¡Ya tenemos sede! Basilea ha resultado la ciudad elegida en el último mano a mano contra Ginebra y albergará la 69.ª edición del festival de Eurovisión, que se celebrará los días 13, 15 y 17 de mayo. El recinto será el St. Jakobshalle, que forma parte del estadio del club de fútbol local, St. Jakob-Park, el más grande del país.

BASILEA

Basilea fue de las ciudades más rápidas en presentar su candidatura. Se trata de la más rica del país, además de la mejor situada: prácticamente en la encrucijada que separa Francia, Suiza y Alemania y con un aeropuerto internacional que opera para los tres países. El recinto, como se había adelantado, será el St. Jakobshalle, con capacidad para 12.400 espectadores y con un espacio contiguo que podría albergar hasta otros 20.000. El recinto cuenta con todas las instalaciones necesarias para un festival de la magnitud de Eurovisión, desde equipamiento técnico hasta salas para la prensa. Es sede habitual de conciertos y espectáculos, como el festival Sonic. Además, la candidatura ha tenido desde el principio el apoyo de algunas de las autoridades locales, como Marco Geiner, que declaró en la cadena de televisión local, Telebasel, que sería un honor en caso de que resultara elegida.

DE MAYORÍA GERMANA Y A LAS ORILLAS DEL RIN

Basilea es la tercera ciudad más poblada de Suiza, por detrás de Zúrich y de la ya mencionada Ginebra (tiene 180.000 habitantes, 540.000 si contamos la zona metropolitana), y presume de tener el PIB más alto del país. Aunque está muy cerca de la frontera con Francia, en el extremo norte del país, pertenece a la zona germanófona (en alemán, el nombre de la ciudad es Basel). Situada a orillas del Rin, es famosa por sus pintorescas vistas y por tener una potente industria farmacéutica. También destaca su vibrante vida cultural: su universidad es la más antigua del país y alberga numerosos museos.

Entre sus principales atracciones turísticas, el Rin conforma la ciudad y los paseos por sus orillas son uno de los grandes reclamos, pero también podemos enumerar su catedral (a cuyas torres se puede subir), el ayuntamiento, el centro histórico y algunos museos y tiendas. También, cómo no, es la ciudad ideal para degustar el famoso chocolate suizo. Además, está cerca de otras ciudades suizas, francesas y alemanas que bien pueden valer una excursión, como Zúrich, Friburgo de Brisgovia, Colmar o muchas otras localidades de la Alsacia francesa.

El presidente del cantón, Conradin Kramer, fue de los primeros en felicitar a Nemo por su victoria y en afirmar que Basilea sería una sede excelente, destacando sus infraestructuras, accesibilidad y hospitalidad. Hablando de accesibilidad, su aeropuerto es el único binacional del mundo, pues Suiza y Francia comparten instalaciones y servicios (y también Alemania, aunque en menor medida). De hecho, está situado en un exclave suizo en Francia, unido a la ciudad por una carretera. También tiene dos estaciones de ferrocarril y hasta dos puertos fluviales.

CÓMO LLEGAR

A los eurofans españoles que quieran vivir la experiencia eurovisiva en suelo helvético les alegrará saber que su aeropuerto tiene numerosos vuelos directos a España, incluyendo todas las principales ciudades. Por ejemplo, actualmente hay vuelos diarios a Madrid y Barcelona, y entre dos y seis vuelos semanales a los siguientes aeropuertos: Alicante, Las Palmas de Gran Canaria, Málaga, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia e incluso Fuerteventura. Desde el norte de la península también es factible llegar en tren, aunque sea necesario hacer al menos un cambio, e incluso en coche: la distancia entre Barcelona y Basilea es de unos 1046 km, y el tiempo estimado para recorrerlos es de menos de 10 horas.

SUIZA JUEGA EN CASA EN 2025

Swissinfo confirmaba esta semana que el ente público helvético ha recibido 431 canciones para la selección suiza, con el objetivo de representar al país en suelo patrio en Eurovisión 2025. Diferentes jurados valorarán ahora las candidaturas y, al final del proceso de selección, supuestamente a principios de 2025, se revelará la canción y el artista ganadores. Como país anfitrión de Eurovisión 2025, Suiza se clasificará automáticamente para la Gran Final. En 2024, Nemo ganó el Festival de Eurovisión en representación de Suiza con la canción The Code. Esta victoria, con 591 puntos (365 ganando el jurado y 226 en el televoto), fue la tercera de Suiza en la historia del concurso, tras las de Lys Assia en 1956 y Céline Dion en 1988.