La nueva edición del Melodifestivalen sueco traerá consigo una importante novedad. La quinta gala, la tradicional “andra chansen”, desaparece en favor de una nueva semifinal a la que, como hasta ahora, se clasificarán los candidatos a la repesca de las cuatro eliminatorias previas.

En la práctica, nada cambia demasiado, seguirán participando 28 candidaturas, siete en cada semifinal, y las dos más votadas de cada una viajarán directamente a la gran final, y la tercera y la cuarta seguirán teniendo una segunda oportunidad en la quinta gala. En ella, el sistema para decidir los cuatro últimos finalistas sí será diferente, pues en vez de realizar cuatro duelos, las ocho propuestas se dividirán en dos grupos de cuatro en los que el televoto decidirá los dos últimos clasificados de cada uno de ellos para la finalísima, es decir, dos batallas a cuatro con dos supervivientes en cada una.

Se trata del primer gran cambio en el formato desde 2007 y, aunque siga siendo el mismo perro con distinto collar, todo tiene una razón de ser. Por una parte, los artistas y sus equipos sentían cierta incomodidad con el concepto de “Repesca”. “Semifinal” suena mucho mejor en términos promocionales. Por la otra, los duelos siempre tienen una doble lectura, pues no solo importan los votos a favor de una canción o cantante, sino que a veces pesan más la campaña en contra a esa candidatura. Esa decisión a cara o cruz se diluye ampliando el número de opciones de dos a cuatro, especialmente desde que los enfrentamientos son decididos por la organización, dando la sensación en muchas ocasiones de que el pescado ya estaba vendido.

En declaraciones al periódico Aftonbladet, la directora del proyecto Anette Brattström afirma que “el formato debía ser revisado, pensamos que la gala previa a la final es en realidad una semifinal y eso es lo que vamos a hacer”. “El propósito inicial del Andra chansen era dar una segunda oportunidad a los artistas de rehacer su actuación, pero dado que casi todo está perfecto desde el principio, nadie hace grandes cambios en ella”, explica. A finales de noviembre se conocerán los 28 candidatos de la próxima edición del Melfest, la primera de la época Post-Björkman.