“Ilusión, alegría, ida de olla cada dos por tres. Soy Aries, es lo que tiene”. Así lleva los preparativos María Peláe, uno de los grandes nombres del Benidorm Fest de este año. La artista malagueña ha querido hacer un parón en esta vorágine previa al festival para responder a algunas preguntas de nuestros compañeros Rocío Muñoz y Emilio Rosales.

María iba para médico cuando la música se interpuso en su camino. Siempre ha tenido una consciencia social muy férrea, hasta el punto de ser voluntaria con refugiados políticos, y eso se nota en las letras de su arte: “Descubrí que hacer canciones era otra manera de ayudar”. Para María la música es la forma de no sentirse sola, la compañía que va con ella allá donde se le llama.

La relación entre María Peláe y Eurovisión ya se venía fraguando desde hace tiempo. Ella compuso Arde y Nadie se salva, dos canciones que pudieron representar a España en 2018 y 2019. Guarda un recuerdo diferente al que siente ahora como artista principal y asegura que “no tiene naíta que ver”. De eso han pasado cinco años y durante este tiempo María ha podido madurar como artista, crear experiencia gracias a otros formatos televisivos como Tu Cara Me Suena y, en definitiva, aprender y tener la seguridad para enfrentar un reto como el Benidorm Fest.

Remitente, su canción para este año, la compuso junto a su pareja Alba Reig. Podría haber elegido algo más gamberro como La Niña o La Putukita, pero María ve Remitente más adecuada para crear una puesta en escena que sea verdadera a su esencia: “La exigencia vocal y el mensaje son los que merece este concurso”. Sobre el escenario del Palau habrá mucho simbolismo, “puño en el pecho y sensación de emoción”, y que cuando quede grabada la actuación, el público pueda rebobinarla y descubrir cosas nuevas. Lo que sí es seguro que podremos ver sobre el escenario es ese coro masculino que simboliza la Libertad como remitente: “Tendrá mucho peso, tanto cuando aparece como cuando se va”. Además, podremos escuchar momentos inéditos en la versión del directo.

El vestuario lo ha creado Antonio Arcos, un diseñador que tiene el toque andaluz y flamenco muy presente en sus trabajos. Aún así, María nos adelanta que los tiros no van por ahí. Ella ha venido a romper moldes y a hacer entender a la audiencia que tanto el diseño de vestuario como de escenografía tiene muchos universos y que coger ideas y conceptos arraigados no implica que sean literales sobre el escenario: “La puesta en escena no tiene las connotaciones que el público espera”. María ha venido a emocionarse y a hacernos emocionar, por lo que advierte que lo más peligroso en ese escenario es ella misma.

Para María sería un honor representar a España en Eurovisión, pero reconoce que prefiere ir pasito a pasito: “No me voy a poner a pensar en Malmö cuando aún me tengo que ganar al público de aquí”. Así que, por el momento, su única exigencia es que la pongan en una planta baja del Hotel Don Pancho de Benidorm porque le tiene pánico a los ascensores. Y más allá de la burbuja eurovisiva, María Peláe está sumergida en un montaje musical y teatral llamado Lorca por Saura, actuando tanto en Sevilla como en Madrid. Para todo esto y mucho más, puedes ver y escuchar su entrevista en nuestro canal de YouTube.