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Eurovisión 2013 ya tiene a sus diez finalistas de la primera semifinal. Unos resultados inesperados en laque ya es una de las galas más sorprendentes de la historia del festival con grandes éxitos y fracasos y alegrías y decepciones. Esta semana, tanto en las noticias, como en las columnas, así como en las hangouts y […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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Eurovisión 2013 ya tiene a sus diez finalistas de la primera semifinal. Unos resultados inesperados en laque ya es una de las galas más sorprendentes de la historia del festival con grandes éxitos y fracasos y alegrías y decepciones. Esta semana, tanto en las noticias, como en las columnas, así como en las hangouts y redes, ya preveíamos cualquier combinación cultural o musical aunque, finalmente, los diez sobres de la suerte han estado más abiertos de lo que en un principio vaticinaban los pronósticos. 

Dinamarca ha cumplido con su condición de favorita de Eurovisión 2013. Emmelie de Forest con Only teardrops no oculta su puesto de salida con un espectáculo y realización a la que no le falta ni artificio, ni confetti, ni lentejuela, todo ello ecológico. La actuación es sencillamente excelente, tanto a nivel vocal como musical, aunque es innegable que puede pecar de pretenciosa. Dinamarca fue sin ninguna duda la más aplaudida de la noche en un estadio abarrotado de los vecinos daneses.

Ucrania y Rusia, segunda y tercera preferidas de la noche, también alcanzaron su primer objetivo. Zlata Ognevich es, quizá, la solista más guapa y una de las mejores voces e intérpretes de la historia del certamen. Gravity es un buen tema que quizá no emociona, ni impacta, en una primera escucha pero tal carencia es sustituida por una gran escenografía a la que solo le sobra el absurdo inicio que desluce toda la primera parte de la actuación. Rusia, por su parte, es el lado opuesto de la balanza, una cantante técnicamente perfecta pero inexpresiva y sin ningún carisma y una canción prefabricada que implica un posible éxito tan instantaneo como fugaz. Independientemente de gustos y opiniones personales, ambas son dos de las rivales a batir, aunque en su guerra soviética particular la ucraniana le gana la primera batalla a la rusa.

Estonia y Moldavia fueron, junto a Ucrania y Rusia, las baladas triunfadoras de la primera semifinal. Estonia brilló por su clasicismo y sencillez y Moldavia por su espectacularidad y melodía, sin olvidar la excepcional voz de Aliona Moon y el talento compositivo de Pasha Parfeny. Chipre, lamentablemente, fue la candidatura de corte similar eliminada por unos ciegos ante la belleza y la elegancia de Despina Olympiou y sordos hacia el directo y el sentimiento de An me thimase.

Bélgica y Lituania protagonizaron las primeras grandes sorpresas de Eurovisión 2013. Nadie, ni apuestas, ni encuestas, contaban con ellos, ni probablemente tampoco el público en el Malmö Arena a juzgar por sus comentarios y reacciones. Durante toda esta edición del festival hemos puesto en duda la capacidad vocal e interpretativa de Roberto Bellarosa y Andrius Pojavis, algo que se puede mantener incluso hoy, quizá ese haya sido el secreto de su éxito, la imperfección y la naturalidad frente a otras opciones estudiadas al milímetro. Austria no tuvo tanta suerte, a pesar de ser una buena candidatura y hacer una correcta actuación, fue totalmente olvidada por un exceso de sencillez.

Croacia, Eslovenia, Montenegro y Serbia también fueron los protagonistas de otro impacto, la eliminación de todos los representantes de la ex-Yugoslavia, un fracaso sin precedentes de los balcanes en el certamen a expensas del resultado de ARY Macedonia. El folk y la tradición de Croacia y la modernidad y originalidad de Montenegro, así como el perfecto directo de ambas, se van a echar mucho de menos el próximo sábado. Eslovenia fue vencida en su pulso por Irlanda quien ofercía una misma propuesta para el mismo público objetivo pero mucho más visual para bien o para mal. Serbia, por su parte, era la crónica de una muerte anunciada con un tema divertido y pegadizo pero con un grupo prefabricado, sin ninguna química, y anticuado y la que ya es una de las puestas en escena más absurdas y ridículas de la historia de Eurovisión. Bielorrusia, finalmente, sí logró el favor de la audiencia y los expertos, vaya usted a saber por qué, con una intérprete peor que Moje 3, un tema más petardo y menos pegadizo que Ljubav je svuda y una actuación, si cabe, más bizarra y pésima que las representantes de Serbia. 

Mención especial a Países Bajos, quien ha conseguido por primera vez en nueve años la clasificación para la gran final de Eurovisión. El anuncio fue uno de los momentos más bonitos de la historia del certamen que recordó inevitablemente a la escena de Portugal 2008. la prodigiosa voz de Anouk y la belleza, magia y sentimiento de Birds han conquistado por fin al jurado y a la audiencia y enamorado a todos los espectadores en el Malmö Arena con un directo que supera la perfección. Mi enhorabuena al pueblo neerlandés, uno de los más fervientes seguidores del festival, por este merecido éxito anticipo del que seguro tendrán en la gran final.

Y tan ricamente.

Malmö, a 15 de Mayo del 2013.

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