A falta de conocer la candidatura moldava y el tema elegido para Italia, quisiera comentar en esta columna mis primeras impresiones sobre el Festival de este año.

Muchos de los usuarios han recalcado que les parece un año realmente aburrido, plagado de baladas. Este detalle, personalmente, me parece un punto a favor de Eurovisión 2013. Siempre acusamos a los países de intentar emular al ganador del ESC anterior (en este caso, Loreen). Euphoria se ha convertido ya en un clásico y yo aplaudo que no hayan salido muchos imitadores baratos de la cantante sueca.

España presenta un tema cuestionado por algunos, pero que está teniendo éxito entre la mayoría de eurofans extranjeros que realizan un montaje en youtube con sus canciones preferidas de esta edición (esos vídeos conocidos como “my top”). En algunos de ellos, Contigo hasta el final consigue colarse entre las 10 o 15 primeras favoritas. Lo que duele es verla situada tan abajo en las apuestas de pago y adelantada por otros temas que podemos considerar algo mediocres.

Noruega, Alemania y Dinamarca nos presentan tres canciones buenas y, desde el principio de la temporada, han cogido ventaja en los puestos de cabeza (tanto en gustos personales como en las mencionadas apuestas). Son dignas candidaturas, pero está claro que una o dos de ellas se van a pegar un batacazo y yo apostaría que la que menos posibilidades tiene de alzarse con el gran premio sea la de Margaret Berger. A Alemania tampoco le veo grandes opciones.

Otras dos firmes candidatas al triunfo son la británica Bonnie Tyler y Anouk, la representante de Países Bajos (que no de Holanda). Holanda solo es la región histórica más importante dentro del reino y muchas veces se confunde la parte con el todo. Personalmente, las dos me apasionan. Y me encantaría que una de ellas triunfara la noche del 18 de mayo. Países Bajos lleva 38 años sin premio y Reino Unido ganó por última vez en 1997 (16 años después de su anterior victoria). Han pasado otros 16. ¿Volverán a hacerlo?

Respecto al bloque que forman los antiguos países yugoslavos, solo puedo decir que me siento decepcionado. No me convencen ni Eslovenia, ni Serbia, ni la nueva canción de la A.R.Y de Macedonia. Solo salvaría por los pelos a Montenegro (con una propuesta muy original, diferente y con algo más de calidad que la del año anterior). Y con Croacia tengo mis dudas. No tengo ni idea de la acogida que le brindarán.

Los nórdicos vuelven a apostar fuerte. Son los que más se lo curran y eso se nota en las candidaturas y en los resultados que obtendrán. Suecia, Dinamarca y Noruega apuestan sobre seguro. Quizás la más floja sea Finlandia.

Otros dos países que me han sorprendido son Hungría (Kedvesem me parece una joya) y San Marino (que podría, por fin, colarse en la final). Todo depende de la actitud de Valentina encima del escenario. Tiene que olvidar ese aire de “niña tonta” y demostrarnos que es una cantante como la copa de un pino.

Me he llevado grandes decepciones con Armenia (me aburre hasta la saciedad), Bélgica (siguen sin apostar por el Festival), Bielorrusia (el país que nos marea año tras año), Chipre (entro en un profundo sueño), Georgia (más de lo mismo), Islandia (tranquilizante en vena) y Rumanía (se les fue la pinza).

Situadas en puestos mediocres en las apuestas, no me parecen tan malas las aportaciones de Malta, Suiza, Lituania, Grecia o Bulgaria. Todo dependerá de cómo esté de ánimo esa noche el público europeo.

No pienso apostar dinero pero, a dos meses vista, estas son mis 4 canciones favoritas:

• Reino Unido: Bonnie Tyler – Believe in me
• Países Bajos: Anouk – Birds
• Dinamarca: Emmelie de Forest – Only teardrops
• Hungría: ByeAlex – Kedvesem

Ahora os toca a vosotros. A mojarse.