Cuando piensas que Televisión Española no puede hacerlo peor, el ente público va y se supera. He pasado unos días fuera y no había tenido posibilidad de ver la gala del pasado sábado hasta hoy mismo, día en el que me he enterado de golpe de todo lo que ha acontecido desde entonces: declaraciones de artistas enfadados, reportes muy negativos en la prensa e incluso bombazos como la renuncia de Los Vivancos a ir a Eurovisión. Estoy tan sorprendido -porque sí, había dado un voto de favor a TVE con respecto al sistema de este año- que necesito ordenar mis ideas. Vayamos por partes.

Lo de enterarme de golpe de todo esto no lo he dicho como una gracia mala con respecto a las caídas que se produjeron del escenario el pasado sábado. Sí, reconozco que han sido posiblemente los primeros videos que he visto gracias a su popularidad en YouTube, pero me parece alucinante la pasividad de la producción del programa cuando se producen este tipo de percances en un programa de televisión que lo está viendo todo el mundo en directo. Lo de llevar tablaos de madera a las fiestas de barrio ya no se lleva, ?por qué entonces sí que nos vale para un programa de televisión de trascendencia internacional, aunque sea entre los fans del festival?

Pero al parecer, la selección de la escenografía y del lugar de celebración del evento no fueron los únicos temas en los que falló la organización. Las denuncias de los artistas que participaron se multiplican por Internet, y con ellos, las protestas de los que vieron la gala en directo. El sonido no se oía bien, ni en televisión ni en los pinganillos que llevan los cantantes y que sirven, entre otras cosas, para saber cuándo tienen que entrar al tema con claridad, y qué tono deben adoptar…

En fin, yo no entiendo mucho de eso, pero creo a Yulia y al resto cuando dicen que es el motivo de su pobre actuación, al menos a nivel vocal. Bueno, no hace falta creer, porque ya se vió de forma flagrante en el caso de Melody, que tuvo que interrumpir su actuación y luego pedir, a media canción -con micro de mano y sin posibilidad de realizar su coreografía- que le subieran la música porque no oía… Tremendo panorama.

Con esa situación, no es de extrañar que Los Vivancos, a pesar de haber logrado el pase a la final, hayan decidido retirarse de la competición, pues las condiciones para realizar su trabajo no son las que necesitan. Posiblemente también les beneficia el oportunismo de la noticia, cuya repercusión mediática ha sido importante (incluso El Mundo y otros diarios le han dedicado por unos momentos su portada online al abandono y muchos medios llevan hablando meses de Los Vivancos como nunca antes se había hecho). Posiblemente también teman el excesivo control de TVE si finalmente resultan elegidos para ir a Moscú, y la imposición de un vestuario, una coreografía… como ya ha ocurrido durante otros años. Ya sabemos que no interesa ganar.

La gran perjudicada en todo esto ha sido ella, que se supone que seguirá adelante con el proyecto, pero su candidatura ha perdido a todas luces atractivo, a pesar de haber ganado en popularidad. ¿Estará buscando sustitutos o se enfrentará sola ante el peligro?

Visto lo visto, me espero lo peor. Y casi animaría al resto de artistas que sufrieron la inoperancia de TVE a dejar plantado al ente público. ¿Tanto cuesta realizar una preselección digna, de calidad? Es que no veo este nivel de cutrerío en otros programas de Televisión Española sobre otras temáticas, y es que la situación con respecto a las galas de Eurovisión se repite -y se incrementa- año tras año.

Preferiría una sola gala, bien realizada, montada y ensayada, que tres semifinales, una repesca y una final con la bochornosa sensación del sábado pasado… Y lo mejor de todo es que TVE debe incluso sentirse orgullosa, porque sigue teniéndola online en su página web para que todo el mundo se deleite con ella… Ver para creer, a ver qué pasa el sábado

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