Intérprete
«Vita sei bella, morte fai schifo»
(«Vida, eres bella; muerte, das asco«. Epitafio de Claudio Villa).
Claudio Pica (Roma, 1 de enero de 1926 – Padua, 7 de febrero de 1987) era hijo de una familia muy humilde del Trastévere; su padre, Pietro Pica, era conductor de un coche de caballos y su madre, Ulpia Urbani, era ama de casa. En 1946 participa por primera vez en un concurso radiofónico de Radio Roma con la canción Chitarratella, de Carlo Buti y graba su primer disco, de pizarra, en 1947: Serenatella dolce e amara y Canzoncella. Ese mismo año participa por primera vez como secundario en una película, Sono io l’assassino. Tras cinco filmes más consigue en 1952 su primer papel protagonista en Serenata amara, de Pino Mercanti.
Cuando se presenta por primera vez al Festival de San Remo en 1955 ya había grabado más de 15 discos de 78 rpm y había aparecido constantemente por la radio, además de empezar a ser una cara conocida en el cine, medio en el cual casi se limita a exhibir su portentosa voz de tenor en el género de la comedia musical italiana (en muchas ocasiones, incluso, las partes habladas eran dobladas por otros actores). Por ello no es de extrañar su triunfo en San Remo en el mismo año de su debut con Buongiorno tristezza, junto a Tullio Pane. Volverá a triunfar dos años más tarde con Corde della mia chitarra, junto a Nunzio Gallo, el cual interpretará esta canción en el segundo festival de Eurovisión ese mismo año. Enumerar las numerosísimas intervenciones de Claudio en San Remo sería interminable. Baste con decir que participó en 12 ediciones hasta 1970 –todos los años menos 1956, 1960, 1965 y 1968- con 25 interpretaciones, cuatro de las cuales lograron el triunfo, determinando su presencia en Eurovisión dos de ellas. Tras un paréntesis de 12 años regresaría en 1982 con Facciamo la pace, que resulta un fracaso al no lograr pasar a la final.
En 1957, dado su éxito sale al mercado su primer álbum, un disco de 25 cms (formato frecuente en la época) que contenía algunos de sus éxitos editados anteriormente en pizarra. En los años siguientes seguirá grabando incansablemente y apareciendo constantemente en la radio y la incipiente televisión. Además se consagra como galán cinematográfico en las 27 películas que rueda hasta 1966, año de su gran éxito en la gran pantalla, Granada addio, de Marino Girolami. También en este campo tendrá dos intentos tardíos: Melodrammore, de Maurizio Costanzo (1978) y FF.SS. – Cioè: …che mi hai portato a fare sopra a Posillipo se non mi vuoi più bene?, de Renzo Arbore (1983), en la que hace un cameo de sí mismo.
Su triunfo en San Remo en 1962 con Addio addio determinó su participación en Eurovisión con este tema quedando en novena posición. De la misma manera, volverá en 1967 con Non andaré più lontano, con la que sólo alcanza el puesto undécimo. Sin embargo vence en dos ocasiones en el Festival Canzonissima: en 1964 con O sole mio y en 1966 con Granada, ambos clásicos del repertorio tenoril, lo cual demuestra en qué campo se movía con más soltura. También venció en 1963 en el Festival di Napoli con Jammo ja‘.
Estancado en un repertorio muy determinado, su carrera sufre un ligero retroceso en los 70, auque no así su popularidad. Participa en numerosos programas de televisión y crea en 1976 junto a su hijo Mario una emisora de radio propia, Radio Lazio. En 1981 se vio envuelto en el escándalo P2 (Propaganda due) apareciendo su nombre como uno de los componentes de una logia masónica ligada al terrorismo internacional y la mafia.
De 1981 a 1985 fue invitado fijo en el programa de televisión de Antenna 3 Lombardía Il Bingoo. Tras su último fracaso como concursante en San Remo, aparece como invitado en 1984 y 1985, con una fría acogida por parte del público. Será en este festival al que estuvo tan ligado, en el que se anunciará su repentina muerte el 7 de febrero de 1987 por pancreatitis e infarto. Veinte años más tarde se hará en Roma un multitudinario concierto homenaje, Viva Villa, con la participación de conocidas figuras.
Su discografía incluye más de 150 grabaciones en distintos formatos y alrededor de 3000 canciones. Tenor de vieja escuela, un auténtico divo en el sentido más tópico, era conocido por sus monumentales enfrentamientos con la crítica y el público cuando no conseguía el éxito o el reconocimiento que esperaba. También se destacaba por su ateísmo y sus ideas comunistas.
Tuvo varias relaciones duraderas: la primera fue su matrimonio con la actriz Miranda Bonansea entre 1952 y 1962, con la que tuvo a su hijo Mario. Después mantuvo una larga relación sin matrimonio con la actriz y bailarina Noemi Garafolo, que le dio dos hijos (una de ellas la cantante y actriz Manuela Villa). En 1975 se casó de nuevo con Patrizia Baldi, con quien tuvo dos hijas, Andrea Celeste e Aurora, en 1980 y 1981 respectivamente. Esta última sería con el tiempo una famosa bailarina y coreógrafa. El matrimonio con Patricia duraría hasta su muerte.
Texto: Javier Velasco, “Javiquico”. Septiembre de 2013
Actuación Gran Final
Elección Interna
Claudio Villa con Addio, addio, tras su triunfo en Sanremo, fue elegido internamente por la RAI para representar a Italia en Eurovisión 1962.
Actuación Final Nacional
Claudio Villa
Addio, addio
Domenico Modugno - Franco Migliacci
Carátula
Álbum que incluye el tema
Letra de la canción
Versión original
I miei sorrisi e i tuoi si sono spenti,
noi camminiamo insieme e siamo soli.
Ci restano soltanto lunghi silenzi che volgon dire:
addio, addio.
Il nostro amore, acqua di mare, è diventata sale,
le nostre labbra inaridite non hanno più parole.
Guardami, guardami, lo sai che non è vero,
non è vero che è finito il nostro amore.
Addio, addio, addio, addio.
Guardami, guardami, ascoltami, fermati,
non è vero, perché tu stai piangendo,
perché noi lo sappiamo
che ci vogliamo bene,
che ci vogliamo bene e ci lasciamo.
Addio, addio, addio, addio.
Letra de la canción
Versión traducida
ADIÓS, ADIÓS
Mis sonrisas y las tuyas se han apagado,
caminamos juntos y estamos solos.
Solamente quedan largos silencios
que quieren decir:
adiós, adiós.
Nuestro amor, agua de mar,
se ha convertido en sal,
nuestros labios endurecidos
ya no tienen palabras.
Mírame, mírame, sabes que no es verdad,
no es verdad que nuestro amor haya acabado.
Adiós, adiós, adiós, adiós.
Mírame, mírame, escúchame, detente,
no es verdad porque estás llorando,
porque los dos sabemos
que nos queremos mucho,
que nos queremos mucho y nos dejamos.
Adiós, adiós, adiós, adiós.
Traducción: Javier Velasco “Javiquico”
Conversación
Si cogemos todas las canciones de la historia del festival, esta es probablemente de las de más difícil digestión. Es una canción que no entra ni a la 1ª ni a la 2ª y hay que escucharla muchas veces para sacarle el jugo. A mí no me desagrada, pero comparada con la lección magistral que nos dio Claudio Villa en el 67, quizás se queda un poco escasa. De las mejores voces que nos ha dado el festival. Le doy un 6.
Un prodigio de voz (en algunos momentos me recuerda a Raphael), pero es cierto que la canción no me emociona y se me hace larga y algo pesada. Se hace dueño de la escena de forma magistral. La orquesta también me ha parecido excesiva, sobre todo las trompetas; en fin, lo dejo aprobadillo. 5
De película de terror. Horriblemente de mal gusto, por mucho que en la época lo gotico estuviese de moda. La gesticulacion intensifica la canción, pero aún así no me parece adecuada. Le doy un 1 porque destacó por diferente ese año.
5 también. Esta actuación me da miedo :S La figura de Claudio Villa es indiscutible, pero esta canción... no me llega, por mucho sentimiento que intente ponerle. Yo también prefiero de largo el 'Non andare piu lontano'. Hermes, ¿dónde estás hermoso?
Otra joya italiana de todos los tiempos (que podía firmar incluso el mismísimo Modugno). No es lo mejor que ha enviado Italia, pero la calidad no se la quita nadie. Un 9
Coincido con sjj y Rafaelo, aunque yo lo voy a aprobar, muy raspado pero un aprobado.
Javi, creo que todos estamos de acuerdo en la gran voz de Claudio Villa, lo que se discute más es la canción en si y la imagen, aunque todo es cuestión de gustos.
Cuando el festival de Eurovisión era un festival de cantantes y canciones y no de circo y fuegos artificiales hasta las mejores voces corrían el riesgo de quedar relegadas. Claudio brilla sobre la oscuridad del 62 en cada una de sus magistrales notas; su dicción compensa su sobreactuación (normal de la época), la belleza de su voz a su fealdad física (sí, entonces los "feos" tenían cabida, pronto hablaremos más de eso...). Seré "antiguo", pero creo que hemos perdido mucho en el camino...
5. El ambiente es tétrico a más no poder, parece que estoy viendo Drácula de Tod Browning. Me gustan mas la versión de Domenico Modugno. En cualquier caso, valoro que es una canción con fuerza aunque no es de las italianas que mas me gusta.
Todo tiene una atmósfera del cine italiano clásico,pero como le ocurre a Sjj,a mi también me parece un horror soporífero,no me llega la canción por mucho que Claudio Villa alargue el brazo,y es que como soy burra o me gustan o no me gustan.Un 2.