La marca del festival luce cifras y un alcance récord pese a las polémicas

Pese a las polémicas que han rodeado al certamen los dos últimos años, principalmente por la participación de Israel, la marca del festival desprende un gran impacto musical, económico y cultural, con récords de audiencia, expansión global y beneficios para las ciudades que ejercen de anfitrionas. Eurovisión 2025, según un informe elaborado por la UER acerca del impacto de la marca, no solo se ha consolidado tras su edición en Basilea como el mayor evento musical en directo a nivel internacional, sino que ha alcanzado marcas nunca antes cosechadas en términos de audiencia televisiva, streaming e interacciones digitales, todo ello en puertas de celebrar su 70 aniversario y a la espera de que tome las riendas un nuevo supervisor ejecutivo tras la salida de Martin Österdahl.
El estudio elaborado por el Servicio de Inteligencia de Medios de la UER destaca por encima de todo los 166 millones de espectadores logrados en el conjunto de los 37 países que compitieron en tierras helvéticas, con una cuota de pantalla promedio del 47,7 % en la final y una interacción récord entre los más jóvenes: más del 60% en el grupo de edad de 15 a 24 años, la cifra más alta jamás registrada. Sin ir más lejos, en el canal de YouTube se captaron 33 millones de espectadores únicos antes del evento y otros 38 millones durante la semana del festival. Además, se ha consolidado como un sobresaliente éxito digital, con 1.800 millones de visualizaciones de vídeo en los canales oficiales y casi 96 millones de interacciones en Facebook, TikTok e Instagram. La experiencia virtual en Roblox , promocionada por nueve emisoras, también resultó notable: 1,3 millones de visitas, de las cuales el 76% provinieron de países en liza.
Las canciones del festival 2025 ya han acumulado 756 millones de reproducciones en menos de cinco meses. Tres de las propuestas (Baller, Espresso Macchiato y Bara Bada Bastu) han penetrado en la lista Billboard Global Excl. US, en los puestos 28, 31 y 39, respectivamente, además de la ganadora, la austriaca Wasted Love (puesto 54), al tiempo que otros 35 sencillos han asaltado el Top 100 de Apple Music en 40 países, incluyendo 13 número uno. Tres canciones también han entrado en el Top 50 Global de Spotify .
Diversidad cultural
En una edición para la que llegaron a trabajar, en distintas funciones, hasta 9.634 personas, otro de los puntos llamativos es que 17 canciones de las llevadas al escenario fueron presentadas en un idioma distinto al inglés y 7 fueron bilingües. Ocho de las más escuchadas se interpretaron en idiomas distintos al de Shakespeare, lo que pone de relieve la creciente importancia del multilingüismo y la representación cultural. Quizás por ello, según los encuestados, el 96% del público cree que el festival Eurovisión une a las naciones y el 98% reconoce el certamen como un festejo de la diversidad cultural.
El impacto económico tampoco es nada desdeñable, cifrado en 60 millones de francos suizos (64 millones de euros) para la ciudad anfitriona, Basilea, con la participación de más de 500.000 espectadores, 700 voluntarios y 350 empresas locales. Cabe recordar que la edición de 2023 en Liverpool tuvo un impacto estimado de 250 millones de libras en tres años (292 millones de euros), mientras que la edición de 2024 en Malmo generó 445 millones de coronas suecas (40 millones de euros) en turismo, con un 60% de visitantes que visitaron la ciudad por primera vez .
No es de extrañar, por tanto, que Martin Green , director del festival, subraye que todos estos números «reflejan el poder de la creatividad, los medios de comunicación de servicio público y la música como herramienta de unidad». «Nos enorgullece que el concurso involucre a las nuevas generaciones, promueva la diversidad e impulse la economía local, manteniéndose como un referente de inclusión e innovación», considera.
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