La delegación española tiene un objetivo claro en Tel Aviv 2019: la escenografía y puesta en escena. TVE no quiere volver a fallar en lo que se ha convertido en su fatídico caballo de batalla en las últimas ediciones del festival. Así, la cadena pública, tras la final nacional, fichó en febrero como director artístico a uno de los escenógrafos internacionales que mejor conocen el festival, el griego Fokas Evangelinos, con quien Miki Núñez y su equipo de coristas y bailarines ya han realizado unos intensivos primeros ensayos en marzo. Y es que la escenografía de La Venda, el tema compuesto por Adriá Salas, de La Pegatina, tendrá un peso importante sobre el escenario del Centro de Exposiciones de Tel Aviv el próximo 18 de mayo en la final de Eurovisión.

“La actuación de España será la actuación-puesta en escena. La canción en sí, las metáforas y todo el significado se verán visualmente y todo el mundo, independientemente del idioma, sabrá qué pasa en la canción”, avanza Miki durante una entrevista con eurovision-spain.com. “Habrá hasta tres momentos impactantes durante la actuación, en la mitad y hacia la tercera parte de la canción. Será algo enorme. Hay que pensar fuera. Fokas lo ha llevado a un mundo muy guay, pero que resulta factible”, señala confiado y seguro del trabajo que se está haciendo el representante de TVE.

Miki y su equipo ensayan ya las tres alternativas planteadas por Fokas, “una de ellas la favorita, aunque dependiendo de la seguridad del recinto, se hará una u otra”, dice el cantante. Y es que al menos una de las opciones incluye salir entre el público, tal y como hizo cuando ganó la final nacional.

“Se está apostando tanto por la puesta en escena, y Fokas es tan perfeccionista que ya desde el primer día en el set de ensayos quería que la iluminación fuera perfecta”, cuenta el candidato español sobre el metódico y exigente trabajo del escenógrafo griego. Según sus palabras, “Fokas te estudia antes de hacer la coreografía. Él se sabía todos mis movimientos, había visto vídeos míos hasta dentro de la Academia de Operación Triunfo para que después, al montar la puesta en escena, saliera todo orgánico. Fokas sabe encontrar el equilibrio entre una puesta en escena muy estudiada y los movimientos orgánicos. Es perfeccionista hasta un nivel extremo, y esto está muy bien porque a Eurovisión se necesita ir con todo pautado”.

El equipo español ya ha ensayado de forma intensiva 7 días con Fokas, descansan un periodo y antes del festival, volverán a ensayar al menos otra semana entera, y si es necesario, dos. A estos ensayos se suman dos días de ensayo de voces con Mamen Márquez a la semana. “Mamen también es muy perfeccionista. No podíamos tener mejor equipo en cuanto a perfección y ‘buenrollismo’”, plantea.

LOS HOOKS DE LA VERSIÓN FINAL

Sobre la versión final de La venda que sonará en Tel Aviv, Miki explica que “hemos querido potenciar los hooks, el momento ‘lo que ere’ y ‘la venda ya cayó’, que es lo que todo el mundo puede cantar desde sus casas. Queríamos que tuviera un sonido más internacional, porque en la primera versión el sonido era más de directo. Ahora suena a percusión y batucada, pero de forma más grandiosa”.

Miki ha participado en todas las decisiones del proyecto eurovisivo. “También estuve en los castings de los coristas-bailarines, y probé a cantar con ellos. En ese aspecto estoy muy contento. Además, elegimos a Mikel, que ya ha ido a Eurovisión con D’Nash. Me da tranquilidad, seguridad y me pone en contexto”, dice.

Del vestuario, poco quiere desvelar. “Hay tres opciones, yo tengo una favorita. Será muy yo, acorde a Eurovisión”, indica. Y sobre favoritos, tiene su top 3 de canciones: Suecia con John Lundvik, Italia con Mahmood y Francia con Bilal.