Así son los escenarios que barajaría la UER para la globalización de Eurovisión
El próximo estreno de Eurovisión Asia y los «500 años entrelazados» que unirán Portugal y Europa con el resto de continentes en Lisboa 2018 advierten del inicio de un curso eurovisivo más globalizado que de costumbre. ¿Cómo y por qué ha llegado la Unión Europea de Radiodifusión hasta aquí? El plan para la globalización de Eurovisión se remonta a la entrada del noruego Jon Ola Sand a la dirección y la supervisión ejecutiva del festival en 2011: «Estoy seguro que podríamos organizar Mundovisión, sería todo un reto pero no está en nuestros objetivos a corto plazo», apuntaba en Düsseldorf para la agencia Reuters.
Hace dos años cogía fuerza la idea de realizar diferentes concursos por cada continente a partir de Eurovisión: «El festival permanecerá en Europa, pero si otros países están interesados en participar sería ideal desarrollar eventos que introdujeran a sus artistas y géneros en nuestro espectáculo», aseveraba el propio Sand en Viena para la SVT. Martin Österdahl, el productor ejecutivo de Malmö 2013 y Estocolmo 2016, iba más allá confirmando en la pública sueca durante el último certamen en Suecia que «la globalización eurovisiva que debate la UER pasa por celebrar competiciones por continentes, Asiavisión y Americavisión, para luego producir una final conjunta en Europa».
Preguntado recientemente por Eurovision Fan House, la comunidad oficial del festival comandada por The Native Media y el organismo de radiodifusión europeo, Jon Ola Sand detalla los planes de expansión de Eurovisión a los nuevos mercados: «Hemos lanzado Eurovisión Asia junto con nuestro socio australiano SBS, pero continuaremos emitiendo el formato original en China, Australia y Nueva Zelanda, y a través de Viacom para los Estados Unidos. Nuestro siguiente objetivo es crear Eurovisión América, aunque todavía es pronto, dado que no hemos concluido con la estrategia para globalizar nuestra marca».
LOS CAMINOS DE LA GLOBALIZACIÓN
La audiencia, el presupuesto y el espectáculo son las variables que maneja el organismo europeo para ensanchar el Festival de Eurovisión, sin menos cabo de desvirtuar el certamen que vio nacer en 1956 y que durante estos 62 años se ha dedicado para la paz de los pueblos de Europa en la era post Segunda Guerra Mundial, la unidad en la diversidad a través de la música. Con el ánimo de exportar este cometido de concordia, amistad y del respeto a la multiculturalidad hacia el resto del mundo, el organismo europeo vislumbra cuatro escenarios para la globalización eurovisiva, ordenados de mayor a menor probabilidad:
Deslocalizar el Eurovisión original en varios spin-off por continentes o regiones geográficas, como el recién oficializado Eurovisión Asia para el Área del Asia-Pacífico, ofreciendo al ganador de cada sub-concurso la posibilidad de competir en el certamen principal, el europeo.
ESCENARIO 2: Más Europa-visión
Explotar el Eurovisión original en todos los rincones del Área de Radiodifusión Europea, aceptando la entrada de un segundo miembro asociado, por ejemplo Kazajistán, y rebajar la cuota de participación a los pequeños Estados de Europa para lograr su regreso: Luxemburgo, Mónaco, Andorra, etc.
ESCENARIO 3: Europa y el mundo
Mantener el Eurovisión original, pero habilitando para el formato una plaza de participación llamada «Resto del mundo», que sería ocupada cada edición, de forma rotativa, por un miembro asociado de la UER interesado en concursar en el festival.
ESCENARIO 4: «Mundovisión»
Expandir el Eurovisión original, permitiendo la participación de pleno derecho de los miembros asociados de la UER junto a los socios activos, habilitando posiblemente, para tal incremento de nuevos países concursantes, una tercera semifinal.
ETAPAS DE UN ESPECTÁCULO GLOBAL
Concebido para la Europa Occidental, Eurovisión amplió sus fronteras tras la caída del muro de Berlín, el colapso de la Unión Soviética y la desintegración de Yugoslavia. El escenario dos, llevar este festival a todo el continente europeo, fue la prioridad de la UER hasta el 2008. Esta primera ampliación significativa del concurso (1993-1994) acabó adoptando para sí a los países de la Europa del Este, mientras que la segunda ola (2003-2008) culminó la extensión del certamen, de Centroeuropa hasta lo más recóndito del Área de Radiodifusión Europea, el Cáucaso, además de acoger a microestados europeos.
Habiendo cumplido con la Europa-visión, la llegada de Sand a la directiva trajo un cambio de rumbo en Eurovisión, la rotura de nuestra zona circunscrita (y exclusiva), un giro hacia los escenarios uno y cuatro: primero, la invitación sine die de Australia en Viena 2015 para conmemorar el 60º aniversario de la superproducción europea; segundo, desde octubre de 2016, la posibilidad que los miembros asociados de la UER participen en el espectáculo, previo acuerdo del Grupo de Referencia; y tercero, el nacimiento de Eurovisión Asia, un spin-off del formato original para la región del Asia-Pacífico.
Australia, Bangladesh, Brasil, Canadá, Chile, China, Corea del Sur, Cuba, Estados Unidos, Groenlandia, Hong Kong, India, Irán, Japón, Kazajistán, Malasia, Mauricio, Nueva Zelanda, Omán, Siria y Sudáfrica.
EL PRIMER SPIN-OFF DE EUROVISIÓN
«Estamos en una fase avanzada de desarrollo de este proyecto y en plenas negociaciones con las televisiones de China, Corea del Sur, Japón y la India sobre Eurovisión Asia. Todos los países tienen el interés real en participar y pondrán todo por su parte para poder celebrar el concurso. En cuanto a la dinámica de juego, se seguirá la propia del certamen original, con el mismo sistema de votación, y el ganador tendrá un puesto para la final de Eurovisión de Europa», ha confirmado Michael Ebeid, director de la televisión australiana, para varios medios locales del país como el tablón oceánico The Courier.
– Fecha: Segundo semestre de 2018
– Ciudades candidatas: Sidney / Singapur / Hong Kong
– Anfitriones: SBS-Blink TV y UER
– Productores ejecutivos: Michael Ebeid / Paul Clarke
– Países confirmados: Australia
– En negociaciones: China, Corea del Sur, Japón y la India
– Interesados: Nueva Zelanda, Singapur, Hong Kong, Islas Salomón y Vanuatu
– Potenciales: televisiones públicas y privadas del Asia-Pacífico
El spin-off, que estaba previsto para este año pero que ha sido pospuesto finalmente para la mitad de 2018 por las desaveniencias del Asia Central, Oriental y el Sudeste Asiático, contará con 20 participantes. Después del anuncio oficial del Eurovisión asiático, hasta cinco naciones han manifestado su interés por unirse a la competición: Nueva Zelanda, Singapur, Hong Kong, Islas Salomón y Vanuatu. Los organizadores también han querido destacar por su página a demás países, también candidatos a participar en la superproducción asiática, como Filipinas, Indonesia, Macao, Tailandia y Vietnam, por la riqueza de sus particulares géneros musicales.
La SBS, Blink-TV y la UER continúan con su campaña a través de las redes sociales, solicitando la sugerencia de los aficionados para el futuro espectáculo pan-asiático. De la misma manera, para evitar confusión y poner fin a la polémica, los responsables han matizado que el nombre Asiavisión pertenece a la Unión Asiática de Radiodifusión (UAR), que tiene los derechos registrados, la única que puede exportar sus servicios bajo esa marca. La puesta en marcha de Eurovisión Asia pone en entredicho la continuación de Australia en nuestro Eurovisión, pudiendo Lisboa 2018 ser su última invitación a Europa, pasando a batirse con las naciones asiáticas por la plaza europea.
Conversación
sinceramente creo que la UER va a probar lo de Eurovision Asia a ver si cuaja en Asia-Pacífico, cosa que lo veo dificil (tensiones en China o Japón o paises no democráticos en otros casos). Al final la opción 2 o la 3 son las más realistas. Es más, yo haría la opción 3 y si surge interés real (con el paso de los años) entre los asociados, hacer la 4 que en realidad casi es la misma solo que en una solo participa uno cada año y en la 4 participan todos (de asociados hablo)
Yo quiero que vuelva Andorra. No solo porque nos cayeran puntos, sino pq es un país muy poco conocido... Y un escaparate tan grande les va genial. Y de invitados algun año me gustaría Marruecos, Brasil...
No porque Eurovisión es para Europa y los europeos y aquí hay muchos eruditos que se creen Trump, por lo tanto les va a dar un ataque si la casta europea del festival se mancha de la plebe asiática, africana y americana. UYYYYY NO QUE ASCO... POR FAVOR QUE EXCUSAS TAN ABSURDAS DAN ALGUNOS PARA NEGARSE A LA REALIDAD GLOBAL DEL FESTIVAL.
Yo creo que el formato eurovision no se debe perder. Me parece que tras este worldvision realmente hay un anglovision y moneyvision. Si ya muchos países europeos, cuyas tradiciones culturales y musicales no están tan alejadas las unas de las otras, optan por el inglés y la música comercial de procedencia exclusivamente anglosajona, imaginad si participan China o Indonesia. No iban a traer cultura propia, solo copias de Justin Bieber. El formato eurovision va mucho más allá y no debe perderse.
Pues a mi los cuatro escenarios me parecen asumibles y muy validos. Llevo soñando con un formato así, desde hace mucho tiempo y parece que por fin se pone en marcha. Feliz con la noticia y esperando el pistoletazo de salida "MUNDIVISION"
A mi la opción Que más me gusta es la 4, Eurovisión debería ser un mundial de la canción. Aunque deberían también fomentar la participación de todos los países Europeos posibles. La opción de la separación por continentes no me parece mal, lo que no estoy de acuerdo PARA NADA es que el ganador de ellas sea invitado a PARTICIPAR en el Eurovision Original...NO ES JUSTO. A no ser que solo se invite al país, no a la propuesta ganadora. Mejor sería hacer un Worldvision posterior con el top 5 de cada.
??? La OTI otra vez no, por favor? Que cutreria... aunque, pensándolo bien sería la única opción de que podamos conseguir algún punto?
Sjj habla de resucitar la oti, y parece razonable, pero se olvida el detalle de que el señor Ola y por extensión la Uer, no impondrían su marca y su control, y no sacarían dineritos que es de lo que se trata... Lo de la cultura... Eso ya tal...
Lo mejor sería hacer que tanto en eurovisión, eurovisión Asia y eurovisión América hagan que los 8 o 9 mejores clasificados de cada evento participen en un mundovisión anualmente.
Y, igual que se envía a Australia a luchar por su plaza en Asia visión, por qué no se envía también a Israel?
Y, por qué no están los países de Oriente medio? Jordania, Arabia saudí y,irán, Irak? Y, igual que se envía a Australia a competir en
La mejor forma es q cada continente haga su festival. Tendriamos Eurovision, Eurovision Asia, American song contest y African song contest . El top 5 de cada festival van al mundo vision q se organizaria de foorma alternada entre las 4 zonas y de esos 20 paises el ganador. q nadie pueda votar por paises de su propio continente.
En América, con resucitar el festival de la OTO ya estaría el problema resuelto. Además, en la OTI España era siempre favorita, no como en el ESC.
Yo me quedaría con la opción 2, que debería ser prioritaria, aunque no sería fácil convencer a los microestados de que vuelvan a la competición a pesar de rebajar la cuota (tendría q solucionarse también el tema del televoto) Y paralelamente a la opción 2, me parece correcto que desarrollen la opción 1, y haya diferentes formatos continentales, pero sin mezclarse. Si quieren mezclar a países de distintos continentes que hagan un Mundovisión en lugar de invitar cada año a un miembro asociado
A ver, dentro de este despiporre que prentende la UER creo que la opción más choerente es la segunda y por supuesto la 4 ni en pintura. Queremos a nuestro Eurovision, la evolución de este no está sujeto a su internacionalización, esto es una pajara incongruente que no hay por donde cojerla, cada país, contiene, zona...tiene sus eventos y celebraciones, Eurovision es de los paises de la area de radiofusión de la UER PUNTO.
Que se queden los 26 países europeos en el tradicional eurovision y participen los ganadores de Asia América y África eso estaría genial
Si hay que elegir alguna de estas opciones, me quedo con la que menos desnaturalizaría el concurso: una mezcla de la 2 y la 3. Sólo un invitado ajeno por edición y más esfuerzo para que participen los microestados europeos. La realidad, sin embargo, nos dice que siempre se tenderá a la opción más lucrativa.