Post públicado originalmente el 25 de octubre del 2015
Portugal no participará en Eurovisión 2016. La RTP ha decidido no viajar a Estocolmo alegando problemas económicos, una explicación que ha provocado cierto estupor entre los espectadores, y un enfado monumental entre los sufridos eurofans portugueses, al darse a conocer que el 50% del presupuesto total de la televisión pública se ha destinado a sufragar los derechos de emisión de los Juegos Olímpicos, la Eurocopa y la Liga de Campeones, a lo que habría que añadir la adaptación de costosos formatos internacionales como La Voz. Numerosos artistas locales relacionados con el certamen, los principales medios de comunicación temáticos, y los fans que incluso han llegado a realizar una campaña de mecenazgo para financiar una posible candidatura, han protestado firmemente por la ausencia de la música, la televisión y, en definitiva, la cultura lusa en el evento europeo.
Otros justifican este año sabático por la sucesión de malos resultados y pérdida de audiencia sufrida por Portugal. Nuestros vecinos en 52 años, y 48 participaciones, solo han alcanzado en nueve ocasiones el top 10, y una sexta posición como mejor resultado. Una larga travesía por el desierto en la que, si bien se han encontrado algunos oasis en forma de excelentes candidaturas y aceptables marcas, se ha agudizado desde la instauración de las semifinales en el año 2004, las cuales solo han superado en tres ocasiones, la última de ellas en 2010. Esta situación ha hastiado a la audiencia que en la última edición ha marcado su mínimo histórico con tan solo 503.000 espectadores y un 13.2% de share viendo como su país se quedaba, una vez más, fuera de la gran final del 60º aniversario del festival.
Portugal promete volver en Eurovisión 2017, un periodo que aprovechará para estudiar conjuntamente con profesionales y fans la mejor forma para volver a la competición, con una renovada final nacional y una candidatura a la altura. Nosotros ya echamos de menos a nuestra mitad ibérica que, con sus luces y sus sombras, siempre han aportado parte de su cultura, su esencia y su tradición, y un buen puñado de cantantes y canciones, que ya son parte de la historia del Eurofestival. Una lusitana paixao que hoy rememoramos entre el 1 y el 8, el 10 y el 12, en el Eurotop de eurovision-spain.com.
Agradecimiento Imagen: Juanma Jiménez, de
Europóster1 punto para Dulce con Lusitana paixao en Roma 1991.
Probablemente,
Lusitana paixao, no sea una de las mejores eurocanciones de la historia de Portugal en Eurovisión pero, sin ninguna duda, Dulce Pontes es la mayor superestrella de la música portuguesa que ha participado en el festival, con un directo sobresaliente, y una interpretación brillante, emotiva y enérgica que dejaba entrever la gran carrera que desarrollaría posteriormente. La candidatura no recibió los 12 puntos de ningún país, aunque sí 10 votos de España y Francia, quienes le ayudaron a alcanzar la meritoria octava posición, y una de las nueve únicas veces que la RTP, en 48 ediciones, se coló en el top 10. La pasión lusitana es una de tantas propuestas en las que nuestros vecinos, en su título, en las estrofas o en la temática, cantaban a Portugal o los portugueses, sin renunciar a su identidad cultural.
Roma 1991: Dulce Pontes – Lusitana paixao
2 puntos para Jose Cid con Um grande, grande amor en La Haya 1980.
Jose Cid es como ese tío bonachón, divertido e hiperactivo de cualquier familia que todas las navidades llega provisto de una artillería de canciones y chistes con los que entretener a la familia, sin ir más lejos en esta actuación vemos como recicló el traje, y el peluquín, de la nochebuena de 1979, mientras que el corista situado a la izquierda es el primo que siempre aparece con la cena empezada después de unos cuantos brindis. No nos podemos resistir a incluir en esta lista de recuerdos portugueses a
Um grande, grande amor, por ser un guilty pleasure de principio a fin, con ese estribillo y ritmo tan pegadizo que ya asumimos que nos taladrará la cabeza todo el día, ese coitus interruptus en forma de falso final, y el pedazo de directo que se marca el Tío José. Portugal 1980 es la tercera mejor marca de Portugal en Eurovisión, un séptimo puesto con 71 puntos, de los cuales ninguno fue dado por el jurado español.
La Haya 1980: Jose Cid – Um grande, grande amor
3 puntos para Tonicha con Menina en Dublín.
El valor de Eurovisión no reside solamente en lo musical, también son, entre otros, 60 años de historia de moda, y para muestra un botón. Tonicha realizó una espectacular actuación donde destaca su rango vocal desde profundos graves a afilados agudos. La niña del alto de la sierra es una de tantas ocasiones en las que Portugal mezcló ritmos pop con sonidos locales, con una gran interpretación de la orquesta y el coro, esta vez reconocidos por España, otorgándole la máxima puntuación de la época, y ayudando a que el marcador final llegara a los 83 votos que equivaldrían a una meritoria novena plaza.
Dublín 1971: Tonicha – Menina
4 puntos para Doce con Bem bom en Harrogate 1982.
La RTP, salvo excepciones, siempre ha sido muy políticamente correcta y conservadora en sus participaciones eurovisivas, por eso es digno de mención cuando se sueltan la melena con propuestas más modernas aunque sea ligeramente a destiempo. Doce fue el grupo femenino más importante de la historia del pop portugués, con un buen puñado de éxitos, principalmente en la década de los años 80, entre los que destaca
Bem bom, con una letra tan tontorrona como tremendamente pegadiza, una coreografía hipnotizante, y una melodía que recogía los últimos coletazos de la música disco. El cuarteto, vestidas de piratas al igual que su director de orquesta y las coristas, abrieron el festival pero fueron olvidadas en las votaciones, entre otros, por España, recibiendo 32 puntos que las relegaron a una discreta decimotercera posición.
Harrogate 1982: Doce – Bem bom
5 puntos para Flor-de-Lis con Todas as ruas do amor en Moscú 2009.
Nadie daba un escudo por Portugal cuando
Todas as ruas do amor de Flor-de-Lis se proclamó vencedora del siempre polémico
Festival da Cançao, pero no solo superaron la semifinal, sino que ascendieron a un meritorio puesto 15, con 57 puntos, ocho de los cuales llegaron desde España. Parte del milagro se produjo gracias a la nueva masterización de la candidatura, la hermosa escenografía, y la alegría, dulzura y simpatía que el grupo derrochó durante su actuación llenando de magia el majestuoso escenario de la capital rusa. La jovencísima Daniela Varela, líder de la formación, no pudo reprimir las lágrimas por los aplausos de ánimo del público al empezar su actuación en la semifinal y al finalizar de cantar en la finalísima, procedentes en gran medida de los eurofans españoles que se volcaron en defender esta candidatura como la suya propia.
Moscú 2009: Flor-de-Lis – Todas as ruas do amor
6 puntos para Maria Guinot con Silencio e tanta gente en Luxemburgo 1984.
No solo es una de eurocanciones más bonitas de Portugal en Eurovisión, sino también de la historia del propio festival.
Silencio e tanta gente tiene una letra y una melodía emocionante y emotiva, con una calidad compositiva brillante, interpretada con suma elegancia y gusto por Maria Guinot, acompañada a los coros, en un excelente contrapunto, por Inês Martins. España, en esta ocasión, cumplió con Portugal concediendo cinco puntos que, sumados al del resto de delegaciones, hacían un total de 39 quedándose a tan solo uno de un top 10 más que merecido.
Luxemburgo 1984: Maria Guinot – Silencio e tanta gente
7 puntos para Rita Guerra con Deixa-me sonhar en Riga 2003.
Si afirmamos que el vigesimosegundo puesto con 13 puntos de Portugal en Riga 2003, dos de ellos desde España, es uno de los más injustos de todos los tiempos de Eurovisión, probablemente nos quedaríamos muy cortos, a no ser que Europa, por tres minutos, se volviera sorda, ciega y loca. La bellísima Rita Guerra cantó e interpretó la preciosa
Deixa-me sonhar con una sensibilidad y un sentimiento que nos enamoró a todos. Quizá no triunfó en tierras letonas pero para muchos es una las grandes canciones que a lo largo de la historia nos ha regalado el festival.
Riga 2003: Rita Guerra – Deixa-me sonhar
8 puntos para Simone de Oliveira con Desfolhada en Madrid 1969.
Simone de Oliveira realizó en la capital del Reino de España una actuación digna del calificativo de Gran Dama de la Canción, cuatro años después de su primera participación en Eurovisión, con la que conseguiría un insultante decimoquinto y penúltimo puesto, con tan solo cuatro puntos, la mitad de ellos del jurado español. Todo un derroche de voz, interpretación y poderío, enfundada en otro de los trajes míticos de la historia del festival que por primera y única vez en 60 años pisaba nuestro país. La recordada anécdota está relacionada con el título de la canción, el cual fue traducido y rotulado en televisión como
Deshojada, ya que el original
Desfolhada portuguesa debía sonar poco decente a ojos de los censores del brazo en alto cara el sol.
Madrid 1969: Simone de Oliveira – Desfolhada portuguesa
10 puntos para Lucia Moniz con O meu coraçao nao tem cor en Oslo 1996.
La fórmula eurovisiva de Portugal, con la que tantas veces han tropezado mientras otros cosechaban éxitos, funcionó contra pronóstico en Oslo 1996. La mezcla de las tendencias de la música pop, con los sonidos y la imagen de su folklore tradicional, les reportó su mejor resultado histórico, un sexto puesto con 92 puntos, aunque ninguno otorgado por el jurado español, quienes les podrían haber ayudado a subir hasta la segunda plaza, para cuando se nos llene la boca criticando a nuestros vecinos en las pocas ocasiones que no se acuerdan de nosotros. Lucia Moniz realizó una actuación llena de dulzura, ritmo y simpatía que fue muy bien recibida por el público, solo hay que escuchar la ovación final, y con un gran protagonismo del coro, provistos de sus bandurrias y bombos, en su excelente acompañamiento.
Oslo 1996: Lucia Moniz – O meu coraçao nao tem cor
12 puntos para Vania Fernandes con Senhora do mar (Negras aguas) en Belgrado 2008.
Portugal llegaba a Belgrado 2008 después de una retirada en Tallin 2002, el fracaso en Riga 2003 y cuatro eliminaciones consecutivas en semifinales entre Estambul 2004 y Helsinki 2007. Vania Fernandes podría ser el equivalente portugués a nuestra Rosa de España. Ganadora de
Operaçao Triunfo, gracias a su extraordinaria voz, y al cariño del público, estuvo acompañada en el festival por un coro formado por cinco compañeros de academia.
Senhora do mar (Aguas negras) es una canción de impecable factura, con una letra de gran belleza y sentimiento, y una melodía emocionante y grandiosa que, junto a una impecable escenografía y realización, consiguieron una de las mejores actuaciones portuguesas de la historia de Eurovisión. Portugal, así, alcanzó una merecidísima segunda posición en la semifinal, con un público entregado que no dejaba de corear su nombre en el sobre que desvelaba el último finalista para la gala del sábado noche, y un decimotercer puesto en la gran final que supo a poco. Eurovisión 2008 fue la primera edición del concurso con doble semifinal y la última de la era televoto, justo en el momento en el que la diáspora y la baja calidad de ciertas candidaturas hacían mella en la audiencia, una ausencia de jurados profesionales que pudo sentenciar negativamente una candidatura que debía haber reinado en lo alto de la tabla. No obstante, fue reconocida por la prensa acreditada en el Press Centre de la capital serbia con el Premio Marcel Bezençon a la mejor candidatura de Belgrado 2008. Un éxito que esperamos que nuestros vecinos repitan en su ya deseado ansiado a Eurovisión.
Belgrado 2008: Vania Fernandes – Senhora do mar (Negras aguas)
Bonus Track de Henrique Feist con Medley en el Festival da Cançao 2014
Durante el Festival da Cançao 2014, donde resultó vencedora el Quero ser tua de nuestra idolatrada Suzy, se realizó uno de los intervalos más originales de las finales nacionales. Con motivo del 50º aniversario de la RTP en el Festival, el presentador Henrique Feist recordó en cinco minutos de actuación las 48 candidaturas de Portugal en Eurovisión, a medio camino entre el humor y la nostalgia en un medley que no puede recibir otro calificativo que sobresaliente. Un precioso homenaje que también nos sirve a nosotros para poner la guinda y el punto y final a esta lusitana paixao.
Festival da Cançao 2014: Medley 48 canções vencedoras do Festival
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