Aunque apenas hay unos días entre las semifinales y la final, los jurados y el televoto modifican sus preferencias de un evento a otro. No estamos hablando de votar del revés como han hecho algunos jurados este año, pero nuestros gustos varían sin que lo apreciemos. ¿Has observado si también cambian los tuyos? ¿Somos tan coherentes como pensamos o nos dejamos influenciar? Esta es la incoherencia del sábado noche.

UN EJEMPLO ÚNICO: AUSTRALIA 2015

Desde que se implantaron las semifinales, de cada una pasan 10 canciones a la gran final del sábado. Algunos países, por tanto, valoran dos veces a estas canciones que pasan en su semifinal (por ejemplo, este año España puedo votar por Eslovenia tanto en la semifinal como en la final). La pregunta es: ¿la valoración que se hace de estos 10 países es la misma en la semifinal que en la final?

Para adentrarnos en este estudio vamos a tomar los datos del único país que ha tenido el privilegio de votar en ambas semifinales en un mismo año: Australia en su debut de 2015. De esta forma podremos comparar cómo los jurados y el televoto australianos valoraron a las 10 canciones que pasaron de ambas semifinales.

ANTÍPODAS COHERENTES

En la siguiente tabla, la primera columna muestra cómo el jurado ordenó a los 10 países que terminaron clasificándose de la primera semifinal (obviando a los países no clasificados). En la segunda columna están esos mismos países pero ordenados según la clasificación que hicieron los jurados para la final del sábado.

Como puede observarse, en los extremos la valoración se respetó, pero entre medias hubo algunas variaciones. Así, Bélgica y Estonia ascendieron tres puestos cada una entre esas mismas canciones. Por el contrario, Grecia descendió tres plazas y Hungría dos.

Una forma de medir el parecido de ambas clasificaciones es mediante la correlación. Cuanto más parecidas sean, más cercana estará al 100%. En este ejemplo, el parecido entre el jurado de la primera semifinal y el de la final es del 81%.

Con el televoto se aprecian menos cambios y el parecido entre ambas clasificaciones es del 94%. De entre los que se mueven, ambas tablas tienen en común que Bélgica subió puestos y que Serbia los perdió.

Si el jurado tuvo una correlación del 81% y el televoto del 94%, podemos decir que el público fue más coherente que el jurado y se vio menos afectado por otras variables como son el orden de actuación o los demás participantes. Por ejemplo, el adelantamiento entre Bélgica y Serbia pudo deberse a que en la final Bélgica salió más tarde que Serbia (en la semifinal ocurrió al contrario).

Hacer este mismo análisis, pero para la segunda semifinal, nos aporta valores muy similares. La coherencia del televoto sigue siendo del 94% pero la del jurado sube al 95%. En este caso, las bálticas Letonia y Lituania mejoraron sus posiciones en ambos casos mientras que Eslovenia, que salió penúltima en la semifinal y abrió la gran final, empeoró sus valoraciones tantos para expertos como audiencia.

La combinación de televoto y jurado, es decir, el ranking final de Australia que luego se transformó en puntos también fue más coherente en la segunda semifinal (96%) que en la primera semifinal (91%).

LA COHERENCIA DENTRO DE LOS JURADOS

La siguiente tabla muestra la coherencia de cada uno de los cinco jurados australianos con los diez países de cada semifinal. Podemos observar que incluso en un mismo jurado hay diferencias. Destaca cómo, el menos coherente con la primera semifinal (73%) fue el más coherente en la segunda (95%). Tampoco todos tuvieron los mismos niveles medios de coherencia. Por ejemplo, Pelman tuvo una coherencia media del 80% mientras que sus colegas Spencer y Stone lo fueron al 91%.

UN EJEMPLO MÁS ACTUAL

De vuelta a 2019 vamos a analizar la coherencia de España. Para ello, solo podemos comparar los diez países que pasaron de la primera semifinal. Comparado con los datos de Australia en 2015, vemos muy poca coherencia en esta edición: el jurado tiene un nivel del 76% mientras que el televoto tiene apenas un 61%. En el caso de los jurados el caso más drástico es el de Grecia, que pasó de ser la segunda a la séptima (para el televoto descendió 3 posiciones). En el televoto destaca el descenso de San Marino que obtuvo la segunda plaza el martes y cayó al séptimo en la final (y para los jurados se mantuvo en la última posición).

Por jurados de forma individual también hay cambios notables, de la misma forma que veíamos en el caso del país oceánico. La más coherente fue Sole Giménez con un 96% mientras que el que más cambió sus resultados de un día para otro fue David Feito con un 61% de correlación.

En resumen, hemos observado que los gustos no son algo fijo y que pueden variar de un día para otro debido a factores externos, especialmente en los puestos intermedios. También hemos vistos que no todos los jurados se comportan igual, incluso de un día para otro. ¿Y tú? ¿Sabes si tus valoraciones cambian mucho o poco de la semifinal a la final? ¿Crees que la falta de coherencia de un evento a otro resta credibilidad al festival? ¡Todo un enigma la incoherencia del sábado noche!

Con esta entrada ponemos punto y aparte a esta segunda temporada del blog. ¡Esperamos que hayáis disfrutado de todas las entradas! Pero no nos vamos de vacaciones: al igual que el año pasado habrá un especial que iremos publicando por partes. ¡A disfrutar del verano!