YA ESTAMOS EN LA RECTA FINAL

El tiempo pasa volando y ya estamos en la recta final para la 50 edición del Festival de Eurovisión, que este año, por si alguien no lo sabía, nos lleva a las crudas y frías tierras ucranianas de una belleza agreste sin par. No sé se es impresión mía, pero cada año nos vamos más […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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YA ESTAMOS EN LA RECTA FINAL

El tiempo pasa volando y ya estamos en la recta final para la 50 edición del Festival de Eurovisión, que este año, por si alguien no lo sabía, nos lleva a las crudas y frías tierras ucranianas de una belleza agreste sin par. No sé se es impresión mía, pero cada año nos vamos más lejos. Bueno a ver si van llegando los premios para la Europa Occidental, que ya es hora, por aquello de la cercanía y que no nos dé tanta pereza el pensar si ir o no ir a ver el evento in situ. Os puedo asegurar que es todo una aventura, ajetreada, pero aventura a fin de cuentas.

Sólo Bélgica es la más retozona a la hora de dar el nombre de su candidato, Portugal y Francia no le han andado a la zaga. Y es monísima la chica francesa Ortal que según fuentes es de origen beréber y andaluz nacida en Israel. De nuevo Francia con raíces hispanas, como en el 2004. Seguro que cuenta con los votos de los hebreos y españoles, no cabe duda, ya va siendo tradición también. Cuarenta países en pugna musical, qué bien, cuando llegan estos días me alegro mucho, no lo puedo evitar, creo que me comprendéis.

Pues sí, tras el pánico y los nervios de nuestra preselección, salió elegida una canción titulada “Brujería” con aire español muy sureño. Estaremos representados por tres hermanas naturales de Ecija, la Sevilla más salerosa y calurosa, lo que se llama “sartén de España”, tierra preciosa que adoro. Lola, Espe y Sole que se llaman Son de Sol, nombre que me recuerda a marca de zumo. Las niñas son muy monas y graciosas, tienen buena voz y corre por sus venas la sangre danzarina. Son maestras de baile e intentaran con energía llevar a Kiev aquello que es tan nuestro, con mucho del “Aserejé”, pero sin querer ser las Ketchup en el look. Falda de volante, mucho “aje”, y arte a raudales, cómo no. ¿A ver si queremos parecernos aprovechando el éxito a Mª Isabel, la niña prodigio del Eurojunior 2004?. Sólo les sobra el trasnochado señor de las gafas y el pendiente, por favor, que se lo dejen en Sevilla. Desde luego cuando fueron proclamadas ganadoras detrás de las mostoleñas, hermanas y trío por cierto, curiosa coincidencia, exceptuando la edad, se vio que ellas van a por todas, quieren ganar. Y entonces llega la inevitable frase, esa frase desgastada de escucharla: “vamos a ganar”. Lo sentimos todos los años y ya nos pasa como de corrido. Hacemos una mueca en forma de sonrisa y pensamos, a ver si estas van a rebañar bien la chocolatera y nos traen el triunfo de una vez. Así sea, y que lo veamos.

Por los demás países, de momento poco se sabe a parte del nombre de sus intérpretes, algún repetidor eurovisivo como Chiara por Malta, Helena Paparizou por Grecia, Constantinos por Chipre o Selma por Islandia, grupos de éxito europeo como las Vanilla Ninja que representaran a Suiza, chicas y chicos desbordantes de juventud y belleza, dúos, conjuntos, tríos y como todos los años, más candidatos que meter en el cesto. ¿Puede salir de aquí otro divo del tipo Céline Dion, ABBA, Cliff Richard, Olivia Newton-John, y tantos más?. Eso es algo que sin bola de cristal no se puede vaticinar. Consultaremos los astros o algún vidente de postín, cómo ya hizo TVE alguna vez, qué mejor dejar en el anonimato. De momento ellos, los 40 países estarán allí, 26 compitiendo en la semifinal del 19 de mayo, de los que saldrán diez, como el año pasado, que se sumarán a las 14 otras candidatas que ya están en la Gran Final del 21 de mayo.

Se comenta, se dice, que van con posibilidades los expertos Constantinos o Selma, la albanesa Ledina Celo, delegación que querrá dar la sorpresa como el año pasado, pero ahora tirándose un poco más hacía el descoque orientalizante. Porque son muchos los que optan por esos ritmos, la misma turca con su “Rimi, rimi ley”, claro es turca, ellos no renuncian a su folclore, excepto el año pasado que prefirieron el look pseudo golfillo con aquellos hiperactivos Athena. Desde luego dieron la nota, pero para bien porque sonó un ritmo de vértigo en el Abdi Ipecki.

Por su parte los anfitriones, que de momento siguen siendo los Greenjolly han debido cambiar la letra de su tema por cuestiones obvias. Tanto decir “Yuschenko, Yuschenko… viva Yuschenko” en su canción ya no es algo explícito de la alegría por el éxito de la Revolución Naranja ucraniana, sino una apología política de un descaro impresionante. No sé como se lo tomarían los pro rusos del país en la propia sede de Kiev, no quiero ser abogada del diablo, pero a lo peor se liaban a silletazos entre los demás europeos boquiabiertos ante semejante y alejado debate. Pero venga, no quiero ser mala.

Y creo que darán que hablar la maltesa Chiara, con su voz aterciopelada y potente y cara de no haber roto un plato nunca, o la griega Helena que ya sorprendió en 2001 en el dúo Antique. Ambas cantarán en inglés sus temas, “Angel” y You’re my number one”, respectivamente. ¡Qué querencia por el inglés!. Creo que esto se ha desbordado, y sobre todo ha perdido el encanto de Torre de Babel, tantas veces comentado por los seguidores habituales que adorábamos oír cantar en francés, alemán, italiano, sueco, o ruso, era lo más divertido del Eurofestival junto con los votos, eso no me lo podéis negar.

Y hablando de ruso, Rusia no se desmarca este año con una canción de impacto vocal en principio, a ver qué pasa, de momento están en la final. Sinceramente el tema no me gusta, pero es sólo una opinión. Además, creo que a la guapa Natalia Podolskaja se le puede sacar más partido que en algún vídeo difundido por las televisiones.

Los suecos volverán a impresionar, no lo dudo, es norma de cada año, y recopilarán de los cien votos para arriba, sino al tiempo. El atractivo Martin Stenmarck y su “Las Vegas” desbancó en el Melodi, no sin polémica, como casi siempre, a la veterana Nanne Grönvall (una de las componentes de Den Vilda en 1996 cuando fue tercera en Oslo). Pero, yo me pregunto, ¿qué pasó con otra candidata por Suecia?, Katrina, sin los Waves, ahora va con otros. Se lo merece por su carácter antieurovisivo que demostró años después de ganar en 1997 por el Reino Unido, esta se apunta a un bombardeo. Menuda, se presentó al Melodi sueco la mejor preselección europea según muchos eurofans, como tonta, la promoción es increíble. Mejor dejarla en las páginas de la historia que esta muy bien, ya tuvo su oportunidad.

¿Le daremos el doce de nuevo a Andorra?. Si el año pasado se lo dimos a Marta Roure, ahora se lo merece por igual Marian van de Wal. Aunque “La mirada interior” no me fascine, me gusta más que “Jugarem a estimar-nos”, y ahora el país de los Pirineos se ha tirado por el ritmo oriental, curioso.

Y si los ucranianos deben cambiar la letra de la canción, por lo menos, a la bielorrusa Angelica Agurbasch han decido, según últimos rumores, cambiarla, quizá por buscar un efecto más comercial. De hecho el tema inicial, “Boys and girls” tampoco era para echar cohetes. Veremos que decide esta delegación. Me da el cuerpo que los países de Este buscan ganar, totalmente lícito, y buscan lo necesario para hacerse con los televotantes.

Unas que me recuerdan a las noruegas del 2000, Charmed, son los estonias Suntribe, con un tema festivalero de ese estilo titulado “Let’s get loud”. Cuarteto femenino que quieren destacar, espero que más que las del año pasado, que era de lo más raro de la historia de Eurovisión.

Polonia con su trío masculino Ivan & Delfin no sé si se llevarán la cabra a Kiev, porque es de esos temas cacofónicos, verbeneros, de cuchara y pandereta de los de antaño. No me lo puedo creer, con los bien que estuvieron con Ich Troje en 2003 o Edyta Górniak en 1994, pero eso es incomparable con el numerito que ofrecen este año.

Hay baladas como la del representante de Finlandia, devoto eurovisivo que se ha presentado dos veces por Noruega, su país natal. Geir Rönning, llevará un tema de calidad “Why?”, que sinceramente es de lo mejorcito que hasta ahora he escuchado, tanto de Finlandia en Eurovisión, como de este Certamen en concreto. No por menos también está la espectacular voz de la holandesa Glennis Grace, tremenda en la puesta en escena y con una canción preciosa. Su título es “My impossible dream”, y espero que no les pase como a veces, cuando esta delegación ha llevado un baladón buenísimo y los jurados se lo han pasado por el forro, Dios no quiera, porque ya esta bien de tanta cancioncilla de tres cuarto, de las que ya hablaré, en otro capítulo de esta pre Eurovisión 2005.

Pero me hubiera hecho gracia ver en Kiev, puestos a rememorar la historia de este Certamen, a los ínclitos Alf Poier o Jahn Teigen, que llevan las letras doradas del esperpento en Eurovisión, a recordar, 2003 el uno, y 1978 el otro, tal para cual, Dios lo cría y casi los junta.

Más para otro día, que esto se empieza a calentar.

Reyes del Amor, 16/03/05

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