¡SORAYA A MOSCÚ! LO QUE ESPAÑA NECESITABA

Después de semanas de sinsabores, de final anticipada, y de todo aquello que ya hemos ido comentando todos en nuestras columnas, esta noche de la final española me voy a la cama con muy buen sabor de boca. Voy a ser optimista, y es que en la final de esta noche, de 12 temas que […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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¡SORAYA A MOSCÚ! LO QUE ESPAÑA NECESITABA

Después de semanas de sinsabores, de final anticipada, y de todo aquello que ya hemos ido comentando todos en nuestras columnas, esta noche de la final española me voy a la cama con muy buen sabor de boca.

Voy a ser optimista, y es que en la final de esta noche, de 12 temas que había, me gustaban 10, lo que ya deja un porcentaje bastante alto para mi gusto. Casi cualquiera de ellos podría haber hecho un digno papel en Moscú (quizá es que tengo en la memoria reciente nuestra representación del año pasado y claro, casi cualquier cosa me parecía buena), pero hubo dos que sobresalieron del resto y fueron, sin lugar a dudas, aquellos dos de los que tanto hemos hablado estos días.

Los dos que han quedado empatados a 22 puntos, claro está. He de decir que nunca he sido defensor de Melody y que, hasta esta noche, nunca quise que fuese a Eurovisión. Pero ante la “amenaza” (lo siento porque no me gustaban nada) de que pudiese ir Santa Fé, hoy deseé que Melody ganara el pasaporte a Moscú. No estoy siendo justo con lo que digo, porque también deseé que Melody fuese a Eurovisión porque me pareció que su canción ganó muchísimo hoy y que ella lo hizo sobresaliente. Gracias a los Vivancos al final casi por haberse retirado, porque la coreografía de hoy también me ha convencido, incluso con el guiño final a Sertab.

Del resto de los participantes quisiera destacar la tremendísima voz de Virginia, que hoy se ha vuelto a superar llenando el escenario sin necesidad de puestas en escena. Impecable. Lo mismo que la de Julia Bermejo, que sí llevó una coreografía pero tan bien trabajada y empastada con la canción que dio gusto escucharla. La fuerza de Isi -tacones incluidos- me sorprendió gratamente, así como Mirela, que padeció quizá el efecto de haber puesto todos demasiadas esperanzas en ella. Su voz estupenda, pero la puesta en escena no acompañó a un tema que hay que escuchar varias veces para poder apreciar toda su belleza. Esta vez, ni segunda pudo ser.

Pero sin duda entre todos destacó Soraya con su apuesta profesional sobre el escenario, justo lo que necesita España para llevar a Eurovisión. Una voz potente, una seguridad sobre el escenario mejorada desde el día de la semifinal (ha introducido guiños de control de cámaras estupendos) y una canción que engancha. De acuerdo, quizá era “lo que se llevaba” en Eurovisión hace tres o cuatro años, pero seguramente, y gracias a la división 50/50 entre público y jurado, Soraya dejará a España en una buena posición, atreviéndome a asegurar el top 10, y quién sabe si algo más. Y eso, para la imagen que tenemos en el certamen más allá del mundo Eurofan, ya es mucho. Sólo una duda, los coros pregrabados de la canción harán que Soraya tenga que prescindir de algún bailarín en Moscú para meter voces, no?

Además de ser una apuesta profesional, el llanto de la extremeña tras saberse ganadora me ha enternecido. Soraya sí quería a Eurovisión, y que ella se lo crea es muy importante. Además tiene detrás el respaldo de una gran discográfica, por lo que TVE no tendrá que hacer grandes desembolsos y es posible que sí veamos esta vez una mayor promoción. En definitiva, su participación posiblemente sea lo que España en el ESC necesitaba. Volveremos a ver un festival en mayo con el nerviosismo de saber que, esta vez sí, tendremos mucho que decir sobre el escenario de Moscú. Enhorabuena Soraya.

http:diarioeurofan.blogspot.com

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