Se acaba de hacer público que Patricia Bredin, la primera abanderada del Reino Unido en Eurovisión, ha fallecido en su domicilio de Canadá, donde vivía desde hacía ya varios años.

La soprano acababa de cumplir 22 cuando recibió el honor de ser la primera representante británica en un Eurovisión que hasta entonces solo contaba con un añito de vida. Como miembro de la Hull Operatic Society, se reunió con la BBC, que le preguntó si quería aparecer en televisión, a lo que la joven cantante respondió que sí.

En el festival de 1957 compitieron diez países, algunos por primera vez. All, la canción británica, era la de menor duración, de hecho, hasta 2015 ostentó el récord de ser la candidatura más corta de la historia del certamen. En una entrevista reciente para la BBC confesó que, a pesar de horrorizarle el tema, en Fráncfort se sintió en las nubes, pues tenía una orquesta de sesenta integrantes a su entera disposición. A los jurados europeos de la época tampoco pareció convencerles mucho All, pues tuvo que conformarse con un discreto séptimo puesto, uno de los peores resultados del Reino Unido en el siglo pasado.

No obstante, este resultado no impidió a Patricia Bredin llevar a cabo una dilatada carrera como cantante y actriz antes de retirarse a una granja de Canadá. Entre sus papeles más relevantes cabe destacar el de Stella Stoker en Left, Right and Centre, donde trabajó con Ian Carmichael y Alastair Sim; y el de Susan en Desert Mice, protagonizada por Sid James. También participó en numerosos musicales del West End y de Broadway.

Se casó dos veces: la primera con el cantante y actor galés Ivor Emmanuel, del que se divorció a los dos años, y la segunda con el multimillonario Charles MacCulloch, que murió durante la luna de miel. Fue con el último con quien se mudó a una granja en Nueva Escocia (Canadá). Allí, se dedicó a cuidar vacas durante diez años.

Los periodistas que la entrevistaron en estos últimos años de su vida han destacado su generosidad, su cercanía y su luz.

Q.E.P.D.