Tras valorar las condiciones epidemiológicas causadas por el Covid-19, la cadena pública islandesa ha tomado la decisión de retrasar el concurso en el que se elegirá la ganadora de las diez canciones finalistas para representar al país nórdico en Turín. Aunque en un principio se anunció que las semifinales se celebrarían el 19 y el 26 de febrero y la final el 5 de marzo, las galas tendrán lugar, tal y como ha anunciado Rúnar Freyr Gíslason, director de la preselección, los días 26 de febrero, 5 y 12 de marzo, respectivamente.

“Esta no es una decisión fácil”, ha señalado precisamente Gíslason recordando que este cambio afecta a más de 200 personas involucradas en el formato, participantes y empleados, pero cree que ayudará a que pueda haber público en el recinto: “Estamos trabajando duro para garantizar la seguridad de los espectadores y los participantes. En esta situación, por supuesto, cualquier cosa puede pasar, pero estamos avanzando en el proyecto y queremos darle una alegría a los espectadores”.

Recalcando también la ayuda que supondrá el avance de la vacunación en el país para reducir el riesgo de contagio a lo largo de los ensayos y grabaciones, el máximo responsable del Söngvakeppnin ha comentado además que las nuevas fechas han sido fijadas en función del límite que tienen los países participantes en el certamen europeo para enviar su candidatura a la UER. Según sus declaraciones, los diez artistas, que ya han comenzado los ensayos, han entendido la decisión tomada y han mostrado su compromiso para que todo salga lo mejor posible.