Polonia con Anyone I want to be de Roksana Więgel, de 13 años, se ha proclamado vencedora de Eurovisión Junior 2018, la decimosexta edición del festival infantil de la UER que se ha celebrado esta tarde en el Arena de Minsk, Bielorrusia. Francia, con Jamais sans toi de Angelina, y Australia, con Champion de Jael, han completado el podio. El televoto on-line y un jurado formado por profesionales de la industria musical y niños han decidido el ganador a partes iguales en una edición que ha marcado récord histórico de participación, con 20 países, y en una entretenida y espectacular gala presentada por Eugene Perlin, Helena Meraai y Zinaida Kupriyanovich bajo el lema Light up.

La delegación polaca se lleva el mini micrófono de cristal por primera vez en la historia en su quinta participación en Eurovisión Junior. La TVP fue una de las televisiones fundadoras del certamen en 2003, pero se retiró en 2005 y no regresó hasta 2016, año desde el que juega ininterrumpidamente. Una llamativa actuación a nivel visual, una impactante canción de estilo pop-rock, y la gran actitud de la pequeña cantante, así como un beneficioso último lugar en el orden de actuación, han sido algunos de los ingredientes de una victoria conseguida gracias a la máxima puntuación popular. El jurado, sin embargo, dejó al país en séptima posición.

El Presidente de Polonia, Andrzej Duda, agradeció y felicitó vía Twitter a Roksana por su triunfo, y se mostró dispuesto a que la próxima edición del festival se celebre en Polonia. La organización también reveló el número de votos recibidos, un total de 1.283.921. No obstante, el sistema de votación que permite apoyar a un mínimo de tres actuaciones y a un máximo de cinco, incluyendo el propio país, ha sido duramente criticado por favorecer a los países que más audiencia aportan al concurso, como es el caso polaco, frente a otros como menos espectadores o, incluso, menos población, como pueda ser el caso de Malta. 

Francia, por su parte, ha protagonizado la gran sorpresa de la tarde en su regreso a Eurovisión Junior tras 13 años de ausencia desde su primera y única participación en 2004. Una canción y actuación de gran calidad, divertida y con claras referencias a Stromae y otras estrellas del pop francófono más actual que, sin embargo, no ha renunciado a la esencia infantil que debería ser común en este formato. El público ha reconocido el gran trabajo y ha premiado a la candidatura francesa con la medalla de plata. Los jueces también fueron menos benévolos con la candidatura, colocándola en el sexto puesto.

Ese jurado experto e infantil se decantó mayoritariamente por Australia que, gracias a su apoyo, se hizo con el bronce. El país, en su línea, presentó una gran candidatura, con una de las mejores voces de la edición, por no decir la mejor, y un tema con una producción de lujo y una elegante actuación. El conjunto, no obstante, pecaba como otras propuestas, de una excesiva madurez para lo que debería ser, y no termina de serlo, este concurso infantil. La opinión de los espectadores, sin embargo, chocó con la de los jueces europeos, situándola en una discreta pero meritoria plaza 9.

Las superpotencias minieurovisivas Ucrania y Malta se han clasificado en cuarta y quinta posición, mientras que Kazajistán ha alcanzado la sexta en su debut en un festival de la UER. La delegación kazaja ha presentado un sobresaliente espectáculo visual que, sin embargo, contrastó con la sobriedad de su canción y la frialdad y nervios de su pequeña estrella. Italia y su dulce pareja se quedó en el séptimo puesto, Georgia en el octavo, y Armenia en el noveno. La candidatura armenia logró un resultado mucho más bajo del esperado, y merecido, con su simpatiquísima actuación y su carismático protagonista.

Rusia sorprendió negativamente cerrando el top 10, a pesar de una excelente candidatura y una preciosa escenografía, a la vez que la anfitriona Bielorrusia se quedaba a un paso de la parte izquierda de la tabla. Los regresos al juego de Israel y Azerbaiyán también se situaron en la parte derecha de la tabla, en el #14 y #16. En el vagón de cola se situaron Gales y Portugal, con un sorprendente 0 del jurado, y Serbia, última para el televoto. Finalmente, el farolillo rojo recayó en la nación británica que debutaba en Eurovisión Junior gracias a la ausencia del Reino Unido y a un acuerdo entre la televisión pública estatal BBC y la regional S4C, situación que ya se había producido previamente en otro formato de la UER, el Coro del Año.

EL SALTO CUALITATIVO Y CUANTITATIVO DE EUROVISIÓN JUNIOR

La Unión Europea de Radiodifusión y la televisión pública bielorrusa, BTRC, han logrado un enorme salto cualitativo y cuantitativo en la deriva que el festival infantil venía sufriendo en los últimos años. Al más que evidente aumento en la calidad musical y artística de las candidaturas, hay que sumar el gran espectáculo audiovisual que ha complementado esta edición, con un majestuoso escenario y una realización digna de la competición de adultos. La gala también ha destacado por una fantástica línea visual, enlazada desde el logotipo hasta los gráficos, postales y efectos de luz y sonido. 

TVE NO TIENE TIEMPO PARA EUROVISIÓN JUNIOR

TVE ha permanecido ajena un año más a Eurovisión Junior, después de ser uno de los países fundadores en 2003, y ganarlo en 2004 con Antes muerta que sencilla de María Isabel. A ese triunfo hay que añadirle las segundas posiciones de Sergio con Desde el cielo en 2003 y Antonio José con Te traigo flores en 2005, y el cuarto puesto de Dani Fernández con Te doy mi voz en 2006 en el envidiable palmarés español en sus únicas cuatro participaciones hasta la fecha. 

El Supervisor Ejecutivo de Eurovisión, Jon Ola Sand, declaraba esta misma semana en rueda de prensa que “la UER trabaja muy duro con TVE, por lo que se espera que vuelva a participar en Eurovisión Junior en los próximos años” y añadía que “hay un gran interés por el festival en España y TVE lo sabe”. “La participación española es una de nuestras prioridades, amamos el país y esperamos que esté de nuevo con nosotros”, sentenciaba el directivo.

La televisión pública española se retiró de Eurovisión Junior en 2007, a pesar de los excelentes resultados y magníficos datos de audiencia del propio festival como de sus finales nacionales, por “fomentar estereotipos que no compartimos y la explotación a la que se somete los niños” en palabras del ex Director General, Javier Pons. Un argumentario que choca con haber tenido a la propia María Isabel en nómina como presentadora entre 2009 y 2011, con 14 años, o la producción de concursos infantiles como Masterchef Junior, por lo que se sobrentiende que la indiferencia hacia este y otros eventos de la UER tiene más que ver con la desidia del Departamento de Festivales y Área de Entretenimiento de TVE que con un conflicto ético.

EUROVISION JUNIOR 2018: Clasificación | Jurado + Televoto