Después de que los programas amarillistas, prensa sensacionalista británica, e incluso el propio Cliff Richard (el "segundón") e Isabelle Aubret (tercera en el festival) aceptaran casi como una realidad el supuesto fraude que hubiera realizado RTVE en 1968, la propia prensa española empieza a juzgar la situación. Algunos periodistas ya tratan a dichas acusaciones como "falsas".
El revuelo, comenzado por Montse Ferández Villa para dar audiencia a su documental, y alimentado por La Sexta en sus programas de variedades y Telecinco en sus programas sensacionalistas como "Está pasando", parece que empieza a tener un final por sí solo, ¿un tongo dentro de un ficticio tongo?
Así lo comenta el periodista Jesús Lillo del ABC:
Por ahora no hay documentos, ni testimonios de primera mano, que puedan confirmar las sospechas sobre la presunta compra de votos que hace cuarenta años hubiera permitido a Radiotelevisión Española ganar el festival de Eurovisión: el «La la la» de Massiel, uno de los contados monumentos nacionales del franquismo que se mantiene en pie frente a las recientes políticas revisionistas, ha sido cuestionado por José María Íñigo a través de unas declaraciones en las que habla de los tejemanejes del régimen para conseguir por ahí -de lo que fuera, como fuera- un premio gordo.
La cosa ha servido para montar un revuelo bastante entretenido que, sin embargo, no debe distraer la atención del público sobre la naturaleza de las fuentes informativas que viene utilizando la televisión para construir sus relatos de consumo. Cualquier narración -referida a la crisis del clan Pajares, los vecinos de Belén Esteban o el histórico trapicheo del «La la la»- merece y exige un mínimo soporte documental que la sostenga, pero a la televisión, como a otros medios que no han dudado en asimilar las rutinas industriales de unas formas de ocio incompatibles con la verdad, no le conviene documentar el rumor para darle carácter de noticia o, a las malas, rechazarlo. El cultivo extensivo de la incertidumbre se ha convertido en una empresa mediática mucho más rentable que el tradicional negocio de la publicación de informaciones probadas, género que no da para tanto corrillo y tanta rellamada. Quizá sea cierto todo lo que dice Íñigo del «La la la», pero, sobre todo, resulta entretenido. Así, como está.
"Massiel y la incertidumbre" | abc.es
Por su parte, el también periodista Bosco Palacios afirma en su blog:
La polémica con el supuesto tongo del La, la, la, falsa polémica, está llegando a límites sospechados. ‘Os estáis pasando’, el programa incendiario de las tardes de Telecinco, sigue haciendo leña del árbol caído. No importa que la beneficiaria sea La Sexta, cuyo documental tocará techo en audiencia este jueves, gracias al guirigay montado por una pieza de 20 segundos en la que José María Iñigo ni siquiera menciona a Massiel. Este es el verdadero tongo mediático.
"Mal de ojo eurovisivo" | boscopalacios.blogspot.com
Vertele.com se ha hecho eco de las declaraciones de varios periodistas como los citados anteriormente, intentando despejar hasta qué punto se puede llegar por obtener un buen share por 55 minutos de documental. El portal dedicado a la televisión ha titulado él mismo su artículo como "La falsa polémica del 'La, la, la' es el verdadero tongo".
