Tras la apabullante victoria de Kalush Orchestra en Turín, la UER desestimó la opción de organizar la sexagesimo séptima edición de Eurovisión en Ucrania, debido a las circunstancias bélicas que vive, desde hace ya un año, el país de Europa del Este. El Reino Unido tomó, en reemplazo, la responsabilidad de acogerlo y desde entonces prometió tener muy presente la cultura ucraniana y reflejarla en el festival.

A semanas vista de Eurovisión 2023, ese compromiso va tomando forma. De hecho, el festival recibirá 10 millones de libras por parte del Gobierno del Reino Unido, que irán destinados a «mostrar la cultura ucraniana», aunque también a otros gastos operativos. Por su parte, las autoridades locales de Liverpool también han garantizado la aportación de 4 millones de libras. La alcaldesa de la ciudad, Joanne Anderson, afirmó: «Ucrania está en todos nuestros planes, como anfitriones de Eurovisión. Trabajando con nuestra comunidad ucraniana, estamos dando forma a un programa que invita a la reflexión y es representativo de una Ucrania moderna, inspiradora, conmovedora, divertida y bonita».

Por otro lado, el Gobierno ha asegurado que se distribuirán 3.000 entradas a ucranianos refugiados en el Reino Unido, a través de los programas Homes for Ukraine, the Ukraine Family o Ukraine Extension. Así, todos ellos podrán rememorar la victoria de la edición pasada y disfrutar presencialmente de un festival que pretende celebrar la riqueza cultural de su país. «Estamos muy agradecidos con el Gobierno del Reino Unido, el Ayuntamiento de Liverpool y la BBC por sus esfuerzos para honrar la cultura de Ucrania a través de este evento» declaraba el embajador de Ucrania, Vadym Prystaiko.