Euroflashback 1959: Cuando de Eurovisión solo nos llegaba Un poquito
Diseño: Manuel Rivero)
Mientras que Eurovisión era todavía un bebé que empezaba a caminar, España dormitaba en su agujero más negro soportando a su dictador, Francisco Franco, quien el 1 de abril de ese 1959 inauguraba el Valle de los Caídos, un ingente monumento todavía en pie donde hoy reposan sus huesos, algo descabellado en otro país, y en el que ocasionalmente siguen venerándole sus acólitos, que los hay.
En el otro extremo del tablero, el de la Europa democrática y próspera, Países Bajos con Teddy Scholten y su Een beetje, Un poquito, se coronaba en la cuarta edición del festival que se celebró el 11 de marzo en el Palacio de Congresos de Cannes. Una alegoría del amor fiel que en el Nationaal Songfestival, la tradicional final nacional neerlandesa, fue cantada también por John de Mol, aunque la moneda cayó del lado de la Romy Schenider tulipán, que sorprendió a orillas de la Costa Azul con esta pieza con música de Dick Schallies y letra de Willy Van Hemert.
Jacqueline Joubert fue la maestra de ceremonias de un certamen del que se retiró por primera vez Luxemburgo, después de ser última con un punto el año anterior, y al que volvía Reino Unido, tras su salida en 1958, mientras que Mónaco debutaba en la competición, por lo que la UER cambió las normas del concurso para admitir 11 participantes. También se instauró una nueva regla por la que no se permitía la inclusión de editores o compositores profesionales en activo en los jurados nacionales. El sistema de votación sí fue el mismo que las dos ediciones precedentes con 10 puntos para cada país a repartir entre sus candidaturas favoritas. Tras 73 minutos de actuaciones, por primera y única vez en la historia, las tres primeras clasificadas se interpretaron al final del espectáculo.
La carrera de Teddy Scholten, fallecida en 2010 a la edad de 83 años, destacaría posteriormente por un repertorio dedicado a los niños, transformada en la Teresa Rabal holandesa. Sus 21 puntos se fundamentaron, según la prensa de la época, en las altas votaciones procedentes de Italia y Francia, cuya rivalidad para impedir el triunfo del otro puso a Scholten un puente de plata sobre aquel escenario de tres pequeñas carpas giratorias desde las que salían los cantantes para interpretar sus canciones junto a fotografías de paisajes típicos del país de fondo. Sus posteriores intentos de volver al festival en las preselecciones de 1965 y 1966 resultaron infructuosos pero para el recuerdo siempre quedará esta segunda victoria para su país en Eurovisión, posterior a la de 1957 y previa a las de 1969 y 1975.
A un escalón, de cinco puntos, se quedó el Reino Unido, en el primero de sus 15 segundos puestos, con el matrimonio Teddy Johnson y Pearl Carr y Sing little birdie. Después de conocerse en el Stanley Black’s Black Magic Radio Show, programa en el que el presentador les pidió improvisar algún dúo juntos, decidieron probar suerte en la A Song for Europe 1959, animados por el hermano y cuñado de la pareja, Brian Johnson, quien ya se había postulado en la preselección de 1957. La pareja siguió el consejo y presentó dos canciones, That’s it, that’s love, eliminada en semifinales, y la finalmente ganadora. Al año siguiente repitieron con otros dos temas, Pickin' petals, nuevamente caído en las eliminatorias, y When the tide turns, batido en la gran final por el propio Brian que terminaría siendo el representante británico en 1960, y también segundo en esa edición organizada en Londres. Ya nonagenarios, nunca han dejado oficialmente de cantar y continuan apareciendo en entrevistas y especiales sobre Eurovisión. Memorable aquella conversación plasmada en pentagrama con su pajarito de peluche.
El francés Jean Philippe completó el podio con su aseverativo Oui, oui, oui, oui que prometía llevarnos por el mundo en su barco a Caprí o a Hawai. Aquel niño que en 1906 ya maravillaba en un coro transportó su canción eurovisiva en 1960 a la película Jazz boat. Nuevamente en 1962 volvería a Eurovisión, pero bajo la bandera suiza, siendo el primer cantante de la historia del festival que representaría a dos países distintos. Le retour no tuvo suerte y quedó en décima posición, fracaso que le hizo desaparecer prácticamente del panorama musical.
Cuarta fue Suiza con Christa Williams, cuya biografía se confunde en muchas ocasiones con la de su colega, colaboradora y amiga Gitta Lind, incluso afirmándose que eran hermanas gemelas. Cuatro fueron las canciones que presentó a la final nacional suiza, Die Spieldose y Mein kleines Lied, ambas a dúo con Jo Roland, Mit Küssen fängt die Liebe an y la preciosa balada escogida por el jurado nacional Desde algún sitio, Irgendwoher. Christa se presentó de nuevo a la final nacional alemana de 1961, pero su mayor pelotazo lo dio con el single Kein Auto! a trío con Gitta Lind y Peter Frankenfeld. Gitta Lind, por cierto, se presentó dos veces a la preselección alemana, en 1958 y en 1964, donde fue segunda, pero para insistencia la de Jo Roland que lo intentó por Suiza todos los años de 1956 a 1964, a excepción de 1958 y 1962, sin ganar nunca.
La danesa Birthe Wilke fue quinta con la divertida Uh, jeg ville onske jeg var dig, Desearía ser tú. Acróbata y aprendiz de modista, destacó con su propia versión de la archiconocida Qué será, será que le valió el apodo de «La Doris Day danesa» y, especialmente, Den gamle gartners sang a dúo con el cantante de ópera Mogens Wedel que vendió más de 150.000 copias. Ésta fue su segunda participación en Eurovisión después de su bronce en 1957. Para su debut en el festival, la DR había elegido internamente a dos de sus figuras más relevantes, Birthe Wilke y Gustav Winckler, quienes interpretaron en el Dansk Melodi Grand Prix dos canciones cada uno y dos a dúo que serían las dos mejores clasificadas. La vencedora Skibet skal sejle i nat pasaría a la historia por el beso de 12 segundos que la pareja protagonizó al final de su actuación, todo un escándalo en la época. Al curso siguiente volvieron al DMGP y, posteriormente, siguieron sus caminos por separado. Birthe también fue segunda en la preselección de 1961 y tercera en 1962 y 1963.
Italia protagonizó el batacazo de la noche con el famosísimo Domenico Modugno. Ganador de Sanremo 1958 junto a Johnny Dorelli con Nel blu dipinto di blu, hizo escala en Eurovisión donde fue tercero, antes de vender más de 22 millones de copias y recibir tres Grammy para una canción que posteriormente sería versionada más de 100 veces. Con este palmarés regresó con la misma pareja artística al Festival della Canzone Italiana, venció, y volvió a Eurovisión para vengarse del injusto bronce al mítico Volare, en esta ocasión con Piove. Los jurados europeos, nuevamente, le dieron la espalda, relegándolo a una incomprensible sexta posición para un clásico que vendería la hoy inalcanzable cifra de 15 millones de discos. Modugno ganaría de nuevo Sanremo en 1962, aunque sería Claudio Villa quien viajaría a Eurovisión, mientras que él lo haría en 1966 en su tercera y última participación con Dio, comme ti amo que se saldó con un clamoroso cero que provocó un monumental enfado en la RAI que rompió toda la vinculación entre el certamen italiano y el europeo hasta 2015. Domenico, tras escribir y grabar más de 230 obras y meterse a político, murió el 6 de agosto de 1994 de un ataque al corazón en el jardín de su casa con tan solo 66 años.
El belga Bob Benny con Hou toch van me (Ámame) tampoco tuvo suerte, aunque peor le fue dos después, en 1961, cuando su September gouden roos (Septiembre, rosa de oro) se quedó en el fondo de la tabla con un solo puntito. Ya en 1963 su canción Waar en wanneer (Dónde y cuándo), versión de un tema de la opereta El barón gitano de Johann Strauss, supuso su mayor triunfo discográfico en los dos países de habla neerlandesa logrando un disco de oro. Bob sufrió sufrió un derrame cerebral que le mantuvo muchos meses en el hospital, su situación financiera se resintió tanto que, incapaz de pagar las tasas del hospital, el 23 de abril de 2003 se organizó en un concierto benéfico en su ayuda en el que conocidas figuras de la música flamenca interpretaron temas del compositor Richard Rodgers. Benny se recuperaría por completo y saldría del armario a los ¡75! años pudiendo vivir abiertamente su homosexualidad antes de fallecer en una residencia de ancianos el 29 de marzo de 2011.
Cuartas por la cola quedaron Alice y Ellen Kessler, las primeras gemelas en la historia de Eurovisión, auténticas superestrellas de la época conocidas en España como Las Hermanas Kessler y en el resto de Europa como las Kessler Twins o Die Kessler-Zwillinge. Su actuación en Heute Abend wollen wir tanzen gehen (Esta noche queremos bailar) mereció mucho más con una sencilla y alegre coreografía que llenaba de color un festival todavía en blanco y negro.
Antepenúltima, la sueca Brita Borg cantándole a Augustin tras despuntar como cantante de schlager con su potente y oscura voz de contralto y sus temas sentimentales no exentos de un mayor o menor grado de sarcasmo y humor como sello propio. La SVT la elegió internamente para interpretar en Eurovisión el tema ganador del primer Melodifestivalen, llamado entonces Stora Schlagertävlingen, e integrado en el programa de radio llamado Säg det med musik (Dilo con música). Siw Malmkvist fue la voz original de Augustin, pero su turno eurovisivo le llegaría por partida doble, un año después por Suecia y por Alemania en 1969.
Brita Borg compartió el antepenúltimo puesto con el austríaco Ferry Graf y Der K und K Kalypso aus Wien, la primera canción con toques humorísticos de la historia de Eurovisión, con baile y gorgoritos al estilo tirolés para preguntarnos por el calypso real e imperial de Viena. El farolillo rojo con un solitario punto recayó en Mónaco con Jacques Pills y su Mon ami Pierrot. Médico antes que cabaretero, no pudo ofrecer peor debut para el principado monegasco, lo que provocó su retirada como cantante. El amigo Pierrot era bastante gafe, pero para Jacques, porque su hija Jacqueline Boyer ganaría Eurovisión solo un año después para Francia.
Todavía faltaban dos ediciones para que España debutara en Eurovisión al ritmo del Estando contigo que interpretó Conchita Bautista e hizo más popular si cabe Marisol. TVE, por aquel entonces, solo contaba con dos años de vida, con una producción y alcance muy limitados, y muy pocos receptores vendidos debido a su prohibitivo coste. Su programación constaba de programas como Alta Fidelidad, Gente Menuda, Hoy es Fiesta, Primer Aplauso, Érase una Vez…, Vida Católica y Noticiario Femenino, que debía ser distinto al masculino, cosas de épocas trasnochadas y antidemocráticas. También series americanas como Los Patrulleros del Oeste, Topper o Agente X. Precisamente en Estados Unidos ya veían seriales como Bonanza y Los intocables.
Un decreto-ley estableció ese 1959 que el Gobierno podía obligar a ofrecer en directo, por televisión, aquellos acontecimientos deportivos que considerase de interés nacional, y todo a raiz de un Spórting-Real Madrid, aunque fue un 15 de febrero cuando TVE transmitía por primera vez un encuentro de fútbol entre el Real Madrid y el FC Barcelona, el primer partido del siglo pero en blanco y negro. También llegó la primera crítica televisiva en un diario, el ABC, el 19 de marzo. Lola Flores, por su parte, también debutaba este año en televisión, concretamente en el mítico Gran Parada.
Internacionalmente, Fidel Castro tomaba el poder en Cuba con el triunfo de la Revolución Cubana, y España recibía al Presidente de Estados Unidos «Ike» Eisenhower, señal que fue televisada por TVE a través de la red Eurovisión. El pueblo zamorano de Ribadelago, por su parte, perdía 144 habitantes al reventar una presa del Embalse de Vega de Tera.
Ese 1959 nacieron Ana Torroja, José María Cano, Emilio Aragón, Julia Otero, Victoria Abril, Juanma López Iturriaga, Bryan Adams, Rupert Everett, Emma Thompson, Hugh Laurie, Sarah Ferguson o Evo Morales, y también la muñeca más famosa de todos los tiempos, Barbie, un 9 de marzo. Lou Costello, Manuel Altolaguirre o Joaquín Blume fueron algunas de las grandes pérdidas del año, pero si hubo una que causó impacto fue la de pioneros del rock como Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper al estrellarse el avión en el que viajaban a ocho kilómetros de Clear Lake, en el Estado de Iowa (Estados Unidos), después de un agotador concierto. Para muchos fue el día en que murió la música.
Un 13 de febrero se estrenaba la película española ¿Dónde vas, Alfonso XII?, dirigida por Luis César Amadori, e interpretada por Paquita Rico y Vicente Parra; y en otro escenario un film de mayor renombre como Con faldas y a lo loco, obra maestra de la comedia de Billy Wilder, protagonizada por Jack Lemmon, Tony Curtis y Marilyn Monroe, o El diario de Anna Frank, de George Stevens.
Musicalmente sonaba Solamente una vez de Lucho Gatica, Los 5 Latinos nos decían Quiéreme siempre y Pedro Infante nos avisaba Cuando sale la luna, pero para española de verdad, una, Carmen de España. The Platters encandilaba con Smoke Gets in your Eyes, Paul Anka era un Lonely Boy, Neil Sedaka clamaba Oh! Carol y el rockero Bobby Darin era el auténtico número uno con Mack the knife o Dream lover.
Todavía quedaba Een beetje, Un poquito, para que España sonara eurovisivamente. Y un muchito para que saliese de sus catacumbas.
Conversación
Un gustazo revisitar festivales tan antiguos, tan inocentes, más radiofónicos que televisivos, y lo mejor de todo, con orquesta en directo. Países Bajos fue una justa ganadora. Francia e Italia marcaron historia con estas canciones, oui oui oui, oui. Pero Reino Unido me parece una canción muy tonta. Y me han sorprendido los 3 escenarios giratorios. Un avance técnico modélico para esa época. Gracias por este repaso al año 59.
Vaya regalo para una calurosa tarde de domingo en agosto! No había visto estas actuaciones antes y tengo que decir que me han sorprendido, no me extraña que ganase la holandesa porque es un encanto de canción y muy bien interpretada,aunque todos son buenos la verdad. Los ingleses interactuando con el peluche-pájaro, madre mía! Os imagináis que hubiese pensado todo ese público de esa época si se les hubiese mostrado la actuación de el sueco Mans y los muñequitos de Heroes del siglo XXI? Y Modugno ya con el sello Italia fuertemente marcado, que canción tan bonita. Y la orquesta en directo le daba un empaque y un encanto especial al festival.Por cierto, que maravilla escuchar "Oh ,Carol"! Gracias chicos!