Austria trata de convencer a TVE para participar en Eurovisión con nuevas reglas del juego

La televisión pública austriaca ha celebrado hoy una rueda de prensa en la que se han anunciado más detalles de la celebración de la 70ª edición de Eurovisión el próximo mes de mayo en Viena. El Director General de la ORF, Roland Weissmann, ha adelantado en ella que en la esperadísima reunión de los próximos 4 y 5 de diciembre se votarán novedades en el reglamento que pretenden convencer a las delegaciones críticas con la presencia e influencia de Israel en el festival.

«Este es el momento de la diplomacia en el seno de la UER. Vamos a discutir, hablar y escuchar y tratar de convencer. Y habrá nuevas reglas. A inicios de diciembre habrá una votación sobre estas normas, con un compromiso a favor de ellas», ha expresado Weissmann, quien ha añadido que «Es el 70º aniversario de Eurovisión y realmente queremos ser anfitriones para todos. Son 70 años. Hay algo que celebrar y abogamos para que participen el mayor número posible de emisoras de servicio público bajo el lema «United by Music».

El directivo ha recordado que, por el momento, tres países regresarán a la competición para esta fecha tan señalada, Bulgaria, Moldavia y Rumanía, y se ha manifestado totalmente a favor del posible debut de Canadá. «Hurra hurra Canada!», ha respondido a la cuestión. En el lado contrario de la balanza, los canales estatales de España, Eslovenia, Irlanda, Islandia y Países Bajos son los que se han mostrado públicamente más contrarios a compartir escenario con el estado hebreo tras dos años de masacre indiscriminada en Gaza.

Weissmann ha rechazado desde el primer momento el llamamiento al boicot a la KAN israelí con la que, de hecho, se reunió la semana pasada en su cuartel general. En el encuentro se habría pactado el respeto a las reglas y al espíritu del certamen y, por supuesto, también se garantizaría la bienvenida a Israel en la capital austriaca. Después de las dos últimas ediciones de Eurovisión en Malmö y, especialmente, en Basilea, se ha debatido largo y tendido, dentro y fuera de la UER, sobre la instrumentalización del festival para fines propagandísticos.