Eurovisión

Hasta seis países se disponían a retirarse del festival a solo 25 minutos de que arrancara la gran final

Suiza, a la postre triunfador de la noche, Reino Unido, Irlanda, Noruega, Grecia y Portugal decidieron salvar los muebles del certamen mediante un acuerdo de última hora con la UER y la SVT, a quienes echaron en cara todo lo acontecido alrededor de la candidatura de Israel y el comportamiento de la delegación hebrea, además de la expulsión de Países Bajos
Igor Santamaría · Fuente: VG
Publicado el día 25 de mayo de 2024
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Olly Alexander (Eurovision.tv)

Hasta seis países se disponían a retirarse del festival a solo 25 minutos de que arrancara la gran final

La gran final del festival estuvo a punto de saltar por los aires. La polémica semana en la que se celebraron las sucesivas galas pudo tener el peor de los colofones toda vez que hasta seis países estaban dispuestos a retirarse y no participar solo 25 minutos antes de que arrancara la definitiva pelea por el micrófono de cristal en la noche del pasado sábado día 11. La participación de Israel, el gran esfuerzo en seguridad y el comportamiento de la delegación del país hebreo durante la semana fueron los motivos de las protestas.

En concreto, fueron Suiza, a la postre ganador del certamen, Noruega, Grecia, Reino Unido, Portugal e Irlanda quienes abanderaron esta rebelión después de lo soportado a lo largo de los días precedentes y, como reconoce la banda nórdica Gåte, todo obedecía a que “muchos de nosotros reaccionamos ante la oportunidad de Israel de utilizar Eurovisión como su propio instrumento político”. “Por eso pensamos en retirarnos hasta el último segundo”, dice el miembro del grupo Magnus Børmark al diario VG. Según este medio, los países llegaron a un acuerdo con la UER y la SVT a menos de media hora para que empezara el desfile de banderas.

“Nuestro punto en común era que no queríamos concursar para ser usados y marcados en una máquina de propaganda de guerra en Israel. Participamos para crear un espacio donde podamos unirnos en la música, y no en una situación política en la que todos eligen bando y se odian unos a otros”, corrobora Børmark. Asimismo, la descalificación de Joost Klein, de Países Bajos, también fue un factor influyente que llevó a que todo el día de la final se convirtiera en un prolongado gabinete de crisis para la UER, que vio cómo los protagonistas de esta protesta fueron quienes finalmente le salvaron los muebles.

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