¿Y SI LA POLÍTICA GANA EN EUROVISIÓN?

Estaba deseando leer detenidamente la letra de Luta é alegría, la canción con la que los portugueses pretenden sorprendernos en Düsseldorf para ponerme a escribir en esta columna sobre el asunto. Hoy la he podido leer gracias a la crónica que ha publicado en esta misma web Manu Mahía y creo que ya puedo opinar […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
IMAGENES WEB-03

¿Y SI LA POLÍTICA GANA EN EUROVISIÓN?

Estaba deseando leer detenidamente la letra de Luta é alegría, la canción con la que los portugueses pretenden sorprendernos en Düsseldorf para ponerme a escribir en esta columna sobre el asunto. Hoy la he podido leer gracias a la crónica que ha publicado en esta misma web Manu Mahía y creo que ya puedo opinar con un poco más de rigor. Además, si soy sincero, estos días también me han venido bien para digerir la conmoción que me produjo la victoria de Homens da Luta en la preselección portuguesa.

Visto ahora con cierta frialdad, ya sé que lo políticamente correcto, lo que  haría granjearme grandes elogios es una critica brutal, una petición de retirada de la canción por su contenido político. Pero como sabéis los que lleváis algún tiempo leyéndome, yo no escribo para eso, escribo para dar mi punto de vista, coincida con la mayoría o no.

Al final, como si fuera una novela, descubriréis mi opinión sobre la canción y sobre el debate que se está produciendo en Portugal en torno a su posible retirada. Mientras tanto, supongo que leeréis párrafos que a algunos hasta os pueden parecer contradictorios pero a mí no.

Desde luego, esto es un Festival de canciones y desde ese punto de vista, deberíamos comenzar a analizarla. En este ámbito, mi opinión es muy clara: musicalmente está desfasada, sería más propia de Eurovisión 1975 más que de esta edición de 2011. Sin embargo, no hay ninguna regla que impida llevar una canción retro si es lo que ha decidido Portugal. Si usasemos ese mismo criterio, ¿acaso es moderna la canción Serbia? Tampoco es muy actual pero algunos la admiran por ser un guiño “vintage” mientras que si no nos gusta, la criticamos por antigua que al final, viene a significar casi lo mismo.

¿Pero una canción es sólo la música? Muchas veces hemos pensado que en Eurovisión la letra da igual porque no nos entienden y así somos tan chulos que escribimos “ella no es ella, ella es la otra”, “algo pequeñito, algo chiquitito, algo muy bonito” o se nos ocurren rimas de “eos” con “rodeos”. Total qué mas da si eso es lo de menos. Pero no, señores, las canciones son melodía y letra, hay canciones que son más importantes por su mensaje que por sus acordes y ese es el caso de Luta é alegría, nos guste o no nos guste.

El debate se plantea en si ese mensaje tiene tintes políticos suficientes como para ser eliminada del festival. Digo tintes suficientes porque claro que hay un mensaje social en su letra pero si se usa el baremo empleado otros años, ese que dio el visto bueno a “Apricot Stone” o a los lituanos Inculto, desde luego no parece razonable que puedan descalificarla.

Ya sé que tiene tanto significado político, o más bien social, su puesta en escena que su letra pero no hay ninguna norma en el festival que impida salir disfrazado de obrero o militar y con pancartas. Y desde luego, en eso también reside el gancho que pueda tener entre el público europeo, probablemente no el eurofan pero está claro que aquí no solo votamos los apasionados del evento.

Los seguidores de Eurovisión, o eurofans como más os guste, no vivimos en una burbuja, somos gente informada, vivimos en el mundo que nos ha tocado y por supuesto que tenemos nuestras ideas y posiciones ante la realidad.

Desde ese punto de vista, no nos debe sorprender tampoco que con la que está cayendo, no hubiera algún grupo que recogiera el malestar de miles de personas, por no decir millones. Hay paises donde los ciudadanos salen a la calle a protestar pacíficamente, otros más violentamente y finalmente, los hay que quieren usar el Festival para tal fín. Con todo esto que nadie crea que lo estoy justificando, simplemente lo analizo, lo observo como mero espectador impasible.

Puestos a mandar lo que algunos denominan “frikadas”, casi algunos preferimos que sea por problemas importantes, como es el caso, que por naderías del estilo del Chikilicuatre o del famoso pavo irlandés. Muchos tendéis a compararlos pero mirad lo que hay detrás de cada cosa y veréis que los objetivos son diametralmente opuestos.

Pero ahora llega la gran pregunta: ¿es lícito usar Eurovisión para este fín? Es una cuestión que no termino de tener clara. Mi pasión por el festival me conduce a pensar que no es lícito, que el mayor encuentro musical europeo no se puede convertir en una suerte de manifestaciones por todo tipo de causas, nobles o innobles. Eso es lo que tiendo a pensar pero hoy una amiga me planteaba otra disyuntiva ¿si al Festival de Cine de Cannes puede acudir una película que denuncia la dictadura en Irán, por qué eludir la actualidad candente en Eurovisión? La respuesta os la dejo a vosotros porque yo no he sabido qué decirle, la verdad.

Francamente, a mí lo que me da auténtico miedo es que una canción como ésta, en los tiempos que corren, recogiera con un acertado marketing, ese descontento en forma de votos y consiguiera ganar. Desde luego, sería portada de todos los periódicos de Europa, y casi del mundo me atrevería a decir pero el precio podría ser demasiado alto.

Muchos estáis convencidos de que no llegará ni a la final y ojalá tengáis razon pero os recuerdo que la mejor posición de Lituania, si no me falla la memoria, fue con una canción que repetía incesantemente “We are the winner”, probablemente la peor de toda su historia. Portugal, con ésta, podría repetir hazaña.

Eurovisión es impredecible y al igual que Lordi arrastró en su día los votos de la minoría amante del rock en Europa, ¿quién puede atreverse a pronosticar que muchos afectados por la crisis, la especulación, etc no decidan que esa es su forma de protestar?

En fín, y a modo de conclusión, no creo que sea una gran tragedia la participación de Homens da Luta, veo poco factible su eliminación, comparto gran parte del mensaje que trasladan pero me gustaría que no pasasen de ser la mera anécdota de la presente edición.

Conversación