“Estamos más que preparados”. Esta ha sido la respuesta de Magnus Hallberg, vicepresidente de Göteborg & Co., cuando se le ha preguntado por la posibilidad de que Gotemburgo ejerza como sede de la 68ª edición de Eurovisión. La ciudad, la segunda más grande de Suecia sólo por detrás de la capital Estocolmo, ha reunido estos días a profesionales pertenecientes a diversas empresas, como Got Event, Svenska Mässan y la ya citada Göteborg & Co., con el objetivo de preparar la mejor propuesta posible para convertirse en sede del festival europeo. El diario local Göteborgs Posten afirma que esto vendría en respuesta a la expresión de interés manifestada por Estocolmo hace unos días para albergar el certamen.

La SVT ha fijado el próximo lunes 12 de junio como la fecha límite para la recepción de candidaturas por parte de ciudades interesadas, y el equipo configurado en Estocolmo trabaja hasta el último minuto para presentar la mejor propuesta posible. En declaraciones más extensas, Hallberg ha asegurado que “lo hemos estudiado todo, desde la capacidad del estadio hasta las medidas de sostenibilidad, con el fin de crear un lugar de fiesta atractivo para la audiencia, lo que la UER normalmente llama Eurovillage. Hay muchas piezas que tienen que encajarse, pero podemos gestionarlo bien en Gotemburgo. Incluso los aspectos más técnicos y cruciales, como el viejo tejado del Scandinavium que tiene problemas para acoger cableados eléctricos modernos, parece que pueden solucionarse”.

Sin embargo, y de un modo similar a como ya sucediera en Estocolmo, los responsables políticos de Gotemburgo se muestran dubitativos desde el punto de vista económico. Jonas Attenius, el presidente de la junta municipal, ha afirmado que “Eurovisión es muy divertido y entiendo que sería muy importante para la ciudad celebrarlo, pero el ayuntamiento de Gotemburgo no va a pagar 100 o 200 millones de coronas (8,5 – 17 millones de euros). Está totalmente fuera de lugar cuando tenemos que luchar para mantener aquí a nuestras enfermeras y a los profesores en nuestros colegios”. La situación podría ser más favorable si Göteborg & Co. logra atraer al capital privado en forma de inversores y patrocinadores que puedan ver una oportunidad en la exposición internacional ante un público de millones de personas. “Si la SVT elige a Gotemburgo y los costes pueden ser distribuidos de una forma sensible, entonces esto será un asunto que el consejo municipal tendrá que debatir y decidir”, ha zanjado Attenius.

Actualmente, y tras la reciente retirada de Sandviken, son siete las ciudades que continúan en liza por acoger Eurovisión 2024. Eskilstuna, Estocolmo, Gotemburgo, Jönköping, Malmö, Örnsköldsvik y Partille han manifestado su interés en celebrar la próxima edición del certamen europeo, tras la victoria de Loreen en Liverpool en mes pasado.