La RTL luxemburguesa ha avanzado esta mañana nuevos detalles sobre el regreso del Gran Ducado al festival tras más de 30 años de ausencia. El responsable de Eurovisión del ente público, Dave Gloesener, ha declarado al diario Delano que “la decisión de apostar por un formato de preselección era obvia para nosotros. Hemos estado fuera de la competición durante mucho tiempo, y es fundamental que regresemos de la mejor manera posible. El público participará en la elección de nuestro representante en Eurovisión del próximo año”.

Esta decisión evidencia un importante cambio de tendencia respecto a la anterior etapa del pequeño país en el certamen, cuando la norma era la elección interna del abanderado y la RTL París solía ejercer un gran poder en la decisión de los artistas, motivo por el cual la mayor parte de victorias luxemburguesas vinieron de la mano de cantantes que no eran oriundos del país. Ahora, en cambio, el nuevo formato asegurará que únicamente personas de nacionalidad luxemburguesa, o que tengan un vínculo demostrable con el país, puedan optar a representar a la RTL en Malmö.

En cuanto a la decisión de celebrar la preselección en el Rockhal, un recinto de Esch-sur-Alzette con capacidad para 6.500 personas, Gloesener ha afirmado que “se trata de una oportunidad para demostrar lo que somos capaces de hacer en lo que a un show en televisión respecta. Se emitirá en nuestros canales, pero también en nuestras páginas web, lo que nos permitirá tener comentaristas en tres lenguas diferentes. Estamos planificándolo todo, es muy emocionante, pero también sentimos la presión”.

Por su parte, el coordinador de Eurovisión en la RTL, Eric Lehmann, ha afirmado que “tenemos que estar a la altura del mandato. Es importante que mostremos la mejor cara de nuestra industria musical y preparemos bien a los participantes, para que tengan la mejor promoción. Nuestro regreso a Eurovisión ha recibido mucha atención positiva a nivel mundial y hay un interés increíble en nuestra preselección nacional. Desde que la hemos anunciado, hemos sido contactados por medios nacionales de todos los países vecinos, pero también desde España, Polonia, Israel… Las reacciones han sido muy motivadoras; eso es un orgullo para nosotros”.

UN RETORNO ESPERADO

La última participación de Luxemburgo en Eurovisión, hasta ahora, databa de 1993, cuando no había semifinales ni televoto en el concurso. Con la incorporación de multitud de países del bloque del Este en 1994, la UER diseñó un sistema que relegaba a los países peor clasificados en la edición precedente, entre ellos Luxemburgo, motivo por el que la RTL decidió retirarse. Esta marcha se produjo en un momento en el que la televisión nacional pasaba por un proceso de reestructuración, y el nuevo director Alain Berwick nunca incluyó Eurovisión entre sus prioridades o preferencias. Berwick se mantuvo en el cargo hasta 2020, cuando se jubiló.

Durante estas tres décadas de ausencia, muchos han sido los intentos por conseguir el regreso del país al certamen, planteándose preguntas sobre ello en el Parlamento nacional en 1995, 2003, 2008 y 2012, y peticiones en 2016 y 2019. El propio Gloesener ha reconocido que “había una voluntad política procedente de diversos lugares. Se nos había pedido comenzar con la organización de nuestra participación, lo que ahora es posible gracias a que también recibimos apoyo económico del gobierno”.

Sobre la idoneidad del momento del regreso también se ha pronunciado Lehmann, que ha asegurado que “desde un punto de vista artístico, Luxemburgo está ahora preparado para unirse a un concurso de estas magnitudes, en condiciones de igualdad con otros países. Era el momento correcto. Nuestra participación beneficiará a todas las personas implicadas: artistas, compositores, la cadena, pero también a los equipos de tecnología, que colaborarán con equipos de producción y escenografía internacionales. Queremos hacer un buen papel el año que viene, y abrir así una nueva etapa para Luxemburgo. Esto no es un proyecto a corto plazo”.