La UER ha matizado la información que recoge el tabloide suizo Blick.ch, asegurando que la posible introducción de sanciones contra Ucrania tras el veto a la candidata rusa Julia Samoylova “será considerada por el Grupo de Referencia del concurso después de la finalización del festival en mayo”, ha adelantado el portavoz del ente europeo Dave Goodman. La red europea ha reiterado la misiva del diálogo, “estamos trabajando duro para hallar una solución que permita a los 43 países participar en el certamen de este año”, ha destacado Goodman.

Según el diario suizo, la dirección general del ente habría tomado las riendas del diálogo entre las partes enfrentadas. Ingrid Deltenre habría dado un paso al frente para enmendar el conflicto entre Ucrania y Rusia, y supuestamente se encontraría en plenas negociaciones con el primer ministro ucraniano, Volodymyr Groysman, y el presidente del país, Petro Poroshenko, los únicos que podrían levantar el veto a la candidata rusa Julia Samoylova en su participación en Kiev 2017.

En palabras del medio local, Jon Ola Sand se mantendría al margen tras proponer hasta dos alternativas para sortear la prohibición del Servicio de Seguridad de Ucrania (SSU). Este servicio de inteligencia del país ha dictaminado en su informe que la artista elegida por Rusia para la 62ª edición de Eurovisión pisó territorio crimeo en 2015 para dar un concierto en apoyo a la anexión rusa de la península, hecho que supone una violación de la ley ucraniana por haber entrado en “territorio temporalmente ocupado” sin el permiso especial que ello requiere.

La propuesta del productor noruego, la actuación de la rusa Julia Samoylova vía satélite, quedaría en agua de borrajas para la directora general del organismo europeo. Ucrania y Rusia también lo han desestimado. Ucrania, porque no es legal emitir sobre alguien non grato en el país, por lo que emplaza a Rusia a cambiar de candidato. Rusia, porque no comparte el cambio repentino de normativa. Por otra parte, Deltenre buscaría el indulto de los anfitriones a la participación rusa o, en todo caso, la suspensión temporal del veto hasta culminar el festival.

Según recoge Blick.ch, la máxima responsable de la UER lamentaría que el Festival de Eurovisión haya sido secuestrado por el conflicto político entre Ucrania y Rusia, y habría aseverado que “de no existir una solución en las próximas semanas, se procederá a la sanción del país anfitrión, la expulsión temporal de Ucrania del concurso de la canción”. No obstante, la portavocía de la red europea ha matizado dicha información, pues la introducción de sanciones, sin especificar cuáles, solo se condierará una vez terminada esta edición de 2017.