El título de esta columna no era (en un principio) una declaración de intenciones, pero creo que mi idea de llamar Call me! a esta nueva sección ha tenido algo que ver con la elección del representante español para Eurojunior. Y yo lo decidí el sábado, ¡lo juro! (Oscar, tu lo sabes) Ha debido haber algún fallo técnico, -como se empeñaron en decirnos las bosnias de bote de este año-, en el recuento de votos, en el oido de los espectadores… ¿a dónde han ido a parar mis sms? ¿quién maneja mi barca? ¿hallo, copenhaguen?…

Mi vida eurovisiva más reciente está plagada de malditos “fallos técnicos”: El pasado mes de mayo dejó de funcionar el sintonizador de La Primera en mi edificio y me tragué el festival con tanta nieve en la pantalla que parecía que se retransmitía desde el Polo Norte. Hoy, domingo, soy uno de los pringaos a los que le ha tocado trabajar… He seguido la final del eurojunior desde una oficina semivacía, a través de uno de los foros a los que se accede desde esta nuestra web (gracias a todos por vuestros comentarios y por hacer, seguramente sin quererlo y sin saberlo, de comentaristas!) y cuando habéis anunciado al ganador me he dejado el dedo pegado al F5 intentando actualizar pantalla… no era posible… os estáis equivocando… no, no… no puede ser…

Me había prometido a mí mismo no saber el resultado hasta mañana (había dejado el video grabando en casa) pero no he sido capaz. Me había prometido también a mí mismo que, a pesar de la actualidad -que siempre manda-, no escribiría la primera columna sobre Eurojunior. Vale, bien, lo reconozco, no tengo palabra cuando se trata de mí en relación a Eurovisión, pero no se me ha ocurrido mejor manera para desahogarme que abrir el Word y cambiar de pantalla en el ordenador cada vez que se asoma el jefe, para darle así forma, a escondidas, a estas líneas que estáis leyendo…

Estoy medio solo en un edificio de oficinas. Menos mal que no es el Windsor, porque la verdad, el resultado que habéis anunciado en uno de esos foros me ha dejado quemado. No tengo nada en contra de ese pequeño al que llamáis Manolo Escobar -excepto su canción, claro- pero me siento decepcionado, casi tanto como cuando fue designada “Desde el Cielo” y “Desde Entonces” tengo que soportar cada “tres más dos” en la tele al niño que me hizo perder la ilusión en el primer Eurojunior antes de que se celebrase (y no lo remedió por mucho que quedase después segundo). El año pasado María Isabel me hizo disfrutar como hacía tiempo que ningún Euroadulto español lo había hecho en el certamen del mes de mayo… pero ahora estoy decepcionado. No veré (si lo hago, que luego será que sí, ya sabéis que me traiciono) con los mismos ojos ilusionados del año pasado el festival que se celebrará en Hasselt…

La culpa es de todos, quizá de los que no hemos mandado suficientes mensajes, quizá de la poca audiencia de TVE en general – de la pre en particular-… no se, es lo que nos ha tocado en suerte. Quizá la culpa la ha tenido la camisa que llevaba el presentador (he visto una foto ya colgada en Internet, es normal que alguien cambie de canal cuando ve tremendo modelito de flores canadienses…) Claro, ahí ha estado la clave. Te traigo flores (canadienses). Pues me temo, amigos, que serán los habitantes del país de las hojas de arce los que nos voten el próximo noviembre. Uy, lo olvidaba, si Canadá no participa… ¡¡que mal lo tenemos!!…

PD. Que viene el jefe. Un besote para las mellizas más salás… (a pesar de sus vestidos de hoy, claro, que ya he visto fotos), y para Carla (amiga, prueba suerte en el de los mayores, no estaría de más escuchar esos ritmos pop dance en la pre de 2006… para la que me temo lo peor). Espero equivocarme.

Un abrazo para todos.