Hola lectores, amigos incondicionales del Festival de Eurovisión. ¿Cómo llevaís el verano?.

En esa época vacacional, donde el tiempo se transforma en un especie de transición o cierre de casi todo (especialmente en Agosto), las noticias por regla general suelen brillar por su ausencia, y, con más razón si cabe, las relacionadas con nuestro amado Festival. Justo tres meses después de la edicion 2007, es cuando intento plasmar alguna que otra idea, comentario o información de acorde al mismo.

Curiosamente, como habreís comprobado en las diferentes secciones de nuestra Web, el movimiento eurovisivo has sido más activo de lo habitual en estas fechas: desde las decalaraciones de Bisbal que apunta no volvería jamás a Eurovisión (él se lo pierde), pasando por ese pequeño "terremoto" en el corazón de Eurovisión-Spain que ha supuesto la renovación de muchas cosas y personas, hasta la renuncia inesperada de TVE a participar en el Festival de Eurovisión Junior, alegando "se fomenta un estereotipo no deseable a la población infantil".

Bueno, pues de todo esto, y algo más tratará hoy mi columna. Bienvenidos.

Este "verano caliente" trajo unas desafortunadas declaraciones de uno de los cantantes más populares del País: David Bisbal. Digo desafortunadas, porque creo lo son en un icono pop tan de moda, referidas a Eurovisión. David aseguró que no le interesa volver al Festival (recordad estuvo haciendo coro a Rosa en 2002), alegando la manida y tópica frase de que "…no es un evento musical, sino político…".

Me enfada siempre cuando escucho esas archisabidas frases que están ahí, pululando en el inconsciente colectivo, fomentadas principalmente por medios de comunicación (escrita, radiofónica o televisiva) que jamás se han interesado por el Festival y al que se acercan con el único fin de criticarlo o desprestigiarlo, haciendo resurgir "fantasmas" donde no los hay (nos tienen manía, los Países del Este, los Balcánicos, los Nórdicos, el Vecinismo…etc etc).

Y claro, la gente no piensa, no se molesta en averiguar si eso es real o no, es mucho más "progre" y "modelno" decir eso y apuntarse al carro del victimismo o, al menos , de la indiferencia.

Y eso es lo que ha aseverado Bisbal, quién, por cierto surgió al mundo de la popularidad gracias precisamente a un concurso creado exclusivamente por TVE para buscar al representante español en Tallín. Mucho, muchísimo le debe el chico de Almería a Eurovisión, y, cuando menos debería estar algo agradecido.

Por otro lado, la parte "política" del Evento en sí es fácilmente rebatible por cuanto uno tiene el DERECHO de votar a quién le dé la gana, sea del Norte, Sur, Centro , vecino o no. Claro que todo el mundo es subjetivo a la hora de elegir artista o tema, dependiendo de sus gustos, circunstancias personales o del momento. Más subjetivo que la elección del propio Bisbal en OT, cuando de todos es sabido que la mejor voz y la que mejor canta es la de Rosa, la cual ya había ganado cuando se sacaron de la manga más programitas para ganar más royalties gracias al inesperado éxito del concurso, y así alargar la cosa (lo que motivó que siguieran repescando a Bisbal).

Y ¿no es bien sabido que al producto Bisbal vieron las discográficas unas grandes posibilidades de cara al público, mayoritariamente femenino, creando un ídolo guaperas y joven mucho más rentable que el de la chica algo gordita que no cumple en "estandar" o "perfil" previsto?. Con ello quiero decir que la elección de Bisbal sí tiene mucho de "política" de marketing, por tánto no creo esté en disposición de quejarse excesivamente.

Me gustaría que en este escrito no se viera un "ataque" a Bisbal, ¡nada más lejos de la realidad!, pero sí quiero defender a mi amado Eurovisión de tanta mentira colocada aquí y allá para hundirlo un poco más.

Bisbal me cae bien, es un chaval al que, en principio no se le ha subido excesivamente la fama a la cabeza, y al que considero un artista que gusta a cierto público (yo no le hubiera votado jamás), perfectamente respetable y válido en su estilo musical que llegó justo en un momento en que el mercado lo necesitaba. Vale, está en su derecho a decir lo que le dé la gana, y a elegir pensar lo que el tópico de Eurovisión, y a no querer ir más, sí, está en su derecho, pero yo le pediría algo más de información propia, algo más que utilizar frases hechas, porque, al fin y al cabo está en una posición de cierta influencia, y, dado que todos los eurofans nos tememos siempre lo peor (que se carguen el Festival), pues pedimos algo de mesura y veraz información, o más contrastada.

Recuerdo también a Marga Pocoví, una chica mallorquina que ganó un concurso nacido a nivel provincial (hijo directo de OT pero en versión casi familiar), a la cual conocí en un coloquio sobre Eurovisión en la Televisión Autonómica Balear (IB3), y en donde yo era uno de los invitados.

Marga, recién salida del "cascarón musical", afirmó, sin ningún reparo " …que se lo pensaría muy mucho a la hora de representar a España en Eurovisión…" ¿…?. La intenté hacer ver que siempre tendría ventajas el hecho (maravilloso) de cantar ante ¡más de 100.000.000 de telespectadores!, número que EN TODA SU CARRERA la verán. Le intenté hacer ver que, de estos cien millones pues que a alguien (o a muchos) podría gustar y que podrían comprar futuros discos suyos (sin mencionar el hecho de que es un gran prestigio representar al País, aunque sea en un Evento musical). Nada, cerrada a cal y canto: "¿Qué para qué?, "Política…", "Que ni Rosa pudo pasar del 7º puesto…".

En fin ¡qué barbaridaz que diría un castizo!. Total, que Eurovisión está siendo pasto de un desprestigio contínuo y, lo peor aún, entre los propios artistas jóvenes que deberían besar oportunidades así.

¡Ah!, por cierto, Marga (que canta muy bien, las cosas como son), grabó una versión en catalán de "Wild dances", la canción que ganó el Festival en 2004 cantada por la ucraniana Ruslana… (contrastes de la vida).

Seguiré en otra columna…

MIGUEL MESTRE GINARD