo con que lo haya expresado tan claramente porque puede pasar, como ha ocurrido, que te toque finalmente defender otra opción y comerte tus palabras. Además, esta chica se presentó a un formato de concurso en el que se supone que debe aceptar las reglas y las normas separaban intérprete y canción. Nos guste o no el formato, es al que se ha presentado ella y otros muchos. Podía pasar perfectamente que te tocase defender tres canciones que no te gusten.

Ya habrá otro momento para analizar en profundidad lo que ha sido Destino Eurovisión. Sólo unos breves apuntes para decir que han mejorado las galas, más ágiles, más eurovisivas, aunque seguimos sin dar en la tecla para poder elegir canciones y cantantes que dignifiquen el Festival en España. No soy contrario a que se presenten nuevos talentos, pero Eurovisión necesita llevar unos años cantantes más conocidos para hacerlo un evento con más prestigio.

Ya profundizaré en ello con más tranquilidad. Ahora os digo que yo haré como todos los años, me guste más o menos la opción, defenderé «que me quiten lo bailao». Sólo hubo una excepción a esta norma, la del Chikilicuatre. No estamos en ese caso así que mucha suerte Lucía y ojalá nos des una alegría el 14 de Mayo.

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