Las aficiones, como tales, parece que necesitan ser compartidas para poder afianzarlas. Debe de ser un deseo de entendimiento mutuo, pero resulta curioso como alrededor de aficiones varias, como pueden ser la procreación de las hormigas hindúes, las carreras de caracoles cojos japoneses o las colecciones de caramelos sugus importados de Birmania, se crea entre los seguidores cierta aureola de hermandad, solidaridad y comprensión. Y a raíz de esa unión, se crean campeonatos, asociaciones, congresos y debates. Es un entrañable ramaje social promovido por una afición, cualquiera que ésta sea.

En este caso, Eurovisión es una afición más que destacable. No sólo por el alcance (tantos países, tantos idiomas) sino por todo lo que genera a su alrededor, como materia variopinta y heterogénea dentro de sí. Quizás la aparición de Internet supuso un espaldarazo a la cofradía eurovisiva, algo desamparada desde los 80, cuando la impopularidad y la burla atenazaban al festival. Con Internet surgieron rápidamente los primeros contactos entre seguidores del festival, y poco a poco, los contactos fueron tejiendo una red cada vez más fuerte. Por fin alguien podía entenderte cuando decías que te emocionabas con Carmela Corren, o que Nathalie Santamaría te parecía una pija de cuidado. Un mundo de personas, que hasta entonces habían cultivado una afición en solitario, se abría de forma golosa ante los ojos de otra legión de seguidores.

Una plataforma que siempre ha parecido inherente a las aficiones y a Internet son los foros. Y quizás en esto siga a pie juntillas su origen romano, donde foro significa la "plaza pública para discutir asuntos de interés ante un auditorio que a veces interviene en la discusión". En el relativamente corto periodo de foros que ha habido sobre Eurovisión en España, una tras otra se ha demostrado la intensa actividad que generan: foros, subforos, posts, respuestas, anuncios, avisos, que tú me dices, que yo te digo, que le rebato al otro, que mira que firma más chula tengo, que no me toques a mi diva, que que mal me cae Carola, que a que no sabéis la última noticia…

La bondad de los foros es que permite por una parte segmentar asuntos, algo esencial en una afición que consigue dar tanto de sí: el festival actual y sus noticias, la historia del festival y el análisis de las canciones, la vida y obra de los que pasaron por eurovisión, otros festivales, amén de espacios donde los foreros puedan interactuar y conocerse más allá del festival. Por otra parte, permite opinar y razonar, escribiendo mucho o poco… y lo que se escribe, permanece. Se puede revisar lo escrito, retomar el hilo, citar a alguien que escribió hace tres días, retomar debates y reunir, como si fuera un legado abierto a todos. Gracias a ello, la de cosas que hemos aprendido de los foros… desde si Agneta era alérgica a las coliflores (por ejemplo) hasta la polémica por el acuse de plagio a "Eres tú" comparada con la yugoslava "Brez Besed".

Un rango de curiosidades, anécdotas, chascarrillos y noticias, de las cuales va quedando constancia, y de las cuales, todo el mundo puede servirse y leer. No en vano, otra peculiaridad de los foros es la neutralidad previa de los participantes: no importa la edad, el lugar u otras condiciones personales. Un mérito palpable cuando se comprueban las diferencias de personalidad entre foreros, ya que en sí la afición eurovisiva difiere en su enfoque según cada persona. Los hay atraídos o por su historia en blanco y negro o por su variedad de idiomas o por sus sonidos más recientes, o por tal o cual artista en concreto. También los hay que saben mucho y los que quieren saber más. En ese intercambio de ideas, aprendemos todos, y es un mérito más del foro, una acción constante de convivencia. De entre lo que saben mucho, un amante del Melodifestival enseñará a todos las curiosidades que vengan del país nórdico, pero también aprenderá cosas del acérrimo seguidor de la canzone italiana, que seguro conoce las variedades vocales de Gigliola Cinquetti cuando cantaba "Non ho l'età" en la ducha de su casa en Roma.

De todas formas, un foro requiere tiempo. Quizás no tanto tiempo como el propio festival, más de medio siglo de vigencia, pero sin duda un poco de tiempo para ir tomando vida, irse amasando. Eso es obvio en cualquier interacción social de las personas. Primero se conocen, luego se van abriendo, y finalmente toman confianza, hasta sentir el foro como una segunda casa.

En esta columna que inauguramos, queremos ver la vida del seguidor del festival a través del foro. Los ciclos y las estaciones, el impacto antes y después de cada festival… de qué se habla, qué anécdotas suceden y como, poco a poco, surgen amistades más allá del foro. Y como dentro de un mismo foro, cada forero vive "su" foro, el grupo de moderadores vamos a turnarnos en orden en esta columna, para favorecer los distintos puntos de vista y abordar anécdotas varias.

Gracias a todos. 
 
morrissey