A pesar de salir segunda, Jessica Garlick consiguió el bronce en Tallin luciendo voz con su Come back
Aunque Halloween ya queda lejos, pocas cosas dan más miedo en Eurovisión que saber que tu país saldrá el segundo en la gran final de mayo. Hoy, martes 13, tenemos una entrada no apta para supersticiosos. Repasamos la maldición del número 2, porque hasta tenemos nuestro número de la mala suerte.
HAN PASADO 63 AÑOS…
Cuando conocimos que Amaia y Alfred saldrían justo los segundos en Lisboa, todas nuestras esperanzas por un buen resultado se desvanecieron (si es que alguna quedaba…). El segundo nunca ha ganado. A pesar de haber pasado 63 ediciones nunca nadie lo ha logrado. Los organizadores del Festival lo saben, y desde que el orden de actuación lo deciden ellos el 2º nunca ha pasado de la vigésimo-segunda posición. Solo el 2014 Teo y su Cheesecake lograron un 16º puesto, pero habría caído al 23º sin los 12 puntos de Rusia.
El Reino Unido, antaño triunfador en el certamen, tiene los mejores registros saliendo segundo: en 1965 consiguió el segundo puesto, superado únicamente por el Luxembrugo de France Gall; y en 2002 logró el bronce de la mano de Jessica Garlick. Esta medalla también la obtuvo otro clásico eurovisivo como es Dinle, de Turquía en 1997.
A lo largo de su historia, España solo ha recaído tres veces en esta posición y además en los últimos años (2007, 2010 y 2018). Aunque ninguno de ellos fue una buena marca, Daniel Diges consiguió el mejor puesto en los últimos 6 años. Al año siguiente sería superado a su vez por el sexto puesto de Dino Merlin.
Como anécdota, es mítica la racha de tres victorias consecutivas de Irlanda entre 1992 y 1994. Este hat-trick de la isla esmeralda se vio interrumpido en 1995 con un 16º puesto… precisamente con Irlanda actuando en segundo lugar. Ni en su mejor época Irlanda consiguió romper este maleficio. Por suerte para ellos, ganaron al año siguiente de nuevo.
¿CASUALIDAD O REALIDAD?
Aunque los datos son demoledores, conviene profundizar un poco para ver si estamos realmente ante una maldición o una mera coincidencia. En los puestos aledaños el primero ha logrado la victoria en tres ocasiones y el tercero en cuatro. Hasta Sertab Erener (2003) nunca nadie había ganado saliendo el cuarto y desde el sexto puesto tampoco lo hace nadie desde el segundo año del Festival, cuando apenas participaron 10 países. La siguiente posición desde la que nadie ha ganado es la 16º (precisamente, la de Manel Navarro en 2017), orden que ha existido en 57 de los 63 años del Festival. Como ya vimos este verano en El orden de los factores, los primeros en actuar lo tienen más complicado para ganar. Para colmo, en el puesto siguiente, el 17º hasta 7 países se han alzado con la victoria. Por ello, parece incluso más dramático que nunca nadie haya ganado desde el 16º que desde el 2º.
En las semifinales tenemos más de lo mismo: nunca nadie ha ganado la semifinal saliendo el segundo. Hasta el año pasado solo Ani Lorak y Farid Mammadov podían presumir de haberlas ganado saliendo 4º, hasta que en Portugal Alexander Rybak ganó la suya saliendo el primero.
Lo mejor que lo ha hecho un semifinalista saliendo segundo fue el israelí Boaz Mauda, que quedó 5º en la primera semifinal de 2008. Desde ese mismo puesto salió Charlotte Perrelli, que quedó 12º en la semifinal y solo pasó a la final por el comodín del jurado. Sí hubo tragedia este año en Rumanía: The Humans salió en segundo lugar a escena y por primera vez en su historia se quedaron fuera de la final.
En cambio, desde que hay dos semifinales, el segundo se ha clasificado el 50% de las veces, un promedio igual que el primero y notablemente mejor que los terceros o los cuartos (36%).
LOS NIÑOS, INMUNES
Una historia muy distinta ocurre en Eurovisión Junior. Sin ir más lejos, en la primera edición fue la segunda canción en sonar la que se alzó con la victoria, convirtiendo a Croacia en el único país en ganar desde este puesto en alguna de las dos versiones de Eurovisión. Pero más allá de aquella edición, los segundos en actuar han gozado de puestos relativamente buenos, acumulando otras tres segundas plazas.
No es apropiado comparar los resultados del junior con los de la edición senior pues el número de finalistas no es el mismo. En cualquier caso, si comparamos semifinales y junior, con un número más o menos similar de participantes, parece que en el Junior este maleficio no surte efecto.
UNA MALDICIÓN REPARTIDA… QUE SE CEBA CON ESPAÑA
A lo largo de la historia, el segundo puesto ha estado muy repartido entre todos los países participantes: más de la mitad, 28, lo han ocupado alguna vez. De entre los históricos, Alemania y Portugal pueden presumir de no haber partido nunca desde esta posición. Y alguno como Chequia tuvo la mala suerte de estrenarse en la final en este lugar, con desastroso resultado en el televoto. Tras la designación en 2018, España se encuentra entre los 8 países que más veces han quedado encuadrados en la segunda posición. La clasificación la lidera el Reino Unido (6), seguida de los tres miembros del Benelux.
En el siguiente mapa puedes ver cuántas veces salió cada país desde el segundo puesto.
Leyenda: 6 veces, 5 veces, 4 veces, 3 veces, 2 veces, 1 vez, nunca *Yugoslavia también partió 1 vez desde la segunda posición
Pero vamos a centrarnos en el orden de actuación de 2018. Antes de su configuración 13 países habían caído en la primera mitad de la final, lo que los convertía en candidatos a ocupar la segunda posición. Solo Portugal estaba libre de ello, pues ya se había sorteado anteriormente que saldría la 8ª.
El orden de actuación lo deciden los organizadores para sacarle el máximo provecho al espectáculo. Si pensásemos que además deberían aplicar cierta justicia histórica, las posiciones buenas y malas deberían repartirse, y habría sido lógico pensar que este puesto maldito lo ocupase algún país que llevase tiempo sin hacerlo y que no lo ocupase uno que recientemente ya lo ha hecho. Pues ni lo uno ni lo otro. De los 12 países candidatos 6 de ellos nunca han participado desde esta posición, incluida, Alemania. Entre los restantes, solo Francia (2015) y Lituania (2013) habían estado en este puesto más recientemente que España (2010).
En definitiva, puede que las opciones de España no fueran elevadas, pero la organización nos dio el golpe de gracia, revelando cierto ensañamiento que perfectamente podrían haberse ahorrado.
| País | Último año que salió segundo | Posición desde la que finalmente salió en 2018 |
| Francia | 2015 | 13º |
| Lituania | 2013 | 4º |
| España | 2010 | 2º |
| Reino Unido | 2008 | 9º |
| Austria | 2004 | 5º |
| Noruega | 1983 | 7º |
| Albania | Nunca | 12º |
| Alemania | Nunca | 11º |
| Eslovenia | Nunca | 3º |
| Estonia | Nunca | 6º |
| Serbia | Nunca | 10º |
| Ucrania | Nunca | 1º |
En definitiva, con el efecto del orden de actuación y la elección a dedo de este, los que partan desde la segunda posición tienen complicadísimo ganar el certamen y romper con esta maldición que dura ya 63 años. ¿Come back orden aleatorio?