Si echamos la vista atrás a las ediciones pasadas del Melodifestivalen, es difícil recordar un año en el que estuviera tan claro quién ganaría. Parece evidente que este 2023 será de nuevo el año de Loreen, que regresó a la competencia junto al equipo de compositores con los que alcanzó la gloria en 2012. Según las casas de apuestas, Tatoo tiene un 84% de probabilidades de ganar, muy por encima de sus perseguidores, Marcus & Martinus. Loreen actuará en décimo lugar en la final, una plaza que la organización suele asignar a algún candidato al triunfo. Sin ir más lejos, Cornelia Jakobs participó el pasado año desde el mismo puesto de salida.

Desde que Christer Björkman puso en marcha el sistema de semifinales en el año 2002, el Melodifestivalen ha sufrido diversos cambios entre ediciones. Antes de hablar de estadísticas en las finales del festival sueco hay que tener en cuenta un par de datos. El primero es que desde 2015 la final cuenta con dos participantes más que en las ediciones anteriores, un total de doce. Si bien nos centraremos en esta última etapa, hay que tener en cuenta también que, aunque generalmente entre 2002 y 2014 la final estaba compuesta por diez candidaturas, en 2009 participaron en la gala once canciones, debido a un cambio puntual en el sistema de repesca.

EL 10, UN NÚMERO CLAVE

Si analizamos cuál es el puesto que más ganadores ha aportado al Melodifestivalen desde el sistema de semifinales de 2002 hay uno que destaca sobre el resto. Hasta en cinco ocasiones el vencedor final ha actuado en décimo lugar. Este dato hay que cogerlo con pinzas porque, como decimos, hasta 2014 era el puesto que cerraba la final. Es cierto que desde que el cupo se amplió a doce, salir desde el 10 también ha sido casi siempre sinónimo de buen resultado. Frans, John Lundvik y Cornelia Jakobs pueden dar fe de ello.

Es cierto que no todo es cosa de suerte. La organización siempre ha reservado la décima plaza a uno de los favoritos de cada edición. Es curioso que, en sus cuatro apariciones en el festival, Eric Saade siempre ha sido el décimo artista en cantar. En su historial figuran el triunfo de 2011 con Popular, plata y bronce en 2021 y 2010, y el quinto lugar de 2015.

Centrémonos a partir de aquí en la comparativa de las ediciones posteriores a 2015. Los artistas que han salido desde el décimo lugar promedian un resultado final de 3’75. Sin embargo, la presencia en el top 4 tampoco está asegurada, Wiktoria acabó sexta en 2017 a pesar de figurar su As I Lay Me Down entre las grandes favoritas. Margaret en 2018 y Felix Sandman en 2020 sólo pudieron terminar séptimos.

¿Y quién tiene el décimo lugar de salida este año? Efectivamente, Loreen. No sólo las apuestas y el público avalan a la artista, la historia y las estadísticas también están de su lado. 2023 será la segunda vez que Loreen está presente en una final de Melodifestivalen. En 2012 Euphoria fue la sexta canción de diez en actuar, y lo que ocurrió entonces es historia.

También acumulan un buen promedio los puestos 7 y 11, cuyos ocupantes este año son Smash into Pieces y Theoz. El séptimo lugar promedia unos resultados finales de 5’13, y de ahí vimos salir en 2021 a Tusse, que se llevó todos los 12 del televoto en aquella edición. Desde el puesto 11 también hemos visto un triunfo, quizás de los más claros de la década. Benjamin Ingrosso ganó en 2018 con Dance You Off desde el mismo lugar donde quedó quinto un año antes con Good Lovin’.

Las principales alternativas a Loreen este año son Marcus & Martinus y Maria Sur, que actúan en cuarto y sexto lugar, respectivamente. Ambos puestos de salida acumulan resultados de todo tipo. El año pasado Anders Bagge reventó el televoto desde el sexto puesto de salida.

ABRIR Y CERRAR LA GALA NO ES SINÓNIMO DE ÉXITO

La tercera plaza es con diferencia la que peores resultados acumula desde 2015. Con un resultado promedio de 8’63, las estadísticas previas auguran a Mariette un mal resultado. Sin embargo, ha habido artistas a los que ni este “puesto maldito” ha podido frenar. The Mamas salieron triunfantes del Melodifestivalen 2020 siendo la tercera candidatura participante, cosa que nadie había conseguido antes.

La media señala también que los puestos 2 y 12 tampoco han significado buenos resultados. Ambos acumulan un resultado promedio de 7’75. El segundo lugar de salida tan temido en el contexto eurovisivo suele ser sinónimo de zona media-baja en la clasificación final. Mientras, el puesto 12 lo vemos habitualmente reservado a candidaturas movidas que puedan actuar como “fin de fiesta”, como lo fueron el año pasado Medina y su In I Dimman o los Arvingarna en 2019 y 2021.

Este año será Paul Rey el encargado de cerrar la final del Melodifestivalen. Hay que destacar también que abrir la gala tampoco es sinónimo de éxito. Jon Henrik Fjällgren ya sabe lo que es inaugurar una final, lo hizo en 2019 con Norrsken y terminó cuarto en la tabla, el mejor resultado desde este puesto de salida posterior a 2015. Este año lo hará de la mano de Arc North y Adam Woods.

¿DE DÓNDE SALEN LOS GANADORES?

Vamos a fijarnos ahora en cuál es el origen de cada ganador desde 2002, de qué semifinal ha salido numérica y geográficamente. Hay que tener en cuenta que la organización suele reservarse cada año el último lugar de la cuarta semifinal para un nombre llamativo, como el caso de Loreen este año, así que, aunque no haya relación directa entre el resultado final y la eliminatoria de la que salen, esta plaza suele ser sinónimo de candidatura competitiva.

Desde que se estableció el sistema de semifinales han sido hasta nueve los ganadores que participaron desde la cuarta eliminatoria del Melodifestivalen. El último de ellos fue John Lundvik, que además también fue la última actuación de su eliminatoria. En los últimos años lo más habitual ha sido conocer al ganador temprano, desde la primera gala. Es el caso de 2018, 2020 y 2022. Antes sólo hubo un triunfo desde la primera eliminatoria, precisamente Loreen en 2012.

La tercera semifinal ha dado al Melodifestivalen cinco ganadores, el último de ellos Tusse, en 2021. Lo que no es habitual es ver a un ganador competir en la segunda semifinal. De hecho, hace casi diez años de la última, Sanna Nielsen con Undo en 2014. Antes lo consiguieron Afro-Dite en 2002 y The Ark en 2007.

Si miramos el mapa, Malmö es la ciudad que ha descubierto a más ganadores de Melodifestivalen. Lena Philipsson en 2004, Malena Ernman en 2009, Anna Bergendahl en 2010 y Robin Stjernberg en 2013 estrenaron su canción en la tercera ciudad más grande de Suecia. Gotemburgo y Linköping están detrás con 3 ganadores de cada una de ellas. Loreen participó este año en la semifinal de Lidköping. Si finalmente gana, sería la segunda en hacerlo tras pasar por la eliminatoria celebrada allí, tras John Lundvik en 2019.

Poco importarán todos los datos aportados en este artículo cuando se enciendan los focos del Friends Arena el sábado 11 a las 20:00. Sin embargo, nunca viene mal echar la vista atrás para repasar algunas curiosidades de una de las preselecciones históricas de Eurovisión. Los precedentes avalan a Loreen, habrá que esperar hasta que termine la final para confirmar si la historia se repite y once años después vuelve a portar la bandera sueca en Liverpool.