TdF: Yo creo que por prejuicio. Muchos intérpretes o grupos consolidados ven un peligro para su carrera en Eurovisión, a mi me parece una falta de respeto hacia el certamen, y un complejo de inferioridad hacia ellos mismos. El concurso te da una proyección igual de válida que salir en cualquier otro programa de televisión o festival. Lo importante es no defraudar a los fans, ni a uno mismo, y seguir haciendo la música que has hecho siempre. Yo con todos mis respetos hacia Pastora Soler que es una artista como la copa de un pino, o a Edurne, nuestro problema en Eurovisión no son los cantantes en si, sino la imagen que queremos proyectar, y la música española es mucho más moderna que esto, con muchos estilos, no solamente el género que se está llevando. Otro problema son los compositores, muy buenos autores, pero si tu viajas por Europa descubres que el heavy, el hip-hop y otros géneros arrinconados en España son muy normales y a la orden del día. Aquí estamos todavía en la transición, al nivel musical de los años setenta, el rock sigue sonando a peligroso, aunque algunos tengamos carrera y sepamos hablar, yo creo que por eso Warner tiene un poco de miedo.

E-S: ¿Cómo créeis que reaccionarían vuestros fans, después de casi 30 años de carrera, a vuestra posible participación en Eurovisión?

TdF: El fan de verdad reaccionaría mal si nos vendemos y cambiamos nuestro estilo musical, si salimos haciendo una balada, o algo que no tiene nada que ver con nosotros, pero si Mägo de Oz sale haciendo una 'fiesta pagana', con fuegos artificales, y toda la parafernalia que llevamos en nuestros conciertos, nuestros seguidores estarían encantados, de hecho ellos son los que nos votan año tras año, y tu lo sabes bien, porque nos quieren en Eurovisión. Después están los fans del heavy metal que nos juzgarían por ir al festival, pero esa gente ni nos interesa, ni nos ha interesado nunca. Nosotros hemos recibido muchas críticas por haber sido número 1 de Los 40 Principales, dos veces, con Fiesta Pagana y La costa del silencio. A mi me parece de ser muy paleto y tener unas miras muy cortas el tener guetos musicales, y siempre pongo el mismo ejemplo, tu imagínate un pintor impresionista que solo pudiera exponer su obra en un museo de ese estilo, un museo es para el arte, y la música es arte, y viva la mezcla, y el S.XXI, y si después de una canción rock sale una rumba, no pasa nada, nosotros hemos hecho rock mezclado con rancheras o tangos. El fan de Mägo de Oz no se va a asustar por nada porque nosotros somos así de eclécticos. Yo quiero que nuestra música suene hasta en los tanatorios, no tengo problema por salir en una u otra radio, lo que yo quiero es que mi arte lo escuche la gente, y bienvenido sea si una niña de 12 años, gracias a escucharnos, empieza a descubrir más música rock. 

E-S: ¿Cómo os sentís al ser considerados uno de los candidatos ideales?

TdF: Yo siento que tenemos unos fans que no nos los merecemos, porque casi ningún seguidor de un grupo de heavy metal los animaría a participar en Eurovisión, pero ellos saben que vamos a hacer un gran papel, a nivel musical, con una canción que te levante el ánimo y el espíritu, y visualmente, con flautas, gaitas, guitarras y violines, aunque solo sea por abrir la ventana para que se airee la participación española en el festival de los últimos años. Ya es hora de arrinconar a las chicas monas que cantan fenomenal, con trajes de noche, canciones románticas, algo que está muy bien, pero el último tema romántico que mereció la pena fue Bailar pegados de Sergio Dalma. 

E-S: ¿Qué tipo de candidatura presentaríais al festival?

TdF: Yo lo que quiero es que durante los tres minutos de actuación la gente tenga una sonrisa de oreja a oreja, ya sean portugueses o daneses, y no puedan quitarse la melodía de la cabeza. En nuestro último disco, Illusia, estamos utilizando una estética que está de moda en Centroeuropa y Estados Unidos llamada steampunk, un diseño muy llamativo, como unos mendigos del S.XXI, con un poquito de nuevo romántico, algo muy visual, nosotros al vestuario le damos muchísima importancia. En este concurso es fundamental no pasar desapercibidos.

E-S: ¿Incluso tendríais alguna canción lista?

TdF: Sí, yo tengo compuestas varias melodías para una posible participación, muy divertidas con muchas flautas y violines, en la línea de Fiesta pagana y La costa del silencio.

E-S: ¿Cuál de los temas de tu discografía consideras que habría sido el ideal?

TdF: Fiesta pagana, por supuesto, quizá con una letra menos combativa, o La costa del silencio, muy alegre y comercial, y compuesta durante el desastre del Prestige, con ambas me hubiera presentado, sin lugar a dudas, a Eurovisión.

E-S: ¿Qué puede aportar Mägo de Oz a Eurovisión?

TdF: Frescura, innovación y rock celta. Sobre todo quitarnos el sambenito de la alternancia entre las baladas y el flamenco. Nuestro país tiene muchos más estilos, todo ello sin despreciar, en absoluto, estos géneros, porque tenemos en ellos artistas con una calidad enorme. Simplemente debemos vender que España es alegre y optimisma y tiene otras músicas en el norte. Os voy a poner un ejemplo, las grandes producciones como Braveheart, Juego de Tronos o Titanic, tienen música celta, siempre, y si no se te mueven los pies con ella es que estás muerto. 

E-S: Y Eurovisión, ¿qué os puede aportar personal y profesionalmente a vosotros?

TdF: Mucho. Eurovisión es un festival que lleva muchísimas décadas. El ir a un concurso me recuerda a los programas de radio antiguos de los cuales salían Formula V y otros que me cuenta mi madre. Nosotros no competimos cuando vamos de gira, lo tenemos todo muy fácil, en el último concierto en México, ante 12.500 personas, la gente ya lo estaba dando todo en la intro, ¡Una balada!. También estamos un poco acomodados, nuestro público por vernos paga un dinero, y no tenemos ese aliciente de dificultad y probarnos a nosotros mismos. A mi ir a Eurovisión me motiva porque vamos a llegar a mucha gente que no suele escuchar rock, y mi obligación sería que sin que ellos se den cuenta les guste una canción de heavy metal, con toda normalidad. Me encantan los retos, Mägo de Oz va a cumplir 27 años, en los que hemos hecho giras mundiales, hemos actuado en festivales para más de 50.000 personas, y hemos tocado dos veces en Las Ventas, pero todavía creo en los retos, y aunque tengo 45 años tengo mucha ilusión por hacer cosas, yo no soy una estrella, todavía soy un chaval en el cuerpo de un madurito ilusionado por hacer un mogollón de cosas.

E-S: ¿Cómo habéis vivido Eurovisión 2015?

TdF: Lo vimos desde Perú, a través de resúmenes, donde actuábamos en un festival para 70.000 personas.

E-S: ¿Qué es lo que más os gusta del certamen?

TdF: El ver como todos los países de Europa, menos España, se quitan todo el folklore implícito de cada país, e intentan ser cada vez más globales. Me hace mucha gracia que casi todos cantan en inglés, aunque para mi eso le resta mucho, grupos como Rammstein cantan en alemán vendiendo millones de copias, o Héroes del Silencio triunfaron en muchos lugares en castellano, nosotros en Nueva York, Milán o Munich cantamos en español, de hecho no quieren que lo hagamos en inglés. Me gusta que en el festival no se renuncie a la lengua de cada país pero sin abusar del folklore. 

E-S: ¿Os ha parecido justo el resultado de España con Amanecer de Edurne?

TdF: Edurne me sorprendió gratamente porque incluso los profesionales nos dejamos llevar por los tópicos, aparte del físico que tiene que es innegable, tiene muy buenas calidades vocales, pero no me gustó Amanecer, ese es el problema, las canciones. Yo creo que un artista debería componer su propia música, a no ser que tengas un buen autor como Juan Carlos Calderón, en su época, o José Luis Perales, para este tipo de canción ligera. Vicente, escribir una canción es desnudarte, reir, llorar. Yo cuando le quiero dar un beso a alguien, si el contacto físico no es suficiente, se lo doy con un estribillo o con una melodía. Yo desconozco el procedimiento que sigue TVE pero a la vista está que ni funciona ni llamamos la atención. Mago de Oz no es la mejor banda de rock española, ni mucho menos, simplemente hemos intentado ser listos tapando nuestros huecos con creatividad. A Edurne la respeto mucho, pero artistas guapas que cantan muy bien, hay a patadas. A Amanecer le dieron demasiados puntos, no había por donde cogerla.

E-S: ¿Y la ganadora, Suecia con Heroes de Mans Zelmerlow?

TdF: La recuerdo por la escenografía. Si mi vida dependiera de que te cantara un trozo de la canción…

E-S: ¿Cuáles han sido vuestras eurocanciones favoritas de España?

TdF: Si hablamos de baladas, las mejores han sido Bailar pegados de Sergio Dalma y Eres tu de Mocedades, Micky con Enséñame a cantar me hizo mucha gracia en su día, ya que era algo nuevo, un poco macarrilla, y un toque golfo, pero quitémonos las caretas y los disfraces, la mejor eurocanción española es el puto La, la, la, no hay más que hablar, esto no es un examen de conservatorio, para ver como es de bueno el primer violinista, sino que cuando alguien esté viendo el festival no se pueda quitar esa canción de la cabeza, y antes de meterse en la cama, vaya cantando 'la, la, la' mientras se cepilla los dientes.

E-S: ¿Cuáles serían según vuestro criterio los artistas ideales para representar a España en Eurovisión 2016?

TdF: Depende de lo que queramos proponer. Si queremos ofrecer algo celta y divertido, por supuesto Celtas Cortos, ya que conocen todo el mundo y pueden movilizar a la gente con su estilo entre académico y callejero. Si quisiera algo más dance, me llevaría sin dudarlo, y si la dejan ser ella misma, a Mónica Naranjo, con dos chulazos bailando a su alrededor, andróginos y provocando un poco al movimiento gay. Si quiero algo más 'español', a Diana Navarro, con la que ya hemos trabajado, no tenemos ningún problema en colaborar con todo tipo de artistas, ella sería una candidata excepcional porque ha renovado la copla al S.XXI, sobre todo con su primer disco que es una auténtica barbaridad, además de ser una grandísima amiga y cantante. 

E-S: ¿Cómo te definirías artística y personalmente?

TdF: Provocador. El hecho de que yo esté haciendo una entrevista contigo, y dentro de un tiempo podamos ir a Eurovisión, es una provocación. El rock es ser contestatario, inconformista, de vez en cuando políticamente incorrecto. Mucha gente me dice que me parezco a Tino Casal, uno de mis héroes, y uno de los mejores músicos, compositores y estilistas, él se adelantó 20 años a su propia época, otro extraterrestre que debería haber ido a Eurovisión. A mi me gusta la década de los años 80, los grupos iban a los armarios de sus hermanas para ponerse cualquier cosa que les valía y les sentaba bien y los mezclaban con su ropa, ¡Todo daba igual!. Ahora todos los artistas parecen mensajeros, y yo no quiero ser eso, sino una jodida estrella del rock. Mi paraíso, o el infierno, cuando me muera es un escenario, con luces de neón que pongan Txus, y bajar una escalera interminable de la mano de una rubia guapa y una travesti. 

E-S: ¿Cuál es tu primer recuerdo sobre un escenario?

TdF: Varios, pero uno de los primeros recuerdos que tengo fue la primera vez que cobramos un dinero, después de hacer muchos conciertos gratuitos, dormir en coches y demás, y tengo enmarcado un billete de 1.000 pesetas. El resto lo gastamos esa noche en sitios de moral dudosa. A veces cuando me pongo un poco gruñón porque en la plaza donde vamos a tocar el camerino no está a mi gusto, o te envuelve la vanidad, es bueno mirar ese billete para recordar que nos dedicamos a la música pero somos personas exactamente iguales que el resto. Nosotros somos un grupo que no venimos de ninguna operación triunfo ni de ninguna isla sino que nos hemos pagado nuestros dos primeros discos, y poco a poco hemos conseguido todo con nuestro sudor, a golpe de estribillo, y desenvainando melodías, esas han sido nuestras armas.

E-S: ¿Cuál es tu mayor orgullo profesional hasta la fecha?

TdF: Me siento realmente feliz de recibir e.mails de miles de kilómetros de distancia diciéndome que una letra o una canción mía les ha sacado de una depresión, o el mensaje de, por ejemplo, Hoy toca ser feliz, le ha ayudado frente a la bulimia. Ese es el Disco de Oro de cualquier artista. Los otros solo cubren las paredes, y yo prefiero cubrir el corazón de las personas para las que yo escribo mis temas. Lo demás, las chicas o la fama, son cosas que nos metemos en la mochila que nos hacen caminar muy despacito, y no nos permiten valorar las cosas sencillas de la vida que son las que importan verdaderamente.

E-S: ¿Cuáles son tus siguientes metas profesionales?

TdF: El próximo objetivo es regrabar el disco que nos hizo mundialmente famosos por su 15º aniversario. El 10 de octubre se reedita, con muchísimos invitados, Finisterra. 

E-S: Gracias, Txus, y por extensión, a Mägo de Oz, por compartir tu tiempo con nosotros y nuestros lectores.

TdF: ¡Gracias a vosotros y a todos los que estén leyendo esta entrevista!