Philipp Kirkorov y su Dream Team, en conversaciones para el proyecto de Rusia en Tel Aviv
El incombustible Philipp Kirkorov se halla en conversaciones para regresar, una vez más, al candelero eurovisivo. Así lo ha revelado esta mañana en declaraciones al periódico ruso AiF. “Hay una idea y un candidato, pero es necesario que coincidan con la idea y el candidato de Rossiya 1, que emitirá la competición el año que viene”. No obstante, el veterano productor y representante ruso en 1995 ha reconocido que la presencia de su Dream Team el escenario israelí aún no está cerrada: “Aún estamos debatiendo entre distintos candidatos, pero si la visión de la emisora y la mía coinciden, y recibo una oferta para liderar el equipo creativo, la aceptaré encantado”. Kirkorov ha reafirmado así su compromiso con la consecución de la tan ansiada victoria en el festival “bajo mi liderazgo”, un hecho que, asegura, “sucederá tarde o temprano, como todo en mi vida”.
En caso de que las negociaciones con la televisión rusa no prosperasen, el artista se guarda un as bajo la manga. De esta forma, afirma que “o bien me retiraré, o bien aceptaré una propuesta de un país amistoso con Rusia, como por ejemplo la de Moldavia el año pasado”, en referencia a la candidatura de los DoReDoS, que arrasó en su preselección con un 72,5% del total de los votos y consiguió un más que meritorio décimo puesto en Lisboa. En cualquier caso, Kirkorov ha garantizado que, de no materializarse la colaboración con ningún país, “viajaré a Israel para las semifinales y la gran final como invitado”.
El cantante y productor ha tenido también unas palabras sobre su apuesta más célebre de los últimos años, la del ruso Sergey Lazarev en 2016, que se saldó con un tercer puesto final pese a obtener la máxima puntuación del televoto. “La victoria nos fue robada, los jurados profesionales nos dieron ceros”, afirma, pese a admitir que la candidatura de Jamala fue “del agrado de mis amigos extranjeros, tanto el concepto, como la intérprete y la canción”. Sin embargo, Kirkorov sigue haciendo una valoración muy positiva del formato eurovisivo, al que define como “único”. “La mera idea de la competición es algo bello, en una misma noche actúan artistas de diferentes países. ¡Y entonces empieza la votación! ¡Pasión, excitación!”, resume.