La UER no investigará los votos recibidos por Moldavia en Eurovisión 2021
El anuncio desglosado de los resultados de Eurovisión 2021 está dando lugar a innumerables análisis, comentarios y reflexiones durante esta resaca eurovisiva, pero de entre todos ellos, quizá el caso más polémico y sonado haya sido el protagonizado por Moldavia, representada por Natalia Gordienko y el tema Sugar bajo la producción y dirección artística del empresario y multimillonario ruso Philipp Kirkorov, abanderado de su país en 1995. El periódico sueco Aftonbladet ha lanzado un extenso y concienzudo análisis centrado en las declaraciones del experto finlandés Tobias Larsson, quien ha expresado toda una serie de reservas a propósito de los resultados de Moldavia en el certamen, las cuales reproducimos a continuación.
UN RESULTADO EXTREMADAMENTE POLARIZADO EN LA SEMIFINAL
Moldavia ganó su plaza en la finalísima del sábado desde la segunda semifinal celebrada el pasado jueves. En la gala eliminatoria, el país apenas se clasificó en un décimo lugar para los jurados, con 56 puntos. Sin embargo, el televoto valoró a la candidatura de manera mucho más positiva, puesto que hasta ocho de los 19 países que podían otorgar puntos a Sugar le concedieron la impresionante cantidad de 12 votos, la puntuación máxima. Estos países fueron Francia, Estonia, Letonia, Chequia, Grecia, Portugal, San Marino y Serbia. Con la excepción de nuestros vecinos galos, todos los demás países tienen en común su reducido tamaño, lo cual según Larsson, hace que “no sea descabellado imaginar que unos cuantos miles de votos puedan marcar diferencias sustanciales en el resultado final”.
“Teniendo en cuenta que cada teléfono puede emitir hasta veinte mensajes, la compra y distribución de apenas unos centenares de tarjetas SIM puede afectar seriamente el cómputo total de votos de estos países”. Por su parte, otros tres países ubicaron a Moldavia en la decimosexta y última plaza de su televoto. Se trató de Albania, Bulgaria y Georgia, lo que muestra unos polarizados resultados de la pequeña república ex-soviética en esta gala. El caso búlgaro resulta especialmente curioso, puesto que sus jurados colocaron a Moldavia en primera posición de la gala, en un fuerte contraste raras veces visto en Eurovisión.
EL ¿DESCALABRO? DE LA FINAL
Por otro lado, en la gran final del sábado Moldavia consiguió un resultado de media tabla, decimotercer lugar. De los ocho países que la habían premiado con su puntuación máxima en la eliminatoria, únicamente Chequia repitió su valoración, mientras que otros tres, Portugal, San Marino y Francia, la mantuvieron entre los diez primeros. Los otros cuatro países, por su parte, excluyeron a Sugar de sus diez más votados. El contraste más fuerte pudo observarse en los casos griego y serbio, que pasaron de otorgar sus doce puntos a Moldavia a dejarla en unas pírricas 21ª y 22ª posiciones, respectivamente. Algo similar sucedió con Austria e Islandia, donde Natalia Gordienko pasó de ocupar un puesto entre los cinco primeros a hundirse en el 24º lugar.
Los 123 puntos de televoto de la semifinal se redujeron a la mitad, de forma que el país sólo obtuvo 62 puntos en la final procedentes de los telespectadores. Si a ello se suma que buena parte de ellos procedían de países participantes en la otra semifinal (los 12 puntos de Rumanía, los 3 de Rusia, los 2 de Italia y el puntito de Azerbaiyán), el resultado es que únicamente 44 puntos de los recibidos por Moldavia en la final procedieron de países que pudieron haberla votado en la gala del jueves. Por último, cabe destacar que Albania pasó de ubicar a Moldavia en última posición del televoto en la semifinal a posicionarla en un elevado cuarto lugar en la gala del sábado, en la que es sólo una más de una sorprendentemente larga lista de alteraciones. En general, Moldavia únicamente fue capaz de retener el 30% de los puntos otorgados por el público entre la semifinal y la final, una proporción excepcionalmente baja.
Por su parte, los resultados del jurado en la final también fueron sorprendentes, ya que tres de los cinco jurados de Rusia y Bulgaria dieron su máxima puntuación a Natalia Gordienko, mientras que Grecia ubicó a Moldavia en la segunda posición. Para Aftonbladet, el hecho resulta cuanto menos llamativo ya que los tres países tenían fuertes vinculaciones con el equipo artístico y técnico que lideró la candidatura moldava. El Dream Team formado por el compositor Dimitris Kontopoulos, el escenógrafo Fokas Evangelinos y el financiero Ilias Kokotos fue responsable de las propuestas tanto de Natalia Gordienko como de Stefania, mientras que Philipp Kirkorov mantiene estrechos lazos profesionales tanto con su Rusia de residencia actual como con su Bulgaria natal.
Por su parte, Moldavia otorgó sus doce puntos a Bulgaria, sus diez puntos a Rusia y sus ocho puntos a Grecia, en lo que Larsson denomina “un gran gesto de agradecimiento por los votos cedidos” durante la semana eurovisiva.
LA RESPUESTA DE LA UER
Frente a los requerimientos y las preguntas formuladas por diversos periodistas y medios de comunicación independientes, entre ellos por el periodista Tobby Ek de Aftonbladet, un portavoz de la UER ha respondido que “todos los votos del jurado y el público de esta edición de Eurovisión han sido comprobados y verificados por nuestro operador Digame y por nuestros auditores EY, y estamos satisfechos de decir que tenemos un resultado válido”.
Al respecto de la decisión del ente internacional de no revelar la identidad de los jurados nacionales hasta el mismo día de la final, Martin Österdahl declaró en rueda de prensa que “los nombres de los miembros del jurado en cada país no se hicieron públicos hasta que votaron para proteger la integridad del programa y permitirles votar de forma independiente sin ningún escrutinio o presión externa. Cada locutor es responsable de reclutar un jurado y todos los nombres se envían a la UER para su aprobación central antes de que se lleve a cabo la votación”. Larsson ha expresado su extrañamiento en el diario Aftonbladet argumentando que, cuando en 2014 la organización decidió revelar los nombres de los jurados con anterioridad a la final, lo hizo precisamente para garantizar la imparcialidad de las votaciones o ayudar a detectar irregularidades en los votos.
EL PRECEDENTE AZERÍ Y LA VOTACIÓN POR SUSTITUCIÓN
Por último, en sus declaraciones a Aftonbladet Larsson ha querido también incidir en algunas de las principales polémicas que han salpicado las votaciones de Eurovisión a lo largo de esta última década. Por un lado, ha recordado el escándalo desatado en 2013 cuando miembros de la televisión azerí fueron grabados vendiendo tarjetas SIM cargadas tanto en Lituania como en el país anfitrión, Suecia, con el objetivo de pedir a personas que votasen por la candidatura de país en la final de Malmö. Asimismo, el experto en el certamen ha cargado contra el “despropósito” que supone el sistema de votación por sustitución que la UER hubo de habilitar con el cambio de sistema de votación en 2016.
Hasta ese año, cualquier fallo que pudiese invalidar la votación del jurado o del televoto de un país no representaba un problema importante, puesto que la otra parte podía reemplazar los votos de la parte que había sido invalidada. Así sucedió con la anulación del voto del jurado georgiano en 2014, descalificado porque todos sus miembros colocaron sus ocho primeros canciones en el mismo orden exacto, o anualmente con los televotos de San Marino, que no dispone de red telefónica propia. A partir de 2016, el televoto de la serenísima república ha sido reemplazado por una “votación por sustitución”, consistente en la media ponderada de cinco países seleccionados por su parecido histórico con los patrones de votación sanmarinenses.
Para Larsson, este sistema ha resultado en un auténtico caos, como pudo comprobarse con el error humano cometido en la final de 2019 con los votos del jurado bielorruso, que fue invalidado tras revelar en una entrevista previa a la final sus patrones de votación en la semifinal. Los votos por sustitución fueron agregados inversamente por error, de manera que durante la emisión de la gala el jurado bielorruso dio sus votos a los países que en realidad formaban sus diez últimos clasificados. El fallo, que fue corregido con posterioridad a la final, modificó las puntuaciones y la clasificación final de hasta catorce países, en un suceso que ha sido calificado como “desastroso” por Larsson.
Conversación
La corrupción en los jurados es un no parar año tras año, y de lo que no nos enteraremos... Manipular a 6 personas de diferentes países con alguien como Kirkorov detrás, no es ninguna sorpresa. Lo único positivo de la noticia es que lo que está claro es que Moldavia quería ganar fuese como fuese. Vamos, como otros países que nosotros conocemos...
Y no podía faltar una PD: si San Marino no tiene televoto, no tiene televoto. Qué rayos es eso de media ponderada y nosequé, por favor...
Ni entendí su pase a la Final ni su puntuación el sábado. Lo dije el primer día y lo repito, Moldavia estuvo valorada muy por encima de lo que llevó al ESC. Que se quedara Austria... pues eso
Ganó su preselección por delante de Catarina, Parfeny o Maxim, estos dos últimos con gran fandom, siendo la Gordienko segunda en cantar...superó a Fyr og Flamme en la segunda semi siendo cuarta en televoto...en la final 115 puntos...Al final la UER no investigará a Kirkorov, digo a Moldavia.
Desgraciadamente estos chanchullos siempre han pasado y seguirán pasando.Lo bueno es que se sigan denunciando por los medios para que se vea claro el interés real de las candidaturas implicadas. La UER como siempre, corriendo un tupido velo sobre todo en vez de investigar.
@xarinixx como si sólo pudieran corromperse los votos de los jurados. Tal como he leído en esta misma noticia, cosas como regalar SIMs precargadas para que voten a X país o compras masivas de SIMs desde países pequeños o poco poblados para votar a X país, son casos de corrupción en el televoto. De hecho, la mera idea de votar a X país por razones extramusicales (como si no se hiciera de forma amplia) ya es una corrupción en sí mismo.
pq no se habla del televoto de San Marino, ya q no tiene y se otorgan esos puntos. Quién decide esa repartición?
No se que me escandaliza mas, si los 12 puntos a Moldavia por parte de varios países o el hecho de que a la UER le parezca todo correctisimo y sin ningún asomo de duda.
Yo no sólo investigaría a los votos de Moldavia. Ver el voto de los jurados de Chipre y Grecia es hasta cómico: todos ponen a Chipre/Grecia (según corresponda) entre el 3° y 5° de su ranking, y la primera de un jurado es la 13° o por ahí de los otros. Resultado: 12 puntos para su querido vecino. Otra: veo muy metido al jurado búlgaro en el mismo lío. Y la de San Marino con Polonia no se investiga?
Por cierro . Moldavia absolutamente maravillosa. Ya depaso tambien podrian investigar los escandalosos votos de los jurados griegochipriotas...........Absolutamente de verguenza y corrupcion año tras año.
Y como se explica que Malta quedará primera en la semifinal, con un resultado astronómico de televoto, y en la final, el televoto fuera ridiculo.
Lo de Malta de ganar el televoto en semi y quedar mal en la final se puede explicar porque en su semi canto ultima y en la final sexta, que es bastante mal puesto. Aunque no creo que hubiese hecho mucho mejor si fuera en donde fue Italia, pero nunca lo sabremos...
Y el año de San Marino con el turco millonario, más de lo mismo. Televotos maravillosos de países enanos. En las semifinales hay muy pocos votos incluso desde el televoto español, imagínate en países de 1,2, 4, 7 millones... Pero todo esto es muy cutre, porque salta a la vista el trapicheo.
Las semifinales no tienen la audiencia (y votos) que las finales. Ni tampoco compiten los 26 países juntos.
La $EBU$ siempre igual. Al menos podrían disimular y pretender hacer algo. Cuánta inoperancia de verdad. Vamos, que en Moldavia ha pasado algo se sabe en todos los lados. Si hay sospechas, al menos que hagan una investigación adicional. Luego supongo que será difícil analizarlo y saber realmente que está mal, pero vaya que huele raro y más con el señor Kirkorov de por medio.