TENGO UN TONGO ¿ME LO COMPRAS?

Asisto perplejo como periodista a la polémica que en los últimos días se ha suscitado por las declaraciones de José María Iñigo sobre el supuesto tongo de la victoria de Massiel en Eurovisión. La verdad es que en el actual panorama televisivo mi sorpresa debería ser menor porque aquí cualquiera puede decir lo que le […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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TENGO UN TONGO ¿ME LO COMPRAS?

Asisto perplejo como periodista a la polémica que en los últimos días se ha suscitado por las declaraciones de José María Iñigo sobre el supuesto tongo de la victoria de Massiel en Eurovisión. La verdad es que en el actual panorama televisivo mi sorpresa debería ser menor porque aquí cualquiera puede decir lo que le venga en gana sin necesidad de aportar ninguna prueba. Yo mañana puedo salir en casi cualquier programa contando que conozco a la vecina del 5º, prima de la sobrina de aquel famoso cantante y con esos datos, constatar que se le ha visto acompañado de una jovencita cuyo progenitor es un banquero de prestigio. Eso sí, ¿para qué voy a aportar ninguna prueba? mi solo testimonio ya es suficiente para que esa presunta relación se convierta en veraz.

 

Por eso no debería extrañarme que un canal de televisión utilice para promocionar un documental sobre "Mayo del 68" unas declaraciones en las que se asegura que Eurovisión aquel año se amañó para que ganara nuestra querida Massiel. En realidad poco tiene que ver el movimiento estudiantil de ese año en Paris con un festival de la canción como el que nos ocupa pero ¿no habíamos quedado que Eurovisión no interesaba a nadie en España? ¿no estábamos tan convencidos de que había que lanzar un SOS y salvar Eurovisión? Tras lo acontecido, empiezo a pensar que TVE debería haber cambiado el título de la preselección y debería haberla llamado "Salvemos la Sexta" que es en realidad lo que está ocurriendo con todo esto del Chiki Chiki y ahora el supuesto tongo.

 

A mí me preocupa como profesional de los medios que estemos un panorama en el que todo vale con tal de subir la audiencia de una cadena, esto es así en todas, no se escapa ni una. Pero hombre, utilizar un evento que "no interesa a nadie, salvo a algunos pocos locos" es algo que choca.

 

Por otra parte, os debo confesar que yo no sé si hubo tongo o no lo hubo, si los franquistas pugnaron por series checas o búlgaras para obtener votos (por cierto en esa época ni la antigua Checoslovaquia ni Bulgaria participaban, que se les olvida ese pequeño detalle a algunos). Lo cierto es que prestigiosos premios cinematográficos, como los Goya (¿os acordáis de los lios con Garci?), concursos televisivos y hasta galas de Miss España han estado envueltas siempre en polémicas sobre amaños, compras de votos, etc etc. No sería, por tanto, Eurovisión ajeno a este tipo de sospechas. Mi pregunta llegados a este punto sería ¿y qué pasa, sólo se amañó el del 68 si es que eso fue así? Porque la señorita Aubret (tercera en ese festival pero ganadora del de 1962) decía que la victoria hubiera sido suya de no haberse producido el engaño. Yo me cuestionó ¿y quién nos garantiza que el del 62 fue legal? ¿y el del 1974? ¿y el de 2003?

 

Os preguntaréis que tanta duda,¿para qué?. Es muy sencillo. Uno de los hechos más sorprendentes de toda esta polémica ya no es quién ha hablado, más extraño es quién ha guardado silencio. Por un lado, los directivos de TVE que no han dado la cara para no tener que salir en defensa de sus antecesores del antiguo régimen. Por otro lado, el capo de la UER, Svante Stockselius que no se ha dado por aludido cuando se está cuestionando la legitimidad de los resultados de un festival de cuya limpieza él se encarga. Y finalmente, alguno de los presuntos "defensores" de Eurovisión en España, como el sr Uribarri ha preferido no hablar del asunto, con lo que ha alimentado aún más los rumores. Eso sí, ha dicho que tendrá un recuerdo en la retransmisión al aniversario de la victoria, no comment.

 

En el caso de TVE entiendo que en ocasiones sea difícil defender que no hubo tongo, más que nada porque sus actuales dirigentes nos tienen acostumbrados a procesos más que dudosos de selección de la canción española. No deja de ser curioso que salga ésto del tongo en 1968 justo el año en el que nuestro representante ha sido escogido gracias a un proceso de manipulación en internet (no lo digo yo, lo dicen los chicos del foro de Media Vida en sus páginas). Y además no es la primera vez, ya el año pasado se inventaron un sistema de votos por comunidades autónomas que permitía votar por Ceuta desde Madrid, por poner tan sólo un ejemplo. Naturalmente, con esa autoridad moral difícilmente se puede salir a la palestra para defender lo que hicieron otros hace cuarenta años.

 

En fin, esta televisión preocupada sólo por los ingresos y las audiencias, éste año se ha olvidado de celebrar como merece el triunfo de España en Eurovisión hace cuarenta años y ha preferido dedicar casposas galas a Chikilicuatre con un sonoro fracaso, por cierto.

 

Hubiera tongo o no en aquella época, el caso es que el daño ya está hecho. Ningún medio de comunicación español ha salido en defensa de ese triunfo porque no es políticamente correcto hacerlo, no vaya a ser que nos tachen de franquistas. Y a mi juicio, eso demuestra que la animadversión que algunos tienen por el festival tiene que ver mucho más con la política que con lo que representa en la actualidad ese acontecimiento. Eurovisión debería ser sólo un concurso musical, un espectáculo televisivo pero a algunos aún les recuerda al antiguo régimen. Yo les pediría simplemente que se lo hagan mirar.

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