El silencio de la delegación ucraniana desde principios de febrero hasta hace apenas dos semanas tenían un trasfondo y un por qué. La representante del país para Copenhague, Maria Yaremchuk, ha confesado al tabloide ruso KP el dilema en el que se ha visto envuelta y que, a su pesar, no ha podido resolver. La artista ha intentado, sin éxito, olvidarse de Tick tock, su tema candidato, y escoger otro más serio y acorde a la difícil situación de su país.

“Lo que quise realmente fue cambiar mi canción, por que hoy quiero cantar sobre cosas serias, y es difícil para mi defender una actuación alegre y graciosa cuando hay semejante situación en mi país”, ha confesado este fin de semana al diario al ser preguntada por su candidatura. “Sin embargo, no ha sido posible sustituir el tema, ya que las reglas lo prohibían”, concluye.

Aunque la cantante no especifíca a qué reglas se refiere, con probabilidad vendrían de la cadena ucraniana, NTU, dado que la UER permitía intercambiar la canción legalmente y sin penalización hasta este mismo lunes. Se desconoce si las reglas provendrían de la propia preselección, realizada en diciembre, o si fue intención expresa del canal público el no permitir un cambio de este tipo por haber sido elegida en una elección pública o por cuestiones políticas. 

Maria se consuela pensando en que “ahora tengo una canción casi enviada del cielo, que muestra lo que ha pasado en nuestro país. No tiene tendencia política pero tiene fe. Este tema es una confesión”. Para compensar el mal sabor de boca e igualmente mostrar su postura ante la difícil situación de Ucrania, la artista afirma que “cantaré esta canción durante mi viaje promocional en Europa, aunque lamentablemente no sea mi candidatura”.

“[comillas]Confieso que en algún momento tuve la intención de retirarme[/comillas] incluso, pero hubiera sido una equivocación”, llega a admitir la intérprete. “Tenemos que pensar menos en cómo se nos va a recibir e ir a hacer las cosas bien”.