La potencia vocal de la rusa Polina Bogusevich ha sabido mantenerse en la tabla del Junior Eurovision 2017 hasta el triunfo con 188 puntos con su balada Wings tras unas votaciones muy diferentes entre público y jurado en la que no fue favorita en ninguna. La joven promesa obtuvo la segunda mejor puntuación por parte del jurado y la sexta entre la audiencia. Georgia, anfitriona de la noche y preferida de los jurados nacionales, se conformó con la plata muy cerca de Rusia, con 185 puntos. Mientras, Australia, se mantuvo en una tercera posición no muy lejos con 172. El resto del Top5 terminó más rezagado pero muy reñido con Países Bajos en el cuarto puesto con 156 votos, siendo el gran favorito del público por amplia diferencia, y Bielorrusia en el quinto con 149, pisándole los talones Armenia y Ucrania por apenas uno y dos puntos, respectivamente.

Como novedad de este año, una votación on-line ha contribuído en un 50% al marcador final. Disponible de manera gratuita para todos los usuarios del mundo, la primera ronda de votación se llevó a cabo desde la tarde del viernes hasta un minuto antes de iniciarse la gala. Una segunda ronda complementaria habría comenzado tras las actuaciones, pero dado el acceso inmediato de decenas de miles de personas, el sistema de votación colapsó, por lo que prácticamente sólo se han computado los votos de la primera ronda. La UER ha afirmado que “una de las características de seguridad responsables de garantizar que solo sea posible un voto por usuario causó el retraso, lo que provocó que no pudieran acceder a la votación”. El sistema ha permitido a los espectadores elegir entre tres y cinco candidaturas de las 16 competidoras, y ha alcanzado los 330.000 votos, venidos de más de 100 países del mundo. El otro 50% de los puntos repartidos ha sido otorgado por cada uno de los jurados nacionales.

Tbilisi, capital de Georgia, ha sido la que ha recibido la 15ª edición del pequeño festival de Unión Europea de Radiodifusión. El país ha acogido el festival de la UER por primera vez tras lograr el mejor palmarés de la historia del festival europeo juvenil con tres victorias (2008, 2011 y 2016). En esta ocasión, 16 han sido los países que se han batido por el micrófono de cristal en el Palacio Olímpico de la ciudad, con las retiradas de Bulgaria e Israel, y la inesperada vuelta de Portugal, que ha tenido una fría acogida con la canción Youtuber, terminando décimo cuarta. La gala ha tenido una duración de dos horas y 15 minutos con un rítmo muy ágil y una realización más trabajada que en Valletta 2016.

Helen Kalandadze, quien fue la corista de Sofia Nizharadze y su Shine en Oslo 2010, ha conducido el festival acompañada de Lizi Japaridze, también conocida como Lizi Pop, quien representó al país en el festival para niños de 2014 con la canción Happy Day. Su tema se ha convertido en el clip más reproducido del canal oficial del Junior Eurovision en Youtube. Al mismo tiempo, ha sido la primera vez que el concurso europeo infantil presenta a un anfitrión menor de 16 años. La conducción ha sido bastante fluída por parte de ambas presentadoras.

El pasado lunes 20 de noviembre se celebró la ceremonia de apertura de Tbilisi 2017 que contó con, además de actuaciones y entrevistas, el tradicional sorteo de orden de actuación. Solo el primero y último lugar, y el del país anfitrión, se dejaron al azar. El resto de los participantes han sido colocados por un equipo bajo el criterio de guión para dar un mayor dinamismo al espectáculo. Chipre e Italia han abierto y cerrado la gala respectivamente, mientras Georgia ha actuado en la mitad de la producción europea.

Tras los ensayos del 22 y 24 de noviembre y con las críticas de las redes sociales, Bielorrusia, Rusia, Australia, Malta y Armenia partían ya como favoritas para alzarse con el trofeo. La bielorrusa Helena Meraai y su vecina rusa Polina Bogusevich sobresalían en el certamen infantil con canciones muy maduras, así como los contagiosos temas de la australiana Isabella Clarke, el maltés Gianluca Cilia y el pequeño armenio Misha. Así fue que las cuatro canciones estuvieron peleando en el Top6 junto a Georgia y Países Bajos, que supieron crecer en el directo rozando la victoria en un festival muy reñido y con una de las mayores incertidumbres de su historia.