Ya es oficial. Yianna Terzi representará a Grecia en Eurovisión 2018 con la canción Oneiro mou. La noticia se ha confirmado hoy tras filtrarse ayer la descalificación de las otras dos candidaturas que debían competir el próximo jueves en el Ellinikos Telikos, la final nacional griega para el festival, al no poder hacer frente a la fianza de 20.000 euros exigida por la ERT para garantizar los costes de la actuación en Lisboa. 

La intención de la televisión pública griega era realizar su primera preselección para Eurovisión en tres años, para lo cual invitó a las grandes discográficas del país, y a algunas independientes. En total se recibieron 20 canciones de hasta 14 compañías. Cinco fueron los temas elegidos por un comité interno para la final nacional, una lista que posteriormente se redujo a tan solo tres, al considerarse que dos de ellos no cumplían los requisitos artísticos de la competición. 

La ERT, a continuación, se reunió con las discográficas de los tres candidatos, Spicy de Areti Ketime, Spider de Chorostalites y Panik de Yianna Terzi, con los que se pactó que debían asumir todos los gastos de la participación en el festival de sus artistas. La organización, originalmente, propuso una fianza de 90.000 euros para llevar a cabo el proyecto, reducida a posteriori a 20.000. Los 70.000 euros restantes se mantendrían en una cláusula del contrato en concepto de penalización en caso de perjuicios. 

El plazo para abonar la fianza y firmar el contrato para participar en la final nacional finalizó el pasado lunes, pero la ERT lo ampliaría tres días para dar margen de maniobra a las compañías, debido a la situación de crisis financiera y control de capitales en la que se encuentra el país. Hasta entonces, Panik fue la única discográfica en cumplir con el acuerdo y, por lo tanto, Yianna Terzi la única superviviente de todo el proceso que, finalmente, se ha convertido en una inesperada elección interna.

A pesar del comunicado y las explicaciones de la organización, Spicy ha acusado tanto a Panik como a la ERT de haber consensuado con anterioridad los términos económicos, dejando a las dos compañías más pequeñas sin capacidad de reacción para conseguir una financiación que, no obstante, afirman que estaba más que asegurada. Los medios de comunicación generalistas locales, así como la prensa especializada, han criticado durísimamente la gestión eurovisiva de la televisión pública griega, no solo ante este desenlace, sino desde la deriva tomada hace ya tres años.