¿Va a salir de OT nuestro próximo representante en Eurovisión 2004?

Tras más de un mes del inicio de Operación Triunfo en su tercera edición se puede decir que está perdiendo un poco el entusiasmo que había en las dos ediciones anteriores. Por la calle ya no se habla como otros años de los chicos y chicas que este año concursan. ¿Estamos ante una crisis? ¿Se […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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¿Va a salir de OT nuestro próximo representante en Eurovisión 2004?

Tras más de un mes del inicio de Operación Triunfo en su tercera edición se puede decir que está perdiendo un poco el entusiasmo que había en las dos ediciones anteriores. Por la calle ya no se habla como otros años de los chicos y chicas que este año concursan. ¿Estamos ante una crisis? ¿Se ha perdido el sentido originario que era promocionar a un representante para ir a Eurovisión?, ó ¿Se han cargado a la gallina de los huevos de oro?

Desde luego que este programa ha supuesto un hito en la historia de televisión española, como lo fue el “Un, dos, tres”, “Crónicas de un pueblo”, “Verano Azul” o “La Casa de los Martínez”. La gente joven que hoy lo ve, en los años venideros recordará que hubo un show excelente que llevaba a chicos guapos y no tan guapos que cantaban muy bien. Unos han triunfado más que otros, pero todos han tenido su momento de gloria, con los baches inequívocos e inherentes a la profesión artística, que es lo más natural del mundo. La competencia es abundante, el talento menos, todo hay que decirlo.

Como mi columna se centra en Eurovisión y no en el fenómeno OT, voy a remitirme a la duda que me obsesiona conforme pasan los días. No veo a un posible representante para Estambul 2004. Yo vaticiné que este año se apostaba por lo humano como lema principal, y así lo han ido demostrando. Son personas con un corazón excelente, pero ya conocen el éxito que han tenido sus predecesores y esto les condiciona mucho. Es irremediable y las continuas comparaciones son odiosas. ¡A veces se les ve tan angustiados¡. Vicente, el guapo valenciano con voz de oro, tiene el beneplácito del público y le siguen de cerca Miguel, el onubense, Ramón, el fortachón canario y Mario, el chico de Tarazona que se gana a la gente por su simpatía. Los demás están muy apagados y las chicas no destacan este año.

A la historia me remito. Si va un hombre, que es lo más probable, vamos a sufrir la suerte que siempre hemos tenido con ellos. Esa tesis siempre la he mantenido porque con ningún “santo varón” hemos ganado, a pesar de estar en la nómina gente de calidad como Sergio Dalma, David Civera, Julio Iglesias o Raphael, da igual, no nos dan suerte, ni siquiera han estado entre los tres primeros puestos. Hemos conquistado el triunfo con mujeres de carisma, de personalidad destacada como Massiel, Salomé, o Betty Missiego, y en alguna ocasión, como Karina o Anabel Conde, con una chicas sencillas con voz de ángel. Con ellas hemos tenido dos primeros puestos y tres segundos lugares, muy reconocidos en el mundo eurovisivo pero de poca repercusión internacional. Eran otros tiempos. Mocedades, que era un grupo son los únicos por los que nos hemos dado a conocer en Europa, con un tema de Eurovisión, porque los demás si han triunfado después no ha sido por ir a Eurovisión.

Nuestras representaciones se podrían calificar por lo dispar año tras año. Cuando hemos visto que algo nos ha dado resultado, en la siguiente convocatoria se ha optado por hacer lo radicalmente opuesto, y si hemos tenido un desastre en los votos, se ha cambiado de tercio como se dice en los toros, pero siempre al tuntún, porque decidme que tiene que ver Mocedades ’73, con Peret ’74, o Remedios Amaya ’83 con Bravo ’84.

En los dos últimos años han ganado mujeres con vestidos hiperactivos, mucha escenografía y en el caso de Sertab Erener, una voz prodigiosa. ¿Creéis que entre los candidatos de OT puede haber algo que destaque o sobrepase lo que ha ganado en los años anteriores?. No quiero pecar de frívola, pero tener una buena voz, entonar bien y adaptarse excelentemente a los éxitos de Alejandro Sanz, los boleros de Luis Miguel, atender a la clase de fado que les dio la eurovisiva Dulce Pontes o los bailes de Poti, entre las mil y una actividades que se proponen en la Academia, no son garante de llevar al Festival una canción brillante para ganar. Sí ganar, porque es lo que se está intentando navegando por los cien mil estilos posibles, para al final caer en lo simple y banal y ocupar los puestos entre el seis y el ocho, y gracias. Eso da más rabia casi que quedar última porque no destacas ni por arriba ni por abajo. Unido al mar sabor de boca que se les queda a nuestros candidatos después del evento eurovisivo.

Esto desborda a todos, a los chicos les confunde y al público le agota tanto tema dispar. Operación Triunfo es una plataforma extraordinaria para promocionar nuevas carreras, pero vamos a intentar ganar el Festival de Eurovisión, a parte del éxito que merecen, por supuesto, los chicos de OT 3. El programa por sí solo ya tiene una buena factura, está muy bien hecho e ideado, pero hace falta una semifinal de canciones propias del género eurovisivo, basándose en lo que ya ha ganado e intentando mejorarlo. Hay que ver más los festivales pasados, indagar en los vestuarios, estilos, voces, puestas en escena, por baladí que resulte no lo es. Siempre he mantenido que este Festival es un género a parte, que se mueve por sí sólo, quizá por eso perdura y vive a pesar de muchos intelectualoides de tres al cuarto que lo verán como género ínfimo “secula in secolurom”.

Esta reflexión es sólo un alto en el camino. Yo seguiré con mis crónicas de las Eurovisiones pasadas. Pero ya queda menos para Estambul 2004, cuando nos demos cuenta lo tenemos encima. Espero que España este año se ponga las pilas, aunque me imagino a un Vicente, Ramón o Miguel con un coro de bailarinas estupendas en Turquía, dentro de lo políticamente correcto, pero sin destacar en un Festival de canciones, donde en tres minutos debes dar la sorpresa. Chicos que todavía no les han puesto ningún apellido, no lo entiendo, quizá no lo ha decidido la productora.

Y es que los espectadores europeos no conocen el esfuerzo, las múltiples clases de los chicos de OT, los meses que han estado intentando entonar un bolero o un rock, para llegar a cantar una canción que después dirán, “es que no era de mi estilo” como dijo Beth o Rosa meses después de llevarse el sofocón. Eso no se reflejará en los tres minutos de canción, sólo tendrán ese momento para dar el espectáculo que todos esperamos, ellos son los artistas y pueden cambiar el rumbo, los demás sólo podemos opinar y esperar pacientemente. Si no es así, y habiendo revisado todas las eurovisiones de la historia creo que se puede opinar con coherencia, no vamos a ganar jamás de los jamases. Y esto no es una aseveración. Espero que salgamos del mal sueño, y nos luzcamos todos, los artistas y los seguidores de este Certamen. España ya es veterana y debe saber por donde van los tiros, que no nos vendan la moto, por favor, otro año más no.

Reyes del Amor, 1 de noviembre de 2003

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