2013 es para muchos el año del misterio. En vez de publicar el desglose de puntos de televoto y jurado, la organización dio a conocer el promedio de las clasificaciones de cada país, sin entrar en más detalle. Según hemos descubierto, esos rankings no son más que la punta de un iceberg que oculta unos cálculos bastante negligentes… y varios países que no votaron.
VAMOS AL GRANO
La investigación de los resultados de 2013 da casi para un Trabajo Final de Máster. Por eso, en este blog vamos a ir muy directos a los resultados, que de por sí son bastante jugosos. Aunque no voy a entrar en demostraciones que puedan liarnos y complicar la lectura, siempre estamos a vuestra disposición para resolver dudas sobre las operaciones que están detrás en el correo electrónico o en redes sociales. ¿Te atreves a hacer las comprobaciones?
Para los que este verano quieran sumergirse en los cálculos, reflexionad en cómo se calcularon los promedios (cuántos países participan en cada evento, cuántos votan, a cuántos países tienen que ordenar en sus clasificaciones…). Aunque en otras webs o enciclopedias tenéis los datos mejor presentados, en este enlace se publicaron los promedios oficiales en los que hemos basado todos nuestros cálculos.
TELEVOTO Y JURADO, INCOMPARABLES
En general, lo que hemos comprobado es que las clasificaciones de televoto y jurado no se calculan de la misma manera, por lo que no pueden compararse entre sí. Para el televoto, los promedios están calculados en función del número de rankings que fueron recibidos correctamente, esto es, si un país no votó, no se tuvo en cuenta. En cambio, para los jurados el promedio viene en función del número total de países que podían emitir un ranking, independientemente de que finalmente votaran o no.
Para que nos hagamos una idea, en la primera semifinal, a la suma de las posiciones de cada país en el televoto se les dividió entre 18, pues cada país pudo recibir puntos de los otros 18 países (los otros 15 con los que competía en la semifinal y los 3 clasificados automáticamente). En cambio, para los jurados esta cifra se dividió entre 19, que es el número total de países que participaron en todo el evento (los 16 semifinalistas y los 3 clasificados automáticos).
No tiene sentido que la organización utilizase criterios distintos para calcular los promedios del televoto y del jurado. De hecho, los del jurado no pueden llamarse propiamente promedios porque no están divididos por el número de elementos que los forman, que son 18. Esto distorsiona los resultados e impide que podamos comparar el televoto con el jurado.
En la primera imagen tenéis los resultados oficiales que se publicaron, en la otra, y resaltado en rojo, los resultados calculados de forma correcta. Al corregirlos, los promedios empeoran como consecuencia de dividir por un número más pequeño.
También tenéis una pista sobre esta diferencia en los rankings de la segunda semifinal, donde se aprecia que los decimales de uno y otro son distintos. Además, como hemos adelantado, algunos países no votaron, por lo que complica comparar los resultados de televoto y jurado.
PAÍSES QUE NO VOTARON Y OTROS ERRORES
En cuanto a la 1ª semifinal, los cálculos demuestran que todos los países votaron tanto con televoto como con jurado. Sin embargo, se revela una pequeña diferencia en el televoto, y es que no cuadran los rankings publicados. El matiz es pequeño, como si no se hubiese tenido en cuenta 1 posición en una de las clasificaciones. Eso sí, no tiene explicación aparente ni podemos saber a qué país está asociado.
Con respecto a la 2ª semifinal, para el jurado se descubre que hubo un país que cantó en dicho evento pero que no votó. Al observar los resultados de las votaciones en la semifinal y la final (para ver discrepancias) todo apunta a que sería el jurado de Israel o de Macedonia. En el caso del televoto, San Marino no votó pero el resto de cálculos tampoco cuadra. No es que haya otro país que no votara, sino que los promedios no cuadran con lo que se podía votar.
Sobre la gran final, al profundizar en el televoto se pone de manifiesto que Ucrania no votó, y eso también parece intuirse al ver cómo votó en la semifinal y cómo lo hizo en la final. Al igual que en las otras dos semifinales, también vuelven a aparecer descuadres en los cálculos de los promedios que no tienen ninguna explicación. En este caso, todo indica que San Marino sí emitió un televoto válido. En el caso del jurado, no votaron dos países que actuaron en la final. Al estudiar las votaciones de los 26 países, las sospechas recaen en los jurados de Estonia, Hungría, y, con mayor probabilidad, en los de España e Irlanda, que fueron penúltima y última en dicho año.
En 2013, España dio en la segunda semifinal sus 12 puntos a Noruega y 2 a Azerbaiyán. No obstante, en la final, Azerbaiyán pasó a recibir 7 puntos mientras que a Noruega le dimos 5 puntos. Además, en la final le dimos 1 punto a Malta sin haberle dado nada en la semifinal, quedando por delante de otros países que sí habíamos puntuado como Islandia, Grecia, Georgia y Rumanía.
En resumen, tenemos diferentes métodos de cálculo, varios países que no votaron y errores inexplicables. A todo esto tenemos que añadirle las presuntas acusaciones de compra de votos así como las declaraciones que echaban en falta puntos de otros países por simplemente ser quienes eran. Ante esta situación, parece más que razonable que la UER no quisiera añadir más leña al fuego y ocultase en el fondo del mar y bajo llave el desglose de resultados, publicando unos enigmáticos promedios.
UNA APROXIMACIÓN AL DESGLOSE
Mientras que la organización no publique el desglose, nunca podremos saber cuál fue el reparto exacto de los puntos de televoto y jurado. Existen muchas combinaciones posibles que generarían los resultados obtenidos en 2013. No obstante, en este blog hemos tratado de hacer una aproximación para los resultados de la primera semifinal (la única en la que estamos seguros de que votaron todos los países) con un mínimo margen de error.
Al convertir en puntos los promedios del televoto, destaca la igualdad de puntos entre el cuarto puesto en puntos de Lituania y Países Bajos (73 puntos) hasta el noveno de Bélgica y Montenegro (66 puntos). De hecho, llama la atención que Montenegro, siendo el 4º con los promedios, no se clasificara a pesar de haber sido el 14º de los jurados (fue el 12º en el global). Al convertirlo en puntos, para el televoto en realidad fue 9º, lo que lo acerca más a la zona de peligro. Seguramente sus vecinos yugoslavos le alzaron en el ranking y por eso en los promedios aparece en cabeza en este grupo, pero el último cuando lo pasamos a puntos.
En los jurados, la conversión en puntos revela que no está muy claro quién pudo ganar esta semifinal: tanto Dinamarca como Rusia cuentan con los mismos puntos 143. Y volviendo a Montenegro, también habría entrado en el top10 del jurado. Es decir, en puntos habría estado dentro del top10, pero no se clasificó. Serbia, que habría sido 7ª en televoto y 15ª en los jurados tampoco se clasificó (fue 11ª en la general) y quedó por delante de Montenegro.
Para concluir esta entrada, mucho me temo que el misterio de las votaciones de 2013 seguirá enterrado siempre que así lo quiera la UER. Aquí hemos tratado de desvelar todo lo posible, sacando a la luz errores de cálculo y países que no votaron. Si a esto le añadimos otros escándalos, debemos entender el aprieto en el que se vieron. No obstante, fue el primer paso hacia una transparencia completa que empezó en 2014 y que, salvo por algunas excepciones, perdura hasta el día de hoy.